sábado, 22 de agosto de 2009

Regalarle rosas a nuestra Santa Madre Virgen María



El Santo Rosario: Desde los principios del cristianismo, los fieles acostumbraban a rezar los salmos al igual que lo hacían los judíos, continuando con esta costumbre en los monasterios, ya desde el siglo IX en Irlanda había la costumbre de hacer nudos en una cuerda para contar los Ave Marías, fue en 1208 cuando Santo Domingo, quien se había impuesto la misión de convertir a quienes se habían apartado de la Iglesia Católica para seguir la herejía albingense, fue instruido por la Madre de Dios en persona a rezar el Rosario, diciéndole que extendiera esta devoción y que la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe




Nuestra Señora ha revelado a muchas personas que cada vez que ellos dicen un Ave María le dan una hermosa rosa y que cada Rosario completo hace una corona de rosas, para darle este regalo a nuestra Santa Madre solo debemos seguir estas instrucciones:



1).- Con la cruz del rosario en su mano, haga la Señal de la Cruz, y después rezar el Credo de los Apóstoles o el Acto de Contrición

2).- Rezar el primer Padre Nuestro y meditar el Primer Misterio.

3).- Rezar 10 Ave María (una por cada cuenta pequeña), después rezar el Gloria y luego la Jaculatoria

4).- Rezar el Padre Nuestro y meditar el Segundo Misterio, después continuar con las 10 Ave María, el Gloria y la Jaculatoria

5).- Rezar el Padre Nuestro y meditar el Tercer Misterio, después continuar con las 10 Ave María, el Gloria y la Jaculatoria

6).- Rezar el Padre Nuestro y meditar el Cuarto Misterio, después continuar con las 10 Ave María, el Gloria y la Jaculatoria

7).- Rezar el Padre Nuestro y meditar el Quinto Misterio, después continuar con las 10 Ave María, el Gloria y la Jaculatoria

8).- Rezar un Padre Nuestro, tres Ave María y un Gloria, por las intenciones de Su Santidad el Papa

9).- Rezar la Salve

10).- Finalmente recitar las Letanías de la Virgen (Lauretanas)

Las Oraciones del Rosario

Señal de la Cruz:
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Credo de los Apóstoles:
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Acto de Contrición
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí
y por el cielo que perdí;
pero mucho mas me pesa porque pecando
ofendí un Dios tan bueno y tan grande como vos;
antes querría haber muerto que haberle ofendido,
y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia,
no pecar mas y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amen

Padre Nuestro:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
No nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Amen.

Ave María
Dios te salve María,
llena eres de gracia
El Señor es contigo,
bendita tu eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte,
Amén.

Gloria:
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria: Se puede utilizar una de las siguientes:

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defíéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.



Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia. (Oración de Fátima).



Maria, madre nuestra, te pedimos que nos ayude a liberarnos de la superficialidad, de las frivolidades, las cosas sin fundamentos y las apariencias, haz que nada nos impida tener capacidad para reflexionar y así vivir conforme a los caminos enseñados por tu Hijo Jesucristo. Amén

Maria, madre nuestra, te pedimos que el mal no triunfe en el mundo, te rogamos para que las mezquindades no dominen a los hombres, te suplicamos que no libres de las injusticias y de todo mal que la rodea, ayúdanos a vivir en la paz de Jesús. Amén

Maria, madre nuestra, te rogamos tu fuerza amorosa, para desterrar nuestro egoísmo, y así poder reconocer todo lo que nuestro buen Padre y su único hijo han hecho por nosotros. Amen

Maria, madre nuestra, queremos tu inspiración para estar siempre motivados en nuestra participación con nuestra Iglesia, para así construir una forma de vida lejos del egoísmo y la falta de caridad, pero cerca del amor y la fraternalidad. Amén.

