viernes, 15 de mayo de 2020

Partido de la Tradición Católica del Ecuador.


In nomine Domini

Pidiendo la sabiduría a Dios Uno y Trino, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, las gracias que nos vienen de la Virgen Santísima Madre de Dios, la intercesión de la comunión de los Santos de Dios en especial de aquellos que se encargaron de gobernar en este mundo y de los que nacieron en territorio que es parte de nuestra Nación.
Damos a conocer los estatutos que debe tener un Partido Político que sea referencia y base para cualquier persona que quiera vivir en una Sociedad Católica con sus deberes y derechos.

CONFORME A LA TRADICIÓN CATÓLICA

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DEL PARTIDO DE LA TRADICIÓN CATÓLICA DEL ECUADOR

La política debe ser el arte de gobernar bien, es decir, en beneficio de la población administrando sabia y honestamente el erario, elaborando leyes justas y equilibradas con las cuales se consiga el orden y la paz pública a partir de la práctica de las buenas costumbres y las sanas tradiciones nacionales, garantizando los derechos individuales, es decir, la libertad. Apoyando además, la prosperidad de la Patria haciendo que sea amada por todos los ecuatorianos.
La política debe ser honrada por las consecuencias de sus actos, por lo cual, debe combatir a los enemigos de la Patria evitando acciones que causen inestabilidad gubernamental, persiguiendo a los malos funcionarios, disolviendo sociedades secretas o no que conspiren contra la Patria
Estos grandes y nobles objetivos, no pueden cumplirse sino es bajo la premisa básica de que toda la vida nacional debe estar basada en el cumplimiento de los Santos Evangelio, desarrollando la vida dentro de una sociedad Cristiana Católica, con el lema “instaurare omnia in Christo”

DEBERES CÍVICOS
Todos debemos cumplir nuestros deberes procurando ante todo que la Sociedad y la Nación respeten y rindan tributo público a Dios, permitiendo la libertad de la Santa Iglesia Católica, de tal forma que todos vayamos encaminados a resaltar una vida virtuosa lejos de la corrupción y los vicios que llevan al desastre a las naciones.
“Militia est vita hominis super terram”. La vida sobre la tierra es milicia, esta frase del santo Job se aplica también en el campo de la política, en donde se debe enfrentar los errores esparcidos por las sectas protestantes (y demás grupos similares), el paganismo indígena fomentado en los últimos años, el ateísmo, el progresismo, los grupos de la “nueva era” y las sociedades secretas, cuya propaganda se esparce por todos los estamentos de la sociedad, en especial captando a los jóvenes, ante esta realidad, es necesario atajar el funcionamiento de tales grupos y sectas.
El estado de crisis casi constante que atraviesa nuestra Nación tiene su origen en las mismas causas que en el resto del mundo, las revoluciones protestantes, liberales y marxistas que bajo la sensibilidad y el libertinaje rechazaron a Dios para adorar a otros “dioses” como las riquezas, el hombre o el placer, no existe otra forma de vida que aquella basada en el Catolicismo que pueda enfrentar estos errores, conjurando el grave riesgo producto de las “revoluciones sociales” gracias a su autoridad y su doctrina que le vienen de Dios.
La Patria no se puede salvar meramente con las capacidades humanas que tan fácilmente pueden ser corrompidas como se ha demostrado en cada institución y forma de gobierno, sino que debe cimentarse en los principios del Catolicismo. Así pues, nos mantenemos cobijados en el Manto de nuestra Señora la Virgen Madre de Dios y al pie de la Santa Cruz que permanece firme mientras el mundo corre desbocado al abismo.

