jueves, 23 de diciembre de 2010

La Navidad

En primer lugar les expreso la esperanza de que todos tengan una muy feliz Navidad, reflexionando sobre el nacimiento del Nuestro Señor Jesucristo. El siguiente post es una pequeña aproximación al significado de la Navidad



En realidad muchos ni siquiera saben bien qué significa la palabra “Navidad”. “Navidad” significa en español “nacimiento de la vida” y que su declinación latina “nativitate” podría traducirse como “nacimiento de la vida para ti”. ¿De qué vida se habla aquí? De una nueva vida, de una promesa de salvación eterna, porque nuestra vida ahora sí, con Cristo, puede radicarse en el bien. Porque Jesús (que significa precisamente “Dios salva”) viene a salvarnos de una terrible situación de pecado, fruto de una misteriosa falta en el origen de los tiempos. Se trata de liberarnos de lo que los pensadores más lúcidos han caracterizado como la “condición humana”: una naturaleza herida y dañada en sus estructuras más íntimas, debilitada en su resistencia al mal. Es una impotencia objetiva, una incapacidad estructural, una esclavitud de la que el hombre no puede librarse por sí mismo, y, en consecuencia, no puede por sí mismo mantenerse en el bien sin caer tarde o temprano. A menos, claro, que… Dios venga a salvarnos. A menos que Dios nos capacite para el bien. Es lo que los teólogos han llamado con el nombre de gracia. Una fuerza sobrenatural que no es de este mundo y que nos capacita para el bien y para permanecer en él.

Así que éste es el verdadero motivo para alegrarnos en Navidad. Porque aquellos que nacimos enemigos de Dios, podemos volver a la amistad con él, porque los que estamos enfermos, podemos ser sanados, porque los que nacimos esclavos podemos ser liberados, porque los sometidos a la muerte, podemos resucitar con él. Por esto tenemos que estar alegres en Navidad. Porque Dios no nos ha abandonado a la muerte y a nuestras miserias. Porque Dios se ha metido en la historia humana de la manera más inaudita. Porque no es un cínico y frío observador. No somos parte de un experimento cósmico, pequeñas hormiguitas controladas por una prescindente e inhumana divinidad. Al contrario, el cristianismo es la mayor confirmación del amor de Dios por su creatura humana. Esto debe ser el motivo de nuestra alegría más auténtica y profunda



Extracto del discurso dirigido durante la audiencia general concedida por el Papa Benedicto XVI el día 17 de Diciembre de 2008

San León Magno, en una de sus numerosas homilías navideñas, exclama así: "Exultemos en el Señor, queridos míos, y abramos nuestro corazón a la alegría más pura. Porque ha amanecido el día que para nosotros significa la nueva redención, la antigua preparación, la felicidad eterna. Se renueva así para nosotros en el ciclo anual el elevado misterio de nuestra salvación que, prometido al principio y realizado al final de los tiempos, está destinado a durar sin fin" (Homilía XXII). Sobre esta verdad fundamental vuelve muchas veces san Pablo en sus cartas. A los Gálatas, por ejemplo, escribe: "Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley... para que recibiéramos la filiación adoptiva" (4,4). En la Carta a los Romanos pone de manifiesto las lógicas y exigentes consecuencias de este acontecimiento salvador: "Si (somos) hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados" (8,17). Pero es sobre todo san Juan, en el Prólogo al cuarto Evangelio, quien medita profundamente sobre el misterio de la Encarnación. Y es por esto que el Prólogo forma parte de la liturgia de la Navidad desde tiempos antiguos: en él se encuentra, de hecho, la expresión más auténtica y la síntesis más profunda de esta fiesta, y del fundamento de su alegría. San Juan escribe: "Et Verbum caro factum est et habitavit in nobis - Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14)



"En Navidad, por tanto, no nos limitamos a conmemorar el nacimiento de un gran personaje; no celebramos simplemente y en abstracto el misterio del nacimiento del hombre o en general el nacimiento de la vida; tampoco celebramos sólo el principio de una nueva estación".