Maria, madre nuestra, danos tu ayuda, para que no tener flaquezas en la constante ayuda que debemos dar a los niños abandonados y sin hogar, y para que la solidaridad sea nuestra misión de cada día. Amén

Maria, madre nuestra, contágianos de esperanza, para que nunca desesperemos y la angustia no nos haga caer, fortalécenos para no desfallecer en el camino al encuentro con el Señor. Amen

Maria, madre nuestra, enséñanos a cumplir los preceptos de amar y respetar a nuestros hermanos, sin distinción de color de piel, edad, condición económica, sexo y nacionalidad y así vivir conforme a lo enseñado por tu Hijo Jesucristo. Amén

Maria, madre nuestra, muéstranos el camino del amor y la valoración de los hombres por la dignidad que Dios le entregó, haz que veamos en cada hombre, mujer o niños, los el Señor ve en ellos. Amén

Maria, madre nuestra, entréganos tu consejo maternal para saber como entregar amor a los que están postrados por la enfermedad, para llevarles alivio a su corazón dolido y entregar la fuerza de la recuperación. Amén

Maria, madre nuestra, no permitas que renuncie a los sacrificios que debemos hacer para vivir en armonía y concordia con todos nuestros hermanos, ellos tus hijos, ayúdanos a ser comprensivos. Amén

Maria, madre nuestra, líbranos de todo libertinaje y de toda posibilidad de ser permisivo con lo actos de inmoralidad que conducen al hombre a la vida sin dignidad. Amén

Maria, madre nuestra, condúcenos por un camino de belleza familiar, para que las relaciones entre padres e hijos conozcan la comprensión mutua y la aceptación mutua de los cambios generacionales. Amén

Maria, madre nuestra, te imploramos tu asistencia, porque no queremos que los bienes materiales nos hagan olvidar los verdaderos valores que dan sentido a nuestra existencia, y así ver la vida conforme a las enseñazas de Jesús. Amen

Maria, madre nuestra, deja que copiemos de tu sencillez, para vencer los deseos de vanagloriarse y de soberbia, porque nuestros débiles corazones necesitan imitarte para no caer en malas actitudes. Amén

Maria, madre nuestra, solo mirándote a ti, lograremos enriquecer nuestra existencia con valores morales y lejos de toda vida perniciosa, por eso te pedimos que nuestros ojos vivan dirigidos a ti, modelo de amor y santidad. Amén

Maria, madre nuestra, eres la fuerza que necesita nuestra fe, para que viva empeñada en el descubrimiento de las hermosas enseñanzas de tu Hijo en los Evangelios, quédate siempre con nosotros. Amén

Maria, madre nuestra, con tu ejemplo, queremos no dejarnos engañar por la maldad y vivir con un corazón puro, por eso te pedimos que nos des una visión que nos permita ver lo bueno, donde este y sin prejuicios. Amén

Maria, madre nuestra, con tu ayuda incondicional, queremos asumir el compromiso de trabajar por las cosas justas y equitativas, y de denunciar la actitudes de injusticias, especialmente con los más desposeídos. Amén

Maria, madre nuestra, oriéntanos para que nunca actuemos en contra de los hombres y para que nuestro prójimo reciba de nosotros por encima de cualquier dificultad una palabra de aliento y amor. Amén

Maria, madre nuestra, enséñanos madre buena a superar nuestra actitud egoísta, crítica y exigente con nuestros hermanos, así como vivir siempre en el camino de la comprensión y la misericordia. Amé

La Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.



Letanías de la Virgen (Lauretanas)
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo óyenos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre Celestial, Ten piedad de nosotros
Dios Hijo. Redentor del Mundo, Ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros
Santa Trinidad un solo Dios, Ten piedad de nosotros

