domingo, 10 de mayo de 2009

El Milagro de Empel

Este extraordinario evento se desarrolló durante la prolongada guerra de Flandes (conocida también como la guerra de los 80 años) en que el Reino Español se enfrentó a las Provincias Unidas (actuales Países Bajos) las cuales se habían revelado.

Después de ser reconquistada la ciudad de Amberes, el Gobernador de los Países Bajos Alejandro Farnesio envió un ejército comandado por Pedro Ernesto de Mansfeld este ejército estaba conformado por 3 tercios, que llegaron a finales de Noviembre al río Mosa, en donde el ejército fue dividido, una parte acampo en la orilla y la otra (donde estaban los maestres de campo Juan del Águila y Francisco Arias de Bobadilla) en la isla de Bommel (rodeada por los ríos Mosa y Waal)


Escudo del Regimiento de Infantería Zamora No 9 que sería el Regimiento comandado por Bobadilla

La decisión de ocupar la isla de Bommel era discutible y desde luego fue ridiculizada por el enemigo, El Conde Felipe de Holac, General de las tropas de los Estados en Holanda, Zelanda y Bommel que vio una excelente oportunidad, ya que la isla está totalmente protegida por diques y puede ser inundada fácilmente, sería una buena ocasión para vengarse con una memorable derrota de la mejor parte del ejército católico.
Holac se armó con muy buena infantería y unas cien naves de quillas chatas, y arrimándose a los diques de la isla los cortó en diversos lugares. La previsora vigilancia de Bobadilla impidió que cortaran los situados directamente frente al empuje de la corriente, en cuyo caso la inundación hubiera barrido la isla. Los españoles, que estaban alojados en la zona de los pueblos de Dril, Rosan, Herwaardefl y Hurwenen en la parte oriental de la isla apenas tuvieron tiempo de subir a refugiarse en los diques. La situación era insostenible y Bobadilla dio la orden de retirada.

"La inundación echó el río sobre casi toda la isla con tanta presteza que apenas tuvo tiempo Bobadilla para llevar tras el Mosa al lugar de Empel y a otros de la vecindad las tropas, artillería y vituallas. Pero ni aquí les dejó libres la corriente del río, porque si bien los españoles habían tomado los puntos más altos, el otro campo del río parecía un mar hinchado". Por la tarde la flota rebelde descargó el fuego de su artillería, arcabuces y mosquetes sobre los españoles que se apiñaban en el dique del Mosa y sólo al anochecer, dada la estación, la latitud, y con luna creciente logró alejarlos Bobadilla con el fuego de su artillería


Maestre de Campo Francisco Arias de Bobadilla

El Martes 3 de diciembre, antes de amanecer Bobadilla terminó de pasar el Mosa con su retaguardia, ante su vista sólo se extendían aguas en los siete kilómetros entre el dique y Bolduque. Los campos estaban anegados a excepción de algunas isletas. Los contradiques que corrían desde el dique de la orilla hasta el interior presentaban múltiples cortaduras, y una flota enemiga de cien barcos impedía proseguir la navegación hasta Bolduque a través de los campos anegados. La vanguardia de Bobadilla, que al mando del capitán Antonio de Pazos se había adelantado hacia Unguen, cerca de Bolduque, donde los tercios habían dejado sus bagajes, tuvo que retroceder perseguida por cuatro galeotas, y acogerse a un castillejo situado en una isleta junto a la iglesia de Empel, que estaba guarnecido por una escuadra de italianos.
Bobadilla se dispuso a fortificarse. Mandó hacer un fuerte alrededor de la iglesia de Empel, lo guarneció con dos capitanes y doscientos soldados para asegurar el paso del Mosa, y distribuyó los tercios en torno con orden de atrincherarse para ponerse a cubierto. Al llegar la noche mandó al Capitán Bartolomé Torralva, acompañado de un soldado flamenco " fiel, muy católico y amigo de españoles " que fuera en una barquilla con un mensaje para las autoridades de Bolduque, con ruego de que sacaran la artillería de la ciudad hasta el borde de lo anegado a fin de desalojar de allí a la flota rebelde.