En la oscuridad de la noche de Belén se encendió, realmente, una gran luz: el Creador del universo se encarnó uniéndose indisolublemente a la naturaleza humana, hasta ser realmente "Dios de Dios, luz de luz" y al mismo tiempo hombre, verdadero hombre. Aquel que Juan llama en griego "ho logos" - traducido en latín "Verbum", "el Verbo" - significa también "el Sentido". Por tanto, podemos entender la expresión de Juan así: el "Sentido eterno" del mundo se ha hecho tangible a nuestros sentidos y a nuestra inteligencia: ahora podemos tocarlo y contemplarlo (cfr 1Jn 1,1). El "Sentido" que se ha hecho carne no es simplemente una idea general inscrita en el mundo; es una "palabra" dirigida a nosotros. El Logos nos conoce, nos llama, nos guía. No es una ley universal, en la que nosotros desarrollamos algún papel, sino que es una Persona que se interesa por cada persona singular: es el Hijo del Dios vivo, que se ha hecho hombre en Belén

"Nosotros sabemos que ésta celebra el acontecimiento central de la historia: la Encarnación del Verbo divino para la redención de la humanidad"

"En la gruta de Belén, Dios se muestra a nosotros humilde 'infante' para vencer nuestra soberbia", responde.

"Quizás nos habríamos rendido más fácilmente frente al poder, frente a la sabiduría; pero Él no quiere nuestra rendición; apela más bien a nuestro corazón y a nuestra decisión libre de aceptar su amor".

"Se ha hecho pequeño para liberarnos de esa pretensión humana de grandeza que surge de la soberbia; se ha encarnado libremente para hacernos a nosotros verdaderamente libres, libres de amarlo"



Navidad al principio del Cristianismo
En las primeras generaciones de cristianos la fiesta por excelencia era la Pascua, conmemoración de la Resurrección del Señor. Todos sabían bien en qué fechas había sido crucificado Jesús y cuándo había resucitado: en los días centrales de la celebración de la fiesta judía de la Pascua, en torno al día 15 de Nisán, es decir, el día de luna llena del primer mes de primavera.

Sin embargo, posiblemente no conocían con la misma certeza el momento de su nacimiento. No formaba parte de las costumbres de los primeros cristianos la celebración del cumpleaños, y no se había instituido una fiesta particular para conmemorar el cumpleaños de Jesús.



Hasta el siglo III no tenemos noticias sobre el día del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de Padres y escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fuese el 25 de diciembre lo ofrece Sexto Julio Africano el año 221. La primera referencia directa de su celebración es la del calendario litúrgico filocaliano del año 354 (MGH, IX,I, 13-196): VIII kal. Ian. natus Christus in Betleem Iudeae (“el 25 de diciembre nació Cristo en Belén de Judea”). A partir del siglo IV los testimonios de este día como fecha del nacimiento de Cristo son comunes en la tradición occidental, mientras que en la oriental prevalece la fecha del 6 de enero.

La fecha del nacimiento de Jesús también depende de la fecha de su encarnación, que a su vez se relacionaba con la fecha de su muerte. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirma que “nuestro Señor fue concebido el 8 de las kalendas de Abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió” (B. Botte, Les Origenes de la Noël et de l’Epiphanie, Louvain 1932, l. 230-33). En la tradición oriental, apoyándose en otro calendario, la pasión y la encarnación del Señor se celebraban el 6 de abril, fecha que concuerda con la celebración de la Navidad el 6 de enero.

La relación entre pasión y encarnación es una idea que está en consonancia admiración de la perfección del universo como un todo, donde las grandes intervenciones de Dios estaban vinculadas entre sí.
Se trata de una concepción que también encuentra sus raíces en el judaísmo, donde creación y salvación se relacionaban con el mes de Nisán.
El arte cristiano ha reflejado esta misma idea a lo largo de la historia al pintar en la Anunciación de la Virgen al niño Jesús descendiendo del cielo con una cruz.
Así pues, es posible que los cristianos vincularan la redención obrada por Cristo con su concepción, y ésta determinara la fecha del nacimiento. “Lo más decisivo fue la relación existente entre la creación y la cruz, entre la creación y la concepción de Cristo” (J. Ratzinger, El espíritu de la liturgia, 131)



Fuentes:
http://videotecareduco.blogspot.com/2010/12/de-que-tenemos-que-alegrarnos-en.html
http://www.jsf.com.mx/verconId.php?id=0000003506&num=4&tipo=1
http://www.zenit.org/article-29554?l=spanish
http://www.primeroscristianos.com/index.php?/origenes/view/los_origenes_de_la_navidad

lunes, 13 de diciembre de 2010

Gracias Santa Lucía


Hoy 13 de Diciembre se celebra la festividad de Santa Lucía en recuerdo del día de su muerte en el año 304 D.C.