Santa María. Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios. Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes. Ruega por nosotros
Madre de Cristo. Ruega por nosotros
Madre de la Iglesia. Ruega por nosotros
Madre de la Divina Gracia. Ruega por nosotros
Madre Purísima. Ruega por nosotros
Madre Castísima. Ruega por nosotros
Madre y Virgen. Ruega por nosotros
Madre sin mancha. Ruega por nosotros
Madre Inmaculada. Ruega por nosotros
Madre amable. Ruega por nosotros
Madre admirable. Ruega por nosotros
Madre del buen consejo. Ruega por nosotros
Madre del Creador. Ruega por nosotros
Madre del Salvador. Ruega por nosotros
Virgen prudentísima. Ruega por nosotros
Virgen venerada. Ruega por nosotros
Virgen laudable. Ruega por nosotros
Virgen poderosa. Ruega por nosotros
Virgen clemente. Ruega por nosotros
Virgen fiel. Ruega por nosotros
Espejo de justicia. Ruega por nosotros
Sede de sabiduría. Ruega por nosotros
Causa de nuestra alegría. Ruega por nosotros
Vaso espiritual. Ruega por nosotros
Vaso honorable. Ruega por nosotros
Vaso insigne de devoción. Ruega por nosotros
Rosa Mística. Ruega por nosotros
Torre de David. Ruega por nosotros
Torre de Marfil. Ruega por nosotros
Casa de oro. Ruega por nosotros
Arca de la Alianza. Ruega por nosotros
Puerta del Cielo. Ruega por nosotros
Estrella de la mañana. Ruega por nosotros
Salud de los enfermos. Ruega por nosotros
Refugio de los pecadores. Ruega por nosotros
Consuelo de los Afligidos. Ruega por nosotros
Auxilio de los cristianos. Ruega por nosotros
Reina de los Ángeles. Ruega por nosotros
Reina de los Patriarcas. Ruega por nosotros
Reina de los Profetas. Ruega por nosotros
Reina de los Apóstoles. Ruega por nosotros
Reina de los Mártires. Ruega por nosotros
Reina de los Confesores. Ruega por nosotros
Reina de las Vírgenes. Ruega por nosotros
Reina de todos los santos. Ruega por nosotros
Reina concebida sin pecado original. Ruega por nosotros
Reina llevada si cielo. Ruega por nosotros
Reina del Sacratísimo Rosario. Ruega por nosotros
Reina de la paz. Ruega por nosotros

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Ten piedad de nosotros

Misterios del Santo Rosario

Misterios Gozosos: Misterios a ser meditados los días Lunes y Sábados

Primer Misterio: La Anunciación del Angel a María Santísima
Segundo Misterio: La visitación de la Santísima Virgen María a su prima Santa Isabel
Tercer Misterio: El Nacimiento del Niño Jesús Hijo de Dios en Belén
Cuarto Misterio: La presentación del Niño Jesús en el Templo
Quinto Misterio: El Niño Jesús perdido y hallado en el templo

Misterios Luminosos: Misterios a ser meditados los días Jueves

Primer Misterio: El Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo en el Jordán
Segundo Misterio: La autorrevelación de Nuestro Señor Jesucristo en las bodas de Caná
Tercer Misterio Luminoso: Nuestro Señor Jesucristo anuncia el Reino de Dios, invitando a la conversión
Cuarto Misterio: La Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo
Quinto Misterio: Nuestro Señor Jesucristo instituye la Eucaristía

Misterios Dolorosos: Misterios a ser meditados los días Martes y Viernes

Primer Misterio: La Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto
Segundo Misterio: La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo
Tercer Misterio: Nuestro Señor Jesucristo es coronado de espinas
Cuarto Misterio: Nuestro Señor Jesucristo carga con la Cruz a cuestas, camino al Calvario
Quinto Misterio: La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo

Misterios Gloriosos: Misterios a ser meditados los días Miércoles y Domingos

Primer Misterio: La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo
Segundo Misterio: La Ascención de Nuestro Señor Jesucristo
Tercer Misterio: La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés
Cuarto Misterio: La Asunción de la Santísima Virgen María a los Cielos
Quinto Misterio: La Coronación de la Santísima Virgen María como Reina de Cielos y Tierra

lunes, 3 de agosto de 2009

Bilocación

La bilocación es la presencia simultánea de una misma persona en dos lugares diferentes, ningún otro fenómeno de la mística da tantas dificultades poder explicarlo satisfactoriamente, por lo cual se han formulado muchas teorías al respecto

Santo Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia, enseña que la presencia de un mismo cuerpo en dos lugares diferentes al mismo tiempo es contradictoria porque la materia ocupa unas dimensiones específicas y no las puede ocupar en diferentes lugares simultáneamente.

