lunes, 21 de marzo de 2011

El Papa nombra a un delegado para el vicariato de Sucumbíos en Ecuador

Ya dicen los periodistas que el Vaticano "dio su brazo a torcer" y puede que las declaraciones del Monseñor Arregui (algo ambiguas) se presten para confusiones, sin embargo la noticia tal cual es, aparece en la agencia de noticias católica ZENIT.

Es decir que su santidad el Papa, no cedió ante el satánico Correa, sino, que mas bien, hace uso de su autoridad exclusiva en los asuntos de la Santa Iglesia.
A continuación la noticia

El papa nombra a un delegado para el vicariato de Sucumbíos en Ecuador

Será representante de esa circunscripción ante el gobierno

QUITO, lunes 21 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha nombrado a monseñor Angel Polivio Sánchez Loaiza, obispo de Guaranda y secretario general de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, como delegado pontificio para que sea el representante del vicariato apostólico de San Miguel de Sucumbíos ante el Gobierno nacional y para ayudar en las tareas pastorales de ese Vicariato mientras no se provea otra cosa.

La noticia ha sido confirmada este lunes por la página web de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (http://www.iglesiacatolica.ec).

El anuncio tiene lugar después de que en octubre pasado la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana anunciara que el papa nombró como administrador apostólico del vicariato, mientras se encuentra vacante la sede Sucumbíos, al padre Rafael Ramón Ibarguren Schindler, EP, actual capellán y asistente espiritual del colegio Heraldos del Evangelio Internacional de Asunción en Paraguay.

Benedicto XVI había aceptado la renuncia, por límite de edad, presentada por monseñor Gonzalo López Marañón, carmelita descalzo español de 77 años, vicario apostólico de Sucumbíos, en Ecuador, según anunció la Oficina de Información de la Santa Sede el 30 de octubre.

El padre Ibarguren nació el 26 de junio de 1952 en Buenos Aires (Argentina); fue ordenado diácono el 8 de diciembre de 2004 en Avezzano (Italia) y sacerdote el 15 de junio de 2005 en la Basílica del Carmen en Sao Paulo (Brasil). Pertenece a la sociedad clerical de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli.
La sustitución de un religioso carmelita por un sacerdote de esa familia religiosa fue criticada por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien amenazó con vetar la designación del futuro obispo.

Al dar la noticia en una entrevista con el noticiero de radio Sonorama, monseñor Antonio Arregui, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, afirmó: "El Santo Padre ha intervenido enviando un obispo que es nuestro, de una diócesis nuestra, que tiene el importante cargo de ser el secretario general de la Conferencia Episcopal, para que represente al vicariato ante el Gobierno".

"No significa propiamente una marcha atrás, eso es una lectura apresurada, significa un robustecimiento de la situación a favor de la paz", aclaró monseñor Arregui.

El presidente del episcopado aclaró que el padre Ibarguren nunca fue nombrado obispo de Sucumbíos sino administrador apostólico con encargo temporal. Esto no se ha modificado, explicó, puesto que monseñor Sánchez entra como colaborador de esa tarea pastoral.

Monseñor Angel Polibio Sánchez Loayza nació el 10 de septiembre de 1946, en Ayapamba provincia de El Oro. El 25 de noviembre de 2004, Juan Pablo II lo nombró obispo de la diócesis de Guaranda. En abril de 2008, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal lo nombró secretario general para el periodo 2008-2011.

Fuente:
ZENIT

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad de una secta herética de apariencia Católica pero muy contraria a la Doctrina y enseñanzas del Papado

http://www.youtube.com/watch?v=yns0lKUB9Rs


Sucumbíos - ISAMIS de la cual mucho se habla pero poco se conoce:

http://www.youtube.com/watch?v=Q2K0ml8GJgY&feature=related

José Ignacio dijo...

Muchas gracias por la información, es necesario que ésta información se difunda pero sobre todo, que los fieles católicos entiendan lo mucho que hemos perdido con la eliminación de lo sacro dentro de la Iglesia, y con el grave error de casi divinizar al Concilio Vaticano II.