En especial mi agradecimiento es debido a la intercesión de Santa Lucía ante Dios Nuestro Señor para la satisfactoria operación de las vistas de 2 de mis familiares más cercanos, las cuales fueron llevadas a cabo hace unos meses




Para conocer la vida de Santa Lucía por favor de click aquí

Para la novena a Santa Lucía por favor de click aquí
Esta fue la novena que hice pidiendo su intercesión ante Dios Nuestro Señor



Fuentes

corazones.org
devocionario católico

domingo, 12 de diciembre de 2010

Correa el satánico

Sin novedad desde Ecuador...
es más de lo mismo...

Al inicio de la novena al Niño Jesús, el presidente de Ecuador, Rafael Correa no desaprovecho la oportunidad para burlarse satánicamente de los ecuatorianos católicos (de los muy poquitos que aún intentamos serlo con la ayuda de la gracia divina), según Correa:

Diciembre es un mes lleno de magia
Comentario: Correa habla de la magia, ¿que pasó con la Gracia Divina?

, pese a que la vida es dura. Decía algún filósofo que la vida no es otra cosa que la sucesión de problemas.
Comentario: Tal parece que Correa hace referencia a una frase dicha por el director y ¿filósofo? sueco Ingmar Bergman: "La vida es una ininterrumpida e intermitente sucesión de problemas que sólo se agotan con la muerte"

Pese a que este año ha sido duro, no olvidamos ese 30 de septiembre y los cinco muertos, las centenas de heridos.
Correa no cesa de recordarnos el cuento del "golpe de estado" que por cierto ya perdió ese nombre hasta en los medios de desinformación gubernamentales

Contaba Nathalie que ayer falleció una niña en el edifico de nuestra querida ministra Jeannette Sánchez. La niña se resbaló, son las cosas que pasan por maldad humana o los por accidentes.
Comentario: Claro pero nunca por Voluntad Divina

Dicho sea de paso, aquel 30 de septiembre es parte de lo que decía el subsecretario de Transparencia de que en lugar de brindar canastas se paguen salarios dignos. Aquí (Carondelet) se daban canastas en Navidad y se pagaban sueldos de miseria. Estamos cambiando eso, pagando salarios dignos para que los padres de familia dignamente también puedan darle juguetes a sus hijos y no reciban limosnas, mientras se los está explotando, eso es lo que no entendieron algunos hermanos policías y militares por la manipulación de gente mala. Lo que queremos es maximizar los salarios para que ellos dignamente puedan atender las necesidades de su familia sin esperar caridad de nadie”.
Comentario: Y vuelve con el "golpe de estado" jamás se va a recuperar por lo visto, además no deja de señalar su gran odio hacia la caridad, como en las campañas gubernamentales que quieren eliminar a las personas que mendigan en las calles, a la cual quiere destruir por todos los medios, y es que Correa no hace sino imitar a Judas Iscariote
Evangelio según san Lucas 12.1 - 12.11
12.1 Seis días antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos.
12.2 Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa.
12.3 Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume.
12.4 Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar:
12.5 "¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?"
12.6 Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella.
12.7 Jesús dijo: «Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura.
12.8 Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre tendréis