Pero si puede ocurrir que mientras un cuerpo está en un lugar en otro lugar esté una representación o figura aparente del mismo. Esta representación puede darse "sobrenaturalmente" (por intervención divina) pero también puede darse de forma preternaturalmente" (por intervención diabólica). Esta explicación no ofrece ninguna dificultad y es una de las formas más aceptadas para explicar este fenómeno.

Bilocaciones Sobrenaturales
Los fenómenos de bilocación sobrenatural se dan por una representación sensible, hecha milagrosamente por Dios, en uno de los lugares de la bilocación. Así pues la bilocación puede ser:

Puramente en espíritu: Cuando se realiza únicamente en espíritu y va acompañada de aparición, la presencia de la persona es física en el punto de partida, y es puramente representativa en donde tiene lugar la aparición, o sea, donde el espíritu se representa visiblemente revestido de un cuerpo, el cuerpo que el espíritu toma para hacerse visible a lo lejos representa a la persona que físicamente está en otra parte.

En cuerpo y alma, es decir la persona completa: Cuando la bilocación se hace en cuerpo y alma, la presencia de la persona es física allí donde el cuerpo y el alma se presentan y aparecen de una manera visible, y es representativa en el sitio que la persona abandona, es decir, que el cuerpo que parece permanecer en el lugar de origen, y que las personas creen que no se ha movido para nada, no es más que una representación de la persona hecha por el ministerio de un ángel (o de otro modo desconocido por nosotros), mientras que la verdadera persona se ha trasladado en cuerpo y alma a la otra parte.

Esta doble presencia, representativa en un lado, y física, del otro, es esencial a la bilocación de cualquier manera que se verifique, ya sea en cuerpo y alma, o sea puramente en espíritu, pero de manera visible. También se debe insistir en que esta doble presencia de la que hablamos, la una física, la otra representativa, supone necesariamente, para constituir verdadera bilocación, la traslación, es decir, el paso de la persona de un lugar a otro, ya sea en cuerpo y alma, ya al menos en espíritu.

Bilocaciones Preternaturales
El fenómeno bilocativo puede tener a veces, sin duda ninguna, un origen preternatural o diabólico. El demonio puede perfectamente -permitiéndolo Dios- encargarse de realizar la representación de la persona "bilocada" en uno de los lugares de la bilocación. "El contexto y las circunstancias que acompañan a esas bilocaciones será el criterio diferencial para distinguirlas de las sobrenaturales, de acuerdo con las normas y reglas del discernimiento de los espíritus."(Cf. P. Serafín en su libro Principios de la Teología Mística p. 430.)

Algunos ejemplos de bilocación sobrenatural

San Antonio de Padua
En 1225 durante su estancia en Francia mientras predicaba en el púlpito y leyendo en el coro en sitios distantes

"Cierta noche, él pidió licencia a su superior para salir del convento y se puso camino de Lisboa. Allá llegó prodigiosamente en la mañana siguiente, cuando no serían suficientes tres meses para recorrer la distancia entre Padua y Lisboa".
"Llegando a su tierra natal, se presentó al tribunal para pedir la libertad de su familia. Como érase de esperar, no fue atendido, visto ser por demás graves los indicios acumulados contra ella".
"El Santo pidió entonces que le trajesen el cadáver de la víctima. Al verlo, le ordenó en nombre de Cristo que volviese momentáneamente a la vida para indicar su asesino. Y el cadáver se animó, confesó abiertamente que ningún miembro de la familia de Antonio era culpado de su muerte y después cayó nuevamente en su sueño de muerte".
"La novedad del milagro y la solemne declaración de tal testimonio fueron suficientes para libertar la familia de Antonio, con la cual él pasó aquel día. Se despidió al caer de la noche y en el día siguiente encontrábase nuevamente en su convento de Padua".