El miércoles 4 de diciembre, los españoles ocuparon dos isletas cercanas a la parte del dique que ocupaba el tercio de Iñiguez, que Bobadilla guarneció y puso al mando de sendos capitanes: en una de ellas asentó una pieza que contribuyó eficazmente a mantener a distancia la flota.
Mansfeld, que había recibido el aviso de Bobadilla, se trasladó a Bolduque y desde allí envió al alférez Francisco de Zambrana, natural de Linares, con el mensaje de que en un par de días tendría embarcaciones para atacar a los rebeldes; que Bobadilla "procurase entretenerse lo mejor que pudiese" a lo que éste replicó, a través de Zambrana, que aunque estaba escaso de bastimentos y municiones; Mansfeld no debería apresurarse hasta estar seguro del éxito. Cuando aparecieran las embarcaciones de Mansfeld, Bobadilla estaría preparado para cooperar al ataque con nueve "pleytas" (barcazas), con infantería embarcada para cerrar con ellas simultáneamente contra los buques rebeldes.
Esa noche, cuando volvió Zambrana con la respuesta de Mansfeld, la flota rebelde ocupaba todo el horizonte entre Bolduque y Empel; a Zambrana le había costado encontrar marineros que quisieran llevarle. Bobadilla resolvió la dificultad con diez escudos para cada marinero y la promesa de otros tantos a cada viaje. Como apostilla Alonso Vázquez, "no hay remedio más eficaz que el dinero, pues sin él no hay que esperar buenos sucesos en tas pretensiones, particularmente en las de guerra"

La mañana del jueves 5 de diciembre, Bobadilla ordenó a los Sargentos Mayores de los tercios que aprestaran las "pleytas". En cada una irían dos capitanes, diez piqueros, diez mosqueteros y diez arcabuceros. Esta composición reflejaba la de los tercios, y permitía contar con fuego de gran alcance (mosqueteros), fuego próximo (arcabuceros), y piqueros para el combate inmediato. Como preparación espiritual, los designados "confesaron y comulgaron como siempre que han de pelear lo acostumbra la nación española", y quedaron alertados a la espera del ataque de Mansfeld.
Ese mismo día, Bobadilla, acompañado de los capitanes más antiguos y expertos, pasó al castillejo de los italianos para estudiar la posibilidad de vadear lo anegado, que le pareció factible, tal como se le habla informado. Además, la inmovilidad de las naves holandesas hacia suponer que temían dar fondo y que estaban situadas sobre algún canal oculto por la inundación. El Capitán Melchor Martínez se ofreció voluntario para informar a Mansfeld y partió del castillejo en una barquilla con tres soldados españoles costeando la orilla meridional del dique por los campos anegados. Tres buques ligeros rebeldes salieron en su persecución, y aunque Melchor llegó al dique de enfrente antes que ellos no se atrevió a saltar a tierra (al no saber si era tierra del rey o de los rebeldes), y continuó aguas arriba del Mosa perseguido de cerca. Finalmente les dieron alcance y desembarcaron; los soldados que lo acompañaban lograron llegar hasta Mansfeld, pero el capitán fue herido y capturado.
La captura de Melchor alentó la seguridad de los rebeldes en el éxito, y demostró a Bobadilla que no había posibilidad de vadeo ya que la flota rebelde se movía con libertad por los campos anegados. Las esperanzas de romper el cerco se reducían por tanto a que el doble ataque dispuesto por Mansfeld tuviera éxito, o a la conquista sucesiva de uno de los rosarios de isletas que unían Empel con Bolduque.
Prudentemente, Bobadilla continuó con la segunda posibilidad; hizo ocupar otra isleta y la guarneció con infantería al mando de dos capitanes, amén de dos piezas que alejarían los fuegos de la flota rebelde sobre los rasos del dique.
En la otra orilla mientras tanto, Juan del Aguila consiguió llevar con sus hombres (al carecer de caballos), tres piezas de Bolduque al lugar de Horte, a medio camino entre Empel y Bolduque, y con ellas hacía nutrido fuego con la triple finalidad de castigar a la flota rebelde, alejarla de la isleta recién ocupada y tratar de evitar que los rebeldes ocupasen alguna de las isletas e impidieran así la salida de los cercados en saltos sucesivos. Al fuego de las piezas de Horte se sumaba el de la isleta recién ocupada.



Un mensaje de Mansfeld que había traído Zambrana alentó la esperanza de los cercados: el Conde comunicaba que ya tenía cincuenta barcas dos leguas aguas arriba del Mosa, y que antes de rayar el alba embarcaría el tercio de Juan del Aguila para atacar a la flota rebelde. En ese momento y tal como se había planeado, Bobadilla debería atacarla también con sus medios. Las señales para comenzar el ataque serian disparos de dos piezas de artillería y grandes fuegos y humos en la iglesia de Horte. En consecuencia, Bobadilla tomó disposiciones para que las pleytas estuvieran listas antes del amanecer, y sus dotaciones " con ánimo increíble " las señales esperadas de comienzo del ataque.
Sin embargo, los rebeldes, a pesar del fuego español, habían logrado ocupar las dos isletas más próximas a las de los sitiados, y trabajando febrilmente durante toda la noche tenían prácticamente terminado un fuerte. Para mayor seguridad habían apostado sus barcos enfrente, y su nave capitana estaba atravesada en la cortadura decisiva.