"¡Que nos roben todo menos la esperanza y diciembre es tiempo de esperanza más que ningún otro mes tal vez, para los creyentes nació el Salvador, para los no creyentes Cristo es un hecho histórico, es innegable que existió, es innegable que se cometió una inmensa injusticia con Él
Comentario: ¿y para Correa?, ya que no se define ni como creyente ni como no creyente, tal vez para él, éste sea el tiempo de la "magia"

que no hizo daño a nadie solo servir, pero el temor de los poderosos lo mandaron a matar y siempre con buenos pretextos. El mundo ha satanizado a Poncio Pilatos, pero probablemente, Pilatos, después de haber permitido, lavándose las manos, que asesinen a un inocente, fue condecorado tal vez por su prudencia. El murió dando clases de cómo manejar crisis no, porque solo murió uno y no murieron muchos, Poncio Pilato es una de las figuras más incomprendidas de la humanidad, todos somos Poncio Pilato, no nos damos cuenta de aquello,
Comentario: Ave Correa, los que van a morir te saludan. ¿Así está bien, o además querrá juramento de lealtad como el del "Führer". Y éste Correa es el que pretende insultar a sus adversarios con el término "fascistas". No se cansa de su satanismo el presidente, al decir que solo murió uno, ¿que más da?, en todo caso ¿quién era ese uno según Correa?, pero ya a estas alturas pienso que es más problema de quienes lo "formaron" en el colegio que se hace llamar Católico "San José La Salle, la Universidad anticatólica "Santiago de Guayaquil" (basta con ver los programas de su canal de TV) y la Universidad también anticatólica (no sabe como quitarse su dignidad de católica) de Lovaina, Bélgica

en todo caso les insisto, siempre hay lugar a la esperanza”

superar tal vez una religión, una fe que nos inmovilizó"
Comentario. Correa ataca a la Santa Religión Católica, por tanto, no es católico

cuando nos decían, hasta llegaron a decir que el rey en la época colonial tenía origen divino y criticar al rey era criticar a Dios con eso nos inmovilizaban y querían tenernos más tiempo como colonia; después se nos dijo simultáneamente que tenemos que sufrir, aguantar cualquier injusticia porque cuando nos muramos ahí sí vamos a alcanzar el Reino de los Cielos
Comentario: Además de fomentar las leyendas negras contra la Santa Iglesia Católica, ¿pretende negar el premio de la vida eterna?, ahora Correa se ve más satánico

. Es tiempo de esperanza, es tiempo de una fe liberadora, esa fe que nos dice que el Reino de los Cielos tenemos que construirlo aquí en la tierra, para los creyentes y para los no creyentes., por ese elemental principio de justicia, tenemos que todos luchar para construirlo aquí en nuestro momento histórico”
Comentario: Para finalizar al mejor estilo de uno de sus amos, Hugo Chavez, repite lo del "Reino de los Cielos" en la tierra, lo dicho, éste no ha entendido nada, y se divierte pervirtiendo a miles y millones de personas.

sigan votando por él y por su banda de secuaces, satánicos todos ellos, ya que no hacen más que admitir como bueno cualquier insulto y blasfemia que profiere Rafael Correa.

Santa Marianita de Jesús, ruega por nosotros
Santo Hermano Miguel, ruega por nosotros
Santa Narcisa de Jesús, ruega por nosotros

Fuentes:

Artículo en periódico "El Ciudadano" del gobierno
Artículo en periódico "El Mercurio" de la ciudad de Manta
La apostasía en Lovaina
Biblia de Jerusalén

viernes, 3 de diciembre de 2010

El Buen Pastor

Humildemente le dedico este tema a mi amiga Magda de San Pedro Sula, Honduras, por el motivo de su próximo cumpleaños.



II Corintios 13.13
Gratia Domini Iesu Christi et caritas Dei et communicatio Sancti Spiritus cum omnibus vobis

I Pedro 5.10 - 5.11
10. Deus autem omnis gratiae, qui vocavit vos in aeternam suam gloriam in Christo Iesu, modicum passos ipse perficiet, confirmabit, solidabit, fundabit.
11. Ipsi imperium in saecula saeculorum. Amen




Cristo, el buen pastor
"Yo soy el buen Pastor, y conozco a mis ovejas, es decir, las amo, y ellas me conocen a mí. Es corno si dijese con toda claridad: «Los que me aman me obedecen.» Pues el que no ama la verdad es que todavía no la conoce.