IDEAS FUNDAMENTALES DEL PROGRAMA

La idea más básica del partido debe ser el desarrollo y mantenimiento de una Sociedad basada en las enseñanzas de la Tradición Católica, las cuales deben estar imbuidas en las leyes, de tal forma que su cumplimiento sea un ejemplo constante que aleccione a todos los estamentos de la Sociedad. Nuestra Patria debe legalmente reconocer la Religión Católica como Religión de la Nación con el deber de practicarla y respetarla, ya que si bien es cierto que la Nación no tiene alma por sí mismo, tanto los gobernantes como los gobernados la tienen debido a esto, los actos de la Nación deben guardar conformidad con las enseñanzas Católicas.
La importancia de basar la política en la Religión Católica es porque así se crea una identidad propia basadas en la Fe común y una misma ley moral, que trasciende por sus efectos a las costumbres, a los sentimientos, a los derechos, a la cultura y a toda la vida de un pueblo.
La pretendida laicidad es en la práctica absurda porque contradice la naturaleza del alma humana de aspirar más allá de este mundo, la cual solo puede alcanzarse por medio de la Religión Católica.
El papel de la Iglesia Católica está claramente definido hace siglos, dividido en la Potestad Eclesiástica que atiende a los asuntos divinos y la Potestad Civil que atiende a los asuntos terrenos de forma independiente entre ellas, respetando su respectiva esfera de acción, por lo tanto se vuelve innecesaria y contraproducente la pretendida “separación de Iglesia y Estado” promovida por los revolucionarios.
Dentro de los actos civiles el gobierno de la Nación debe considerar lo siguiente
El uso de cementerios (La Cristiana sepultura)
La familia (Enfatizar la importancia del núcleo familiar tradicional Padre – Madre – Hijos)
El matrimonio (El único matrimonio es entre hombre y mujer, el gobierno debe cuidar de evitar todo tipo de propaganda o ensalzamiento de aberraciones producto de la ideología de género y similares, al ser un sacramento debe ser realizada en primer lugar la celebración religiosa y posteriormente la civil, la cual solamente es un registro, no hay divorcio en ningún caso, la separación es en casos de violencia o grave irresponsabilidad, por lo tanto no hay tal cosa como “nuevos matrimonios”)
El aborto debe estar absolutamente prohibido, lo mismo que cualquier forma de apoyo a semejante crimen.
El testamento (Las personas son libres de testar en la forma que les parezca sin aplicaciones de impuestos posteriores a las obligaciones que la persona ya tenía en vida,
La Nación tiene la grave responsabilidad de apoyar en cuanto le sea posible para llevar la Santa Religión a los pueblos llamados “no contactados”.
La Nación debe evitar por todos los medios posibles la propagación de conductas aberrantes, viciosas y escandalosas que alteran la paz, en especial entre los jóvenes.
Cada persona debe ser libre de tener sus propios bienes con plena capacidad de hacer ellos cuanto le pluguiere siempre y cuando se mantenga dentro de las leyes correspondientes. La Nación ha de garantizar la propiedad privada.
La libertad de expresión debe ser permitida por la Nación, sin embargo, no se pueden permitir casos de injurias calumniosas.
Acerca de la cuestión social de los trabajadores y sus patrones, se tiene que entender que ambas partes deben mirar a la otra no con el odio y resentimiento sembrado a través de las ideas revolucionarias liberales y marxistas, sino como al prójimo, cumpliendo los deberes que cada uno tiene con la otra parte basándose en el cumplimiento del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, un justo sistema de asociación alejado de los frentes sindicatos marxistas que operan como bandas criminales y creación de leyes con las cuales el Estado ayudará al buen entendimiento entre las partes de manera prudencial, evitando un entrometimiento constante, sin exigir ni de unos ni de otros sacrificios desmedidos o exigencias desmesuradas. 
Recordando, eso sí, la obligación de la Caridad no como un ejercicio ante la Nación sino ante Dios.

La Nación debe recordar la importancia de rendir tributo a Dios en los días especialmente designados para tal motivo, los domingos y festividades religiosas deben tratados de forma especial, si bien no se prohíbe se prefiere que no haya actividades laborales, con excepción de aquellas vinculadas a emergencias, durante esos días. Adicionalmente se respetará las consideraciones generales con respecto a la disposición de 40 horas laborales (herencia Hispana) en 5 días a la semana, el tiempo adicional será considerado trabajo extra.
Queda pendiente tema de incentivar el ahorro, debido a que NO debe ser en los bancos.

LA JUSTICIA
Debe cambiarse por completo el sistema y los códigos actuales que no hacen más que premiar con trampas y escapes a quienes viven del crimen la corrupción y las aberraciones, castigando a quienes tratan de vivir una vida mínimamente honrada, deben desaparecer todas las referencias a cultos páganos y a comportamientos indignos muchos de estos auspiciados desde las potencias y organizaciones extranjeras.
El concepto del juez debe revalorizarse, no cualquier abogado puede llegar a tan sitial, su probidad no debe basarse únicamente en la cantidad de doctorados o estudios universitarios, máxime, cuando algunos de ellos son clara y abiertamente ideologizados por elementos revolucionarios.

LA EDUCACIÓN
La Nación debe ofrecer una enseñanza verdaderamente útil enfocada a otorgar conocimientos, motivar el razonamiento, pero en general formar buenas personas que estén en la capacidad de llevar las riendas de la Nación en el futuro, y esto solo se logra complementando la educación que viene tanto del hogar como de la Religión, La Moral, la Cívica son asignaturas a implementar pero es un error pensar que se pueden reemplazar en un establecimiento público o privado las enseñanzas que son propias de la familia.
Debe haber espacio para la educación en casa, si es que los padres de familia así lo requieren.
La educación en instituciones debe cumplir unos parámetros mínimos en cuanto a las materias básicas, además, se debe quitar todo tipo de asignaturas y temas ideologizados que alienten a la revolución y demás aberraciones.
(Faltan precisiones que hacer, acerca de la enseñanza religiosa y el currículum)
Los maestros tienen como principal objetivo el enseñar sus asignaturas de forma responsable y efectiva, es muy importante evitar sobrecargarlos con la realización de documentos, informes y demás trabajo burocrático adicional.


La educación superior (universitaria) no puede ser “autónoma” esto la desliga de la realidad del resto de la educación, pero lo más grave es que la convierte en centros de adoctrinamiento revolucionario, según la conveniencia de los partidos o grupos de poder que se hacen con su administración.