San Pompilio María Pirrotti
Una penitente del taumaturgo sufre los malos tratos de su marido, hombre vicioso y de áspera condición. Se encomienda a las oraciones de su confesor y experimentan las cosas tal cambio que hasta el esposo invita a un paseo por el campo el próximo domingo a su antes odiada mujer. Corre ella a contárselo al confesor, pero éste, sin darle total crédito, la pone en recelo y la aconseja que le llame, si llega a verse en peligro. Realízase lo del paseo dominical, mas ya en pleno campo el pérfido consorte saca un cuchillo y trata de asesinarla; pero, al invocar ella al padre Pompilio, aparece su figura demacrada y austera, arrebata el arma al asesino y le increpa de tal forma que cae de hinojos compungido y con promesa de confesión. Va, efectivamente, a confesarse a la mañana siguiente con el propio San Pompilio, y éste le muestra el consabido cuchillo. Pero lo más notable es que, a la hora precisa del frustrado atentado, el Santo estaba en público, en el púlpito de su iglesia, e interrumpió unos momentos su sermón, como abstraído en otra cosa, y lo continuó después sin aludir a nada. No tardó en saberse todo y quedó depuesto en los testimonios procesales. La bilocación no es fenómeno desconocido en las vidas de los santos



San José de Copertino
Cuando su madre estaba muriendo en el pequeño pueblo de Copertino, José se encontraba en Asís y percibió la necesidad de su madre. Una gran luz entró por el cuarto de la señora, era San José de Copertino que había llegado. Su madre al verlo exclamó !Oh Padre José, Oh mi hijo!, y murió instantáneamente. Cuando sus superiores le preguntaron por qué estaba llorando tan amargamente, el contestó porque su madre acababa de morir. Hay muchos que atestiguan que el Padre José asistió a su madre en Copertino.


BILOCACION

San Alfonso María de Ligorio
Del proceso de canonización.- "El venerable siervo de Dios, en cuanto residía en Arionzo, un lugarejo de su diócese, en 21 de septiembre de 1774 sufrió un desmayo. Quedó por casi dos días sentado en una silla de brazos, sumergjdo en dulce y profundo sueño. Uno de los empleados quería despertarlo. Además su Vicario General, Don Rubino, ordenó que no lo tocasen y que se quedasen vigilándolo constantemente en un cuarto próximo. Cuando al final se despertó y tocó una campanilla, todas las personas de la casa acudieron. Al verlas pasmadas, les preguntó el porqué. Respondieron: "Hoy!, Monseñor, ya hace dos días que Ud. no habla, ni come, ni da señal alguna de vida!"
"Entonces", - respondió él, - "Uds. pensaban que yo estuviese durmiendo, pero no fue bien eso; Uds. no saben que fui a asistir al Papa, que ahora ya no se encuentra más en la lista de los vivos". Con efecto, después de breve lapso de tiempo, se supo que Clemente XIV falleciera el 22 de septiembre, a las ocho de la mañana, ésto es, exactamente en la hora en que el siervo de Dios había tocado la campanilla.



San Pio de Pietrelcina
En el convento de San Elías de Pennisi, Fray Pío experimentó por primera vez el fenómeno de la bilocación. La noche del 18 de enero de 1905, mientras se encontraba en el coro, recogido en profunda oración, se sintió trasladado a una casa señorial de la ciudad de Údine, donde estaba muriéndose un hombre y naciendo una niña.
El caso curioso fue narrado por el mismo religioso que, por obediencia lo puso por escrito y, después de muchos años, por la joven que entonces había nacido.