Ya que habéis oído, hermanos, cuál sea nuestro peligro, pensad también, por estas palabras del Señor, cuál es el vuestro. Ved si sois verdaderamente ovejas suyas, ved si de verdad lo conocéis, ved si percibís la luz de la verdad. Me refiero a la percepción no por la fe, sino por el amor y por las obras. Pues el mismo evangelista Juan, de quien son estas palabras, afirma también: Quien dice: «Yo conozco a Dios», y no guarda sus mandamientos, miente.

Por esto el Señor añade, en este mismo texto: Como el Padre me conoce a mí, yo conozco al Padre y doy mi vida por mis ovejas, lo que equivale a decir: "En esto consiste mi conocimiento del Padre y el conocimiento que el Padre tiene de mí, en que doy mi vida por mis ovejas; esto es, el amor que me hace morir por mis ovejas demuestra hasta qué punto amo al Padre". Referente a sus ovejas, dice también: Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy vida eterna. Y un poco antes había dicho también acerca de ellas: El que entre por mí se salvará, disfrutará de libertad para entrar y salir, y encontrará pastos abundantes. Entrará, en efecto, al abrirse a la fe, saldrá al pasar de la fe a la visión y la contemplación, encontrará pastos en el banquete eterno.



Sus ovejas encontrarán pastos, porque todo aquel que lo sigue con un corazón sencillo es alimentado con un pasto siempre verde. ¿Y cuál es el pasto de estas ovejas, sino el gozo íntimo de un paraíso siempre lozano? El pasto de los elegidos es la presencia del rostro de Dios, que, al ser contemplado ya sin obstáculo alguno, sacia para siempre el espíritu con el alimento de vida. Busquemos, pues, queridos hermanos, estos pastos, para alegrarnos en ellos junto con la multitud de los ciudadanos del cielo. La misma alegría de los que ya disfrutan de este gozo nos invita a ello. Por tanto, hermanos, despertemos nuestro espíritu, enardezcamos nuestra fe, inflamemos nuestro deseo de las cosas celestiales; amar así es ponernos ya en camino. Que ninguna adversidad nos prive del gozo de esta fiesta interior, porque al que tiene la firme decisión de llegar a término ningún obstáculo del camino puede frenarlo en su propósito. No nos dejemos seducir por la prosperidad, ya que sería un caminante insensato el que, contemplando la amenidad del paisaje, se olvidara del término de su camino."
De las Homilías de San Gregorio Magno, papa, sobre los evangelios (Homilía 14, 3-6: PL 76, 1129-1130)


Papa San Gregorio I Magno

Oración
Dios todo poderoso y eterno, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo, concédenos también la alegría eterna del reino de tus elegidos, para que así el débil rebaño de tu Hijo tenga parte en la admirable victoria de su Pastor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Del tomo de meditaciones internas “Mientras nos hablaba en el camino”, escrito por San José María Escrivá, el 12-III-1961

En el redil de Cristo



Abramos el Evangelio de San Juan por el capítulo décimo: (10.1)
Amen dico vobis, qui non intrat per ostium in ovile ovium, sed ascendit aliunde, ille fur est et latro; en verdad, en verdad os digo, que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es un ladrón y salteador.

¡Hijos míos!, paz para vuestro corazón y para mi corazón. Nosotros no somos ladrones ni salteadores, porque hemos entrado per ostium; el que entra por la puerta, es pastor de las ovejas. A éste abre el portero, y las ovejas escuchan su voz, y él llama por su nombre a las ovejas propias y las saca fuera. El Señor, el Buen Pastor, abre su redil, y las ovejas escuchan su voz, y Él las conoce a todas, una por una. ¡Qué vieja parece esta escena!, ¿verdad? Pero no penséis que sea tan antigua que no se repita hoy. Al contrario, sigue cargada de actualidad. Recuerdo que una vez, yendo por una carretera de Castilla, vimos a unos hombres que clavaban en tierra unos palos gruesos, fuertes; después tendían una red –por eso se llama redil- formando un círculo, que dejaban abierto por una parte. Al final, uno comenzó a pronunciar a grandes gritos palabras que guardaban un no sé qué de cariño. Y acudían las ovejas, e iban entrando. Él las llamaba una a una; y decía un piropo a ésta, y acariciaba a otra. Conocía a todas. ¡Qué escena tan actual!

