miércoles, 6 de abril de 2011

El Juicio Particular y el Juicio Universal

El Juicio Particular o Juicio del Alma
Al morir, tendremos un Juicio Particular. En este juicio nos encontraremos ante Jesucristo y ante nuestra vida: todos nuestros actos, palabras, pensamientos y omisiones quedarán al descubierto.

Suena dramático, pero es real. Si nos encontramos en gracia de Dios, nuestra eternidad feliz empezará en ese momento. Si morimos en una actitud de rechazo total y voluntario a Dios, en pecado mortal, entonces empezará para nosotros el castigo eterno, el infierno.

La muerte pone fin a la vida temporal del hombre. Pone fin también al tiempo que Dios nos da para decidirnos a la aceptación o al rechazo de la gracia divina otorgada en Cristo (Tim 1.9 - 1.10).
Dios es Juez supremo, aquel que crea en Jesucristo no puede negar la existencia del juicio de Dios.

Algunos protestan contra el juicio de Dios, reniegan de Dios acusándolo de ser juez. Se trata de una antigua tentación. Nuestros primeros padres comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, queriendo hacerse ellos mismos los jueces supremos sobre la moral.



Juicio Universal o Juicio Final

El Juicio Final lo tendremos al final de los tiempos, cuando Jesús vuelva a venir glorioso a la Tierra. En él, todos los hombres seremos juzgados de acuerdo a nuestra fe y a nuestras obras.

La resurrección de todos los muertos, “de los justos y de los pecadores”, precederá al Juicio Final. Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación (Juan 5.28 - 5.29).

En el Evangelio según San Mateo 25.31 - 25. 46: Lo que sucederá ese día, de acuerdo con la narración de Jesucristo, será como un examen de aquello que nos caracteriza como personas humanas: nuestra capacidad de amar. En ese día saldrán a la luz todas nuestras acciones y se verá el amor hacia los demás que pusimos en cada una de ellas. Este amor será el que nos juzgará:

"Venid benditos de mi Padre… porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber…"
"Id malditos al fuego eterno… porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber…"

Al fin del mundo Cristo aparece no en figura de siervo. sino en la gloria de la Resurrección y Ascensión. La vuelta de Cristo significa, por tanto, la revelación total del amor divino aparecido en Cristo. Siendo que esta definitiva manifestación de Cristo es a la vez juicio. Cristo viene como juez.
El mundo será juzgado por El al fin de los tiempos. En este juicio final los juicios particulares no serán ni revisados, ni anulados, ni declarados definitivos; desde el primer momento son definitivos. En el juicio final serán confirmados.

Al juicio final están sometidos los malos y los buenos (I Pedro. 4.14 - 4.17).
Pero tiene significación distinta para los pecadores y para los buenos. Para los buenos significa confirmación de su comunidad con Cristo, para los pecadores significa condena y condenación. Para unos es juicio de gracia y de salvación y para otros es juicio de maldición.

Ningún acusador tendrán los buenos (Romanos 8.31 - 8.34; Apocalipsis. 12.10).
San Juan dice en el Apocalipsis que a Satanás se le arrebatan para siempre los plenos poderes que le habían sido concedidos para acusar ante Dios a los "hermanos" a los cristianos mientras duraba la historia. Por ser hijos de Dios son conciudadanos de los santos y domésticos de Dios (Efesios 2. 19). Los elegidos de Dios no tienen por qué preocuparse de que un malvado los denuncie a Dios. San Juan oye el júbilo de los bienaventurados porque se ha puesto fin a las calumniosas acusaciones del diablo. Cuando Cristo venga a juzgar no habrá por qué tener miedo a los delatores. Nadie los acusará. A los ateos, el juicio les acarreará desgracia y condenación, pero para los amigos de Dios será juicio de salvación y de gracia.
En cuanto más se multiplicaron los pecados dentro de la Iglesia, tanto más tuvo que acentuar la Iglesia la seriedad del juicio. Y así empezaron los creyentes a hacerse la angustiosa pregunta: ¿Qué responderé yo, miserable? (Dies Irae)

Nuestro Señor Jesucristo nos aclaró que ni siquiera Él conoce el día ni la hora en que se llevará a cabo el Juicio Final, sino sólo Dios Padre. Así que no debemos dejarnos engañar por personas que pretenden conocer la fecha del fin del mundo. No debemos preocuparnos por intentar conocer esa fecha, sino sólo por estar siempre bien preparados, pues no sabemos en qué momento sucederá.



Finalmente del Catecismo Mayor de San Pio X

127.- Si todos, inmediatamente después de la muerte, hemos de ser juzgados por Jesucristo en el juicio particular, ¿por qué todos hemos de ser juzgados en el juicio universal? - Hemos de ser juzgados todos en el juicio universal por varias razones:
1ª., para gloria de Dios; 2ª., para gloria de Jesucristo; 3ª., para gloria de los Santos; 4ª., para confusión de los malos; 5ª., finalmente, para que el cuerpo tenga con el alma su sentencia de premio o de castigo.
128.- ¿Cómo se manifestará la gloria de Dios en el juicio universal? - En el juicio universal se manifestará la gloria de Dios, porque todos conocerán con cuanta justicia gobierna Dios el mundo, aunque ahora se ven muchas veces afligidos los buenos y en prosperidad los malos.
129.- ¿Cómo se manifestará en el juicio universal la gloria de Jesucristo? - En el juicio universal se manifestará la gloria de Jesucristo porque habiendo sido injustamente condenado por los hombres, aparecerá entonces a la faz de todo el mundo como juez supremo de todos.
130.- ¿Cómo se manifestará la gloria de los Santos en el juicio universal? - En el juicio universal se manifestará la gloria de los Santos porque muchos de ellos, que murieron despreciados de los malos, serán glorificados a la vista de todo el mundo.
131.- ¿Cuál será en el juicio universal la confusión de los malos? - En el juicio universal será grandísima la confusión de los malos, mayormente la de aquellos que oprimieron a los justos o procuraron en vida ser estimados como hombres buenos y virtuosos, al ver descubiertos a todo el mundo los pecados que cometieron, aun los más secretos.

Fuentes:


http://es.catholic.net/conocetufe/424/903/articulo.php?id=1574
http://www.corazones.org/diccionario/juicio_alma.htm
http://www.mercaba.org/FICHAS/ESCATO/juicio_final.htm
CATECISMO MAYOR DE SAN PIO X

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