El amor de los hombres hacia Dios tiene su origen, su progreso y su perfección en el amor eterno de Dios hacia los hombres; así siente unánimemente la Iglesia, nuestra Madre, la cual, con un celo ardiente, quiere que reconozcamos que nuestra salud y los medios de llegar a ella provienen únicamente de la misericordia del Salvador, a fin de que lo mismo en la tierra que en el Cielo, a Él solo sea dada la honra y la gloria
Un grito de guerra se escucha en la faz de la tierra y en todo lugar los prestos guerreros empuñan su espada y se enlistan para pelear. Para eso han sido entrenados defenderán la Verdad y no les será arrebatado el fuego que en su sangre está.
Viva Cristo Rey, Viva Cristo Rey el grito de guerra que enciende la tierra. Viva Cristo Rey nuestro soberano Señor nuestro Capitán y campeón pelear por Él, es todo un honor.
Sabemos que esta batalla no es fácil y muchos se acobardarán y bajo los dardos de nuestro enemigo sin duda perecerán. Yo tendré mi Espada en alto como la usa mi Señor a Él nada lo ha derrotado, Su fuerza es la de Dios.
Viva Cristo Rey, Viva Cristo Rey el grito de guerra que enciende la tierra. Viva Cristo Rey nuestro soberano Señor nuestro Capitán y campeón pelear por Él, es todo un honor.
No conocemos mayor alegría no existe más honroso afán que con mis hermanos estar en la línea y juntos la vida entregar a Él que merece la gloria y nos recluto por amor ante Él la rodilla se dobla y se postra el corazón.
Viva Cristo Rey, Viva Cristo Rey el grito de guerra que enciende la tierra. Viva Cristo Rey nuestro soberano Señor nuestro Capitán y campeón pelear por Él, es todo un honor.
Viva Cristo Rey el grito de guerra que enciende la tierra. Viva Cristo Rey nuestro soberano Señor nuestro Capitán y campeón pelear por Él, es todo un honor.
El Magnificat es el cántico que la Santísima Virgen María, el cual proclama durante su visita a su prima Santa Isábel.
Se encuentra en el Evangelio según San Lucas desde 1.46 hasta 1.55
En Latín
Magnificat anima mea Dominum, et exsultavit spiritus meus in Deo salvatore meo, quia respexit humilitatem ancillae suae. Ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes, quia fecit mihi magna, qui potens est, et sanctum nomen eius, et misericordia eius in progenies et progenies timentibus eum. Fecit potentiam in brachio suo, dispersit superbos mente cordis sui; deposuit potentes de sede et exaltavit humiles; esurientes implevit bonis et divites dimisit inanes. Suscepit Israel puerum suum, recordatus misericordiae, sicut locutus est ad patres nostros, Abraham et semini eius in saecula
Pater noster, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum; adveniat regnum tuum; fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie; et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris; et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo.
Las llaves entrecruzadas son las llaves de San Pedro. La llave de oro además representa al poder espiritual de la Iglesia Católica y la de plata su poder temporal. El cordón es el símbolo del vínculo entre los dos poderes. La tiara está compuesta por tres coronas que representan las atribuciones del papa como “pastor”, “maestro” y “supremo sacerdote” de la Iglesia. La cruz de oro en la cima representa la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo
Evangelio según San Mateo 16.
13. Y llegado Jesús a la región de Cesárea de Filipo, propuso esta cuestión a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?"
14. Respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías o algún otro de los profetas"
15 Díjoles: "Y según vosotros, ¿quién soy Yo?
16 Respondióle Simón Pedro y dijo: "Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo"
17 Entonces Jesús le dijo "Bienaventurado eres, Simón Bar-Yona, porque carne y sangre no te lo reveló, sino mi Padre celestial
18 Y Yo, te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del abismo no prevalecerán contra ella
19 A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares sobre la tierra, estará atado en los cielos, lo que desatares sobre la tierra, estará desatado en los cielos
Evangelio meditado
La Bandera del Ecuador Católico
Santos ecuatorianos
Dr. Gabriel García Moreno
Habemus Papam
Oremus pro Pontifice nostro Francisco. Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat eum in animam inimicorum ejus