¡Hijos míos!, ¡hijos de mi alma!: no me olvidéis que cada uno de vosotros ha entrado por la puerta, por el amor de Cristo. Sois ovejas del mismo redil y al mismo tiempo, de algún modo, además de ovejas de ese redil, cada uno de vosotros ha de ser también buen pastor de esas ovejas. Y que, si tiene el deber de dejarse conducir y responder por su nombre, tiene también el deber, no menos fuerte, de contribuir a la santidad y a la perseverancia de sus hermanos.

Si alguna vez, yo viese flaquear a uno, y flaquear hasta el extremo de perder su felicidad terrena y quizá la eterna; no excusaría de pecado a los que convivieran con aquel hijo mío, porque no habrían sabido darle los medios para perseverar, medios a los que tenía derecho.

Ninguno de vosotros está solo, ninguno es un verso suelto: somos versos del mismo poema, épico, divino. Y a cada uno de vosotros, como a mí, nos interesa que no se rompa esta unidad, esta armonía, unidos como un gran rebaño, como un gran ejército, oves et milites Christi, camino de la santidad.

Acudir al buen Pastor



(10.4)
Et cum proprias oves emiserit, ante eas vadit, et oves illum sequuntur, quia sciunt vocem eius .
El pastor, cuando ha hecho salir a sus ovejas, camina delante de todas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Debemos seguir a los que desempeñan el oficio de buenos pastores. También a cada uno de vosotros os debe escuchar vuestro hermano, cuando ejercitáis la corrección fraterna, a veces con la mirada, a veces con la consideración que el caso exija. En otras ocasiones, podéis acordaros de aquel compelle intrare del Evangelio. Si el Señor quería que obligaran a ir al banquete a personas extrañas, ¡cuánto más querrá que uséis una santa coacción, una bendita coacción, de amor, con los hermanos vuestros, ovejas del mismo rebaño de Jesucristo! Esta hermosísima coacción de caridad, lejos de quitar la libertad a vuestro hermano, le ayuda delicadamente a administrarla bien. No lo olvidéis.

Yo ya no soy joven. No lo digo por darme el gusto de llamarme viejo, sino porque siento el deber de transmitiros esta idea, que parece de poca importancia, y sin embargo tiene mucho relieve. Tomad vuestras notas, y grabad en vuestro corazón lo que os digo. Porque no sólo os habla un sacerdote: es el Fundador, y no hay más que uno. Papas, conoceréis muchos; yo he conocido a varios. Cardenales, a montones. Obispos, más aún... pero Fundador del Opus Dei no hay más que uno, aunque sea de tan poco fundamento como yo: ¡uno sólo! Y Dios os pedirá cuenta si no atendéis mis indicaciones. Por mi boca os habla especialmente Jesucristo, porque yo especialmente en su nombre soy el buen Pastor. E insisto en que cada uno de vosotros es también buen pastor.

(10.5)
Alienum autem non sequuntur, las ovejas no siguen al pastor extraño. Significa que, al apartarse de esta enseñanza de Jesús, comienza la equivocación que lleva al extravío de la paz y de la alegría, y a la posible perdición del alma. Porque a veces, en vez de huir del extraño - alienum autem non sequuntur-, alguno podría alejarse de sus Directores, de sus hermanos; y acudir a un hombre lo suficientemente ignorante o imprudente o poco avisado, capaz de conducirle adelante por el camino de la perdición.
Hijos míos, vosotros debéis formular el propósito firme de no cometer esa equivocación en vuestra vida. El mismo Señor, por medio de San Juan, nos advierte que no hay que buscar consejo fuera, que eso sería como ir voluntariamente al precipicio. ¡Se debe huir del extraño: sed fugiunt ab eo!, ¡debéis escuchar sólo la voz del buen pastor!