LA ECONOMÍA
La Nación debe establecer un sistema económico que permita acercar la justicia al trabajo, es decir, en el cual las personas tengan verdaderas oportunidades y no estén atrapadas entre la dualidad del marxismo y su indigencia ante el gobierno o el liberalismo y su indigencia ante los capitalistas, en cambio el sistema económico que más se adapta a las aspiraciones católicas es el distributismo como verdadera opción a los males anteriormente mencionados, buscando que las personas sean propietarios y productores, que los negocios no queden en manos de unos pocos capitalistas o sea botín político de cada gobierno. Es muy importante tener como objetivo que la Nación sea autosuficiente al menos en los productos más básicos. El distributismo se complementa naturalmente con la Doctrina Social de la Iglesia Católica.
La aplicación del distributismo debe tener entre sus resultado la reducción del tamaño del estado lo cual debe llevar a una importante disminución de la carga impositiva, en especial con quienes realicen pequeños y medianos emprendimientos.
Las obras públicas requieren de honestidad de tal manera que se realicen de forma efectiva, con las especificaciones requeridas con costos justos, la conexión entre las áreas productivas, el impulso a los puertos y aeropuertos, apoyo del sector agrícola invirtiendo recursos tanto en el transporte como en la producción en sí misma, resulta muy importante la creación de áreas cultivables con las condiciones necesarias con esto se busca reducir los “cinturones de pobreza” que existen en las ciudades, pero este esfuerzo debe ir en conjunto con leyes que eviten el mal uso de estas áreas cultivables y conlleven a un compromiso por parte de las personas.
La moneda, si bien es cierto el panorama actual evita por completo dejar de utilizar el dólar de Estados Unidos como moneda de curso legal, también es cierto que es muy necesario a mediano y largo plazo volver a una moneda propia, que sea administrada por el gobierno de la Nación. Un sistema intermedio que puede servir de puente para avanzar en este propósito sería algo parecido a lo que existe en Panamá, que tiene moneda propia, el Balboa, pero solo para valores fraccionarios, mientras que usa dólares de Estados Unidos para valores mayores.
(Falta acerca de la Industria y turismo, en este último aspecto resulta primordial eliminar el turismo de drogas o sexo, como ocurre en Montañita o en Baños)
(Falta  el tema de la inmigración)

POLÍTICA FORMA DE GOBIERNO DE LA NACIÓN
Todo lo anteriormente expuesto de poco y nada podrá servir para el engrandecimiento de nuestra Nación y el bienestar del pueblo sino se elimina el sistema de gobierno actual, el cual ha demostrado ampliamente que es frágil y muy susceptible a ser utilizado por corruptos, incompetentes, y por verdaderas organizaciones criminales algunas de las cuales son partidos o movimientos políticos. La Constitución y las leyes se contradicen las apreciaciones de la corte constitucional resultan ser inconstitucionales en muchos casos, y la aplicación de leyes puede llegar a ser simplemente imposible. La Constitución debe ser cambiada no por otra más que nos lleve al mismo resultado sino por las Leyes Fundamentales complementadas un compendio de La Moral Católica.
La democracia con el sistema actual tampoco funciona, las elecciones solo sirven para que un pequeño grupo de personas puedan presentarse y acaparar el poder político repartiéndose de una u otra forma los cargos públicos para llenar las cuotas de sus acólitos. La principal falla de la democracia es el sufragio universal, puesto que, presume que todas las personas están en capacidad de entender los diversos planes de gobierno, compararlos y tomar una decisión responsable en base a su razonamiento, la realidad es muy distinta, la gran mayoría de la población se deja llevar solo por sentimentalismos, y las elecciones se convierten en concursos de popularidad, o al menos, los candidatos tratan de ser menos odiados que los demás. Se agrega que no tiene ningún sentido la obligatoriedad de sufragar en elecciones lo cual debería ser un acto voluntario.
Para superar este lamentable impase, la dictadura tampoco es respuesta, puesto que, desde su concepción (y así se lo entendía en la Antigüedad) es solamente un gobierno de emergencia, el cual debe arreglar los problemas más urgentes y devolver el poder a su cauce normal.
Se propone pues por tanto una Monarquía Tradicional, en la cual el Rey sea jefe de estado y de gobierno, que sea aconsejado para los asuntos del gobierno y la creación de leyes por una corte designada por él mismo de entre los diferentes estamentos de la sociedad.
La cuestión autonómica se resuelve con la creación de Fueros los cuales pueden ser a nivel municipal después de haber sido reestructurados, de esta forma se ahorra el gasto en la burocracia de los consejos provinciales y se disminuirá sensiblemente el gasto en las gobernaciones, los alcaldes pueden seguir siendo elegidos por votación así como los concejales, en caso que no se alcance las condiciones para elegir cabildo municipal el Rey podrá designar un regidor para encargarse del trabajo del alcalde.

(Quedan temas pendientes)

Laus Deo