"Hace días- escribe Fray Pío- me pasó algo insospechado: Mientras me encontraba en el coro con Fray Atanasio, eran como las 23 horas del 18 de este mes cuando me encontré en una casa señorial donde moría un papá mientras nacía una niña. Se me apareció entonces la Santísima Virgen que me dijo: ‘Te confío esta criatura, es una piedra preciosa en su estado bruto. Trabájala, límpiala, hazla lo más brillante posible, porque un día quiero usarla para adornarme…’ Le contesté a la Virgen: ‘¿Cómo podría ser posible, si yo soy todavía un estudiante y no sé si un día podré tener la suerte y la alegría de ser sacerdote? Y aunque llegue a ser sacerdote, ¿cómo podré ocuparme de esta niña, viviendo yo tan lejos de aquí?’ La Virgen me respondió: ‘No dudes. Será ella quien irá a buscarte, pero antes la encontrarás en la Basílica de San Pedro en Roma’. Después de esto… me encontré otra vez en el coro".

Este escrito fue cuidadosamente guardado por el director espiritual del Padre Pío, el padre Agustín de San Marco en Lamis. La niña de la que se habla en el escrito se llama Giovanna Rizzani. Su Papá estaba inscrito en la Masonería. Durante su última enfermedad, su lujosa residencia fue rigurosamente vigilada día y noche por los masones, situada en la calle Tiberio de Ciani No. 33 de la ciudad italiana de Údine. Esto, para impedir el paso de cualquier sacerdote.

Horas antes de morir, su esposa Leonilde (que era muy religiosa) estaba cerca del lecho del moribundo recogida en oración y lágrimas. De repente vio salir de la recámara y alejarse por el pasillo a un fraile capuchino. Se levantó enseguida, lo llamó y lo siguió mientras el fraile desaparecía.

La señora estaba extremadamente angustiada pensando en su esposo que se moría sin los auxilios religiosos. En aquel momento, oyó gemir al perro que estaba amarrado en el jardín de la casa, como si el animal percibiera la muerte ya próxima del amo.

La señora, no aguantando el gemido del perro, fue a soltarlo. En esos momentos sintió los dolores del parto y allí mismo dio a luz a una niña. El administrador de la casa corrió para ayudarle. De lejos vieron la escena los dos masones que vigilaban la entrada y también el párroco que quería entrar a la casa para auxiliar al moribundo.

El administrador, después de que ayudó a la señora a alcanzar la recámara, bajó indignado contra los masones que impedían el paso al sacerdote y les gritó: "Dejen entrar al padre. Ustedes pueden impedirle que asista al moribundo, pero no tienen derecho a impedirle que vaya a bautizar a la niña que acaba de nacer prematuramente".
Fue así como se dejó pasar al sacerdote, que además de bautizar a la niña, administró los últimos sacramentos al moribundo arrepentido.

A la muerte del señor Juan Bautista Rizzani, la joven viuda se trasladó a Roma con sus papás. Allí, la pequeña Giovanna creció educada cristianamente.

Monseñor Damiani, Vicario General De la Diócesis de Salto en el Uruguay, mantenía este diálogo en 1930 con su amigo el Padre Pío: Me gustaría morir aquí para que usted me asistiera en mis últimos momentos. Le contestó el Padre Pío: No, usted morirá en Uruguay. ¿Y usted irá a ayudarme a morir bien?. Naturalmente.

Durante ese mismo viaje, una mañana, Monseñor Damiani tuvo un ligero ataque cardíaco y al punto envió en busca de su amigo. Pero como estaba confesando, el capuchino no acudió al llamado. Cuando éste subió hacia mediodía, el prelado lo retó suavemente: Capuchino, ¿porqué no vino cuando lo mandé a llamar?, podía haber muerto. Hombre de poca fe, ¿no le dije que usted morirá en el Uruguay?. Y veamos ahora el fin de la historia, contada en 1942 por el R. P. Antonio M. Barbieri, Arzobispo de Montevideo: En 1942, en la víspera de las bodas de plata sacerdotales del Obispo de Salto, Monseñor Alfredo Viola, que reunía en el Obispado al Delegado Apostólico y a cinco prelados, fui despertado a medianoche por un golpe dado en la puerta de mi cuarto. Al entreabrirla, vi pasar un capuchino y oí una voz que me susurraba: "Vaya al cuarto de Monseñor Damiani, está muriéndose". Me puse la sotana, desperté a algunos sacerdotes y fuimos al cuarto de Monseñor. Sobre la mesa de noche había una hoja de papel con unas palabras escritas de puño y letra: "El Padre Pío ha venido" (el Arzobispo conserva este testimonio). Cuando fui a Italia y vi al Padre Pío, le pregunté: "Padre, ¿era usted el Capuchino que yo vi la noche en que murió Monseñor Damiani?. El Padre pareció confuso, cuando le hubiera sido tan fácil negarlo. Como no insistí él sigue guardando silencio. Yo me eché a reír diciendo: "Ya comprendo". Entonces movió la cabeza y dijo: "Si, usted ha comprendido".