¿Sabéis quién es, para mis ovejas, el buen pastor? El que tiene misión otorgada por mí. Y yo la doy ordinariamente a los Directores y a los sacerdotes de la Obra. Gente que no conoce el Opus Dei, no está en condiciones de actuar como pastor de mis ovejas, aunque sean buenos pastores de otras ovejas y aunque sean santos. Para mis hijos, no son el buen pastor del que habla Jesucristo. ¿Está claro? Sed fugiunt ab eo!. Seguid el consejo del Maestro: huir. ¿Por qué habríamos de escuchar la voz de quien no conoce el espíritu de nuestra Obra? Hay que oír la voz del buen pastor, de los que han recibido la misión para apacentar las ovejas del Opus Dei. Todos los demás no son pastores con esa misión específica.

Abrir el alma con sinceridad



La dirección espiritual. En el Catecismo de la Obra habréis estudiado que, en primer término, compete a los Directores locales, laicos, ¡laicos! También imparte la dirección espiritual el sacerdote designado, en el ejercicio de su ministerio. Pero ninguno forma su capillita, su grupito. No se tolera ninguna división, nadie puede sostener:
(1 Cor, 1.12 - 1.13)
yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Cefas, yo de Cristo. ¿Acaso Cristo se ha dividido? [15]. Fulanito no es director espiritual, porque en la Obra la dirección espiritual se ejercita sólo in actu; en otras palabras, el Director laico, cuando recibe la charla fraterna o van a consultarle algo; y el sacerdote cuando confiesa.

También vosotros, cada uno de vosotros, con la corrección fraterna, asume el deber de una dirección espiritual prudente, pero heroica, con los otros hermanos que se encuentran cerca de él. Todos sois el buen pastor. Todos, por el hecho de estar en el Opus Dei, realizamos esta misión, que significa el deber y el derecho sacrosanto de ayudar a santificarse a los demás.

(Jn 10.11)
Ego sum pastor bonus. Bonus pastor animam suma dat pro ovibus suis [16]; Yo soy el buen pastor. El buen pastor sacrifica su vida por sus ovejas. Hace todos los sacrificios. Y vosotros debéis estar dispuestos a afrontarlos todos también. Y el primero resulta bien claro: no ejercitar aquel derecho –porque lo poseemos- si lo podemos evitar, y lo podemos evitar siempre o casi siempre. Propósito firme: el primer sacrificio consiste en no olvidar, en la vida, lo que expresan en Castilla de modo muy gráfico: que la ropa sucia se lava en casa. La primera manifestación de que os dais, es no tener la cobardía de ir a lavar fuera de la Obra la ropa sucia. Si de veras queréis ser santos; si no, estáis de más.

Cuando me noto enfermo... Ya sabéis que a temporadas lo he estado; y en el año actual habéis visto que apenas he podido bajar a veros. Hoy, en cuanto ha sabido que hacíais el retiro, he llamado el Rector, porque tenía ganas, verdaderos deseos de pasar un rato con vosotros... Pues os decía que, cuando me encuentro más enfermo, acudo con mayor frecuencia al médico; y le dejo que me examine, que palpe donde quiera, y contesto a todas sus preguntas. Si no, me comportaría como un loco. Pues llevad este comportamiento a la vida espiritual.



El buen pastor da la vida por sus ovejas. Pero el mercenario y el que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, viendo venir al lobo desampara las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y dispersa el rebaño. El mercenario huye, porque es asalariado y no tiene interés alguno en las ovejas [17]. Ahí tenéis el relato exacto de cómo se comporta el hombre que no ha recibido la misión de apacentar la grey. Si es buen sacerdote, hace lo justo, da unos consejitos genéricos: procure usted mejorar, rece un avemaría... ¡Qué misión de doctor, de médico, de padre, ni de juez! Y ahí descubrís, también, el fin desgraciado del que imprudentemente busca el consejo de un pastor extraño.

Hijos míos, ¡abrid el alma! Vuestros primeros hermanos os han dejado un ejemplo colosal. Yo no los quería confesar. Ahora me confieso con un hermano vuestro, y cuando me levanto, se arrodilla él para que lo confiese yo. Llevamos ya muchos años así. Pero, al comienzo, yo no confesaba de ordinario a ninguno de mis hijos, porque no juzgaba lógico quedarme con las manos atadas por el sigilo sacramental. Ellos, voluntariamente, me lo contaban todo, ¡todo!, fuera de la Confesión. De esta manera la dirección espiritual iba adelante espléndidamente y las almas se santificaban.

Me preocupa la formación de la gente joven; siento el miedo de que se vuelvan un poco señoritos. En aquellos primeros tiempos vivíamos con una carencia de todo o de casi todo; maltratados, calumniados... Y siempre alegres, siempre sonrientes, siempre eficaces. Vuestros hermanos tenían que ir a la universidad, y dar clases, y trabajar, para ganarse la vida. Yo estoy contento de vosotros, hijos míos: sé que sois estudiosos y alegres. Pero rezad para que acertemos, de modo que todos mis hijos, desde jóvenes, se mantengan de lo que ganen y sepan lo que cuesta el dinero. Así no habrá ningún señoritismo.

Vuestros hermanos, os decía, me abrían el alma fuera de la Confesión, con sencillez y sinceridad total, como siguen haciendo ahora todos en la conversación fraterna con el Director. Hijos míos, que no os acobardéis porque tengáis en el corazón el fommes peccati. No os asustéis de nada. ¡Fieles de verdad! ¡Sinceros! ¡Sinceros! Actuemos con el sentido común y el espíritu sobrenatural de saber que si el Padre, por ser padre y por ser madre, deja las cosas muy anchas, vosotros, por ser ovejas firmes, seguras, para permitir trabajar al buen pastor, os decidiréis con buen sentido a no usar de ciertos derechos, para conseguir, en cambio, una mayor eficacia en la labor de vuestra santificación y de la santificación de toda la Obra, de la santificación de vuestros hermanos y de tantas almas, y de la Iglesia.

Santa María, Refugio de los pecadores y Madre nuestra, presenta estos propósitos ante el trono de Dios, y vuélvelos eficaces con tu intercesión poderosa.


San José María Escrivá de Balaguer

El tema de Jesucristo, Buen Pastor en algunas poesías españolas del siglo de oro

Pastor, que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño,
Tú me hiciste cayado de ese leño
en que tiendes tus brazos poderosos.
Vuelve los ojos a mi fe, piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño
y la palabra de seguir empeño
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
¡Oye, Pastor, que por amores mueres!
No te espante el rigor de mis pecados.
Pues tan amigo de rendidos eres,
espera, pues, y escucha mis pecados.
Pero, ¿cómo te digo que me esperes
si estás, para esperar, los pies clavados?
(Félix Lope de Vega)

Oveja perdida, ven
sobre mis hombros; que hoy
no sólo tu pastor soy,
sino tu pasto también.
Por descubrirte mejor
cuando balabas perdida,
dejé en un árbol la vida,
donde me subió el amor;
si prendas quieres mayor,
mis obras hoy te la den.
Oveja perdida, ven
sobre mis hombros; que hoy
no sólo tu pastor soy,
sino tu pasto también.
Pasto al fin tuyo hecho,
¿cuál dará mayor asombro,
el traerte yo en el hombro,
o traerme tú en el pecho?
Prendas son de amor estrecho,
que aún los más ciegos las ven.
Oveja perdida, ven
sobre mis hombros; que hoy
no sólo tu pastor soy,
sino tu pasto también.
(Luis de Góngora y Argote. A la Eucaristía)

A ti me vuelvo, gran Señor, que alzaste,
a costa de tu sangre y de tu vida,
la mísera de Adán primer caída
y adonde él nos perdió, Tú nos cobraste.
A ti, Pastor bendito, que buscaste
de las cien ovejuelas, la perdida
y, hallándola del lobo perseguida,
sobre tus hombros santos te la echaste.
A ti me vuelvo, en mi aflicción amarga
y a ti toca, Señor, el darme ayuda;
que soy cordera de tu aprisco ausente
y temo que a carrera corta o larga,
cuando a mi daño tu favor no acuda
me ha de alcanzar esta infernal serpiente.
(Miguel de Cervantes Saavedra)



Fuentes:
http://www.vatican.va/spirit/documents/spirit_20010504_gregorio-papa_sp.html
http://www.opuslibros.org/html/EL_BUEN_PASTOR.htm
http://www.mercaba.org/Eduardo/jesus_es_el_buen_pastor.htm