San Pedro María Regalado
Las crónicas afirman que fue asistido en su muerte (el 30 de marzo de 1456) por los obispos de Osma y Palencia separadamente, mediante un milagro de bilocación del santo.



Santa Faustina Kowalska
Bajo la guía de un ángel, he estado en los abismos del infierno. Es un lugar de grandes tormentos en toda su extensión espantosamente grande... Habría muerto a la vista de aquellas horribles torturas, si no me hubiera sostenido lo omnipotencia de Dios. El pecador sepa que con el sentido con el que peca, será torturado por toda la eternidad. Escribo esto por orden de Dios para que ningún alma se justifique diciendo que el infierno no existe, o que ninguno ha estado nunca y ninguno sabe cómo sea. Yo, Sor Faustina, por orden de Dios estuve en los abismos del infierno con el fin de relatarlo a las almas y atestiguar que el infierno existe.



San Martín de Porres
Fray Bernardo Medina cuenta que un comerciante amigo, estando gravemente enfermo en México, se acordó de fray Martín, queriendo tenerlo consigo en su última hora. Al poco tiempo se presentaba éste en su habitación: «¿Qué es esto? -le dijo fray Martín, amenazándole con el índice- ¿Queríase morir? ¡Oh, flojo, flojo!». Extrañado el comerciante, le preguntó de dónde venía. «Del convento». Al día siguiente el comerciante, completamente sano, anduvo buscando por los conventos de la ciudad a fray Martín, para darle las gracias, pero no le halló. Vuelto a Lima, los dominicos le informaron que el Hermano no había salido de la ciudad, con excepción de una corta visita a Limatambo. Y cuando halló a fray Martín, éste le dijo, abriendo sus brazos: «¿Queríase morir? ¡Oh, flojo, flojo!». Algo semejante, conocido con fechas y circunstancias, sucedió en Portobelo, y también hay noticias de que fray Martín estuvo en Japón, en China y en Berbería.
Se cuenta de numerosos casos en que enfermos y necesitados, deseando la presencia de San Martín, recibían su visita al punto, sin que nadie le abriera la puerta. Y en algún caso se conoce el hecho con gran exactitud. En una epidemia de sarampión, sesenta frailes del convento, la mayoría novicios, contrajeron la enfermedad, y fray Martín se multiplicaba atendiendo a unos y a otros, de día y de noche, entrando y saliendo «con las puertas cerradas y echados los cerrojos o cercos».



Bilocacion de la Santísima Virgen María en la Virgen del Pilar en el año 40:
En la noche del 2 de enero del año 40 el apóstol Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro, en la península ibérica, cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". Se trata entonces de la más antigua advocación de María, y un caso de bilocación de la Madre de Dios, ya que ella estaba en ese entonces aún en la tierra.


Detalle de la Virgen del Pilar

Además de otros casos entre ellos: el Papa San Clemente, San Francisco de Asís, Santa Clara, Santa Ludwina, San Francisco Javier, San Juan Bosco, entre otros

Fuentes:

http://www.es.catholic.net/temacontrovertido/609/1554/articulo.php?id=14297
http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=527&capitulo=6653
http://www.corazones.org/santos
http://www.mercaba.org