Cuando Mansfeld vio los fuertes al amanecer del viernes 6 de diciembre hizo que los batieran furiosamente durante dos horas desde el dique de Grave que estaba frente a ellos las piezas que los hombres de Juan del Aguila habían llevado trabajosamente allí: pero ni su fuego, ni el de las restantes piezas españolas evitó que los terminaran. Desde la otra orilla, los sitiados, que en vez de las señales de ataque vieron las isletas ocupadas y los fuertes enemigos recién construidos, "comenzaron a afligirse". No era para menos: Estaban apiñados en islotes casi insuficientes para albergarlos, "veianse en muy gran turbación y trabajo, y el menor que pasaban era el frió, hambre y desnudez, que tanto les apretaba por estar al rigor del tiempo sin ningún reparo donde poder cubrirse ni valer de noche y día, y sobre unos diques yermos y solos, donde iban perdiendo ya las esperanzas de ser socorridos".
Bobadilla envió a un alférez para que averiguara las causas de la suspensión del ataque, y por la noche llegó Zambrana con la noticia de que el enemigo habla incendiado las embarcaciones sin dejar ni una. A partir de este momento, la única posibilidad de escape imaginable, aunque descabellada, era ganar las cortaduras fortificadas por los rebeldes; es decir, atacar, desembarcar, y asaltar una y otra vez bajo el fuego de la flota y los fuertes rebeldes.

El sábado 7 de diciembre, día denso de acontecimientos, la situación era desesperada para los sitiados: se habían terminado los víveres, soplaba un viento frío muy intenso, y no tenían donde cobijarse, puesto que no hallaban paja ni palos para construir abrigos ni leña para hacer fuego. Después de analizar la situación, Bobadilla descartó la salida por la cortadura principal de levante, y envió un capitán a decir a Mansfeld que atacara las dos cortaduras del dique de poniente que tenia más próximas mientras los sitiados con sus pleytas tratarían de conquistar las otras dos que estaban por su lado, "ya que no veía otro remedio, y aún éste incierto y casi imposible".
Los habitantes católicos de Bolduque, que habían ayudado con sus embarcaciones y víveres a la ocupación de Bommel, y que aportaron tropas y artillería en cuanto llegó la petición de Bobadilla, asistían angustiados a la tragedia. Cuando supieron que los españoles se disponían a atacar, hombres, mujeres y niños fueron a trabajar a lo anegado, en un inútil empeño de abrir paso. De las iglesias y conventos salieron procesiones; las damas principales de la ciudad exhortaban a la población a rogar por la salvación de los sitiados; ayunaban, se disciplinaban; y sacaron en procesión el Santísimo Sacramento a la orilla con grandes luminarias para que pudieran distinguirlo desde el dique, a fin de consolar con su visión a los sitiados e impetrar ayuda del Cielo, único que podía salvarlos."Parece cosa extraordinaria, apunta Vázquez, que en tierra de tantos herejes y donde tan mal quieren a los españoles hubiese flamencos tan piadosos que se azotasen por ellos y tan de veras procurasen el remedio, los cuales no cesaban en sus plegarías y procesiones"
En el dique, cuando los soldados supieron el fracaso del esperado socorro de Mansfeld, se lamentaban de la ausencia de Farnesio, en quien tenían puesta su confianza, y rogaban a Bobadilla le escribiera. Replicaba éste que ya lo había hecho, y que el socorro sólo podía venir de Dios. Los soldados, aunque hambrientos y ateridos, decían que de haber estado Farnesio en Bolduque ya les habría liberado, y eso que como dice Vázquez "Era costumbre entre soldados viejos españoles usar de libertades y hablar de sus Príncipes y Generales en tiempos de trabajos y necesidades".
Vistas las circunstancias, Bobadilla llamó a capitanes y soldados y los exhortó "a rezar para que Dios los librase del espantoso peligro en que estaban", y que puesto que habían fracasado los remedios que habían buscado diligentemente.
" por último remedio volviesen todos sus corazones a Dios y le llamasen ... para que mirase con ojos de misericordia aquellas pobres almas y banderas católicas que habían peleado por defender su santa Iglesia romana ... y que desde luego quitasen la mala costumbre que algunos tenían de jurar y que haciendo esto tenía por cierto que Dios los socorrería, y encargó al padre Fray García de Santisteban que todos los soldados se confesasen y comulgasen y les predicase con gran fervor lo mismo que él les había dicho... y en breve tiempo les hizo a todos estar dispuestos al martirio ".
"En esto, estando un devoto soldado español haciendo un hoyo en el dique para guardarse debajo de la tierra del mucho aire que hacía junto a su tienda y cerca de la iglesia de Empel, a las primeras azadonadas que comenzó a dar para cavar la tierra saltó una imagen de la limpísima y pura Concepción de Nuestra Señora, pintada en una tabla, tan vivos y limpios los colores y matices como si se hubiera acabado de hacer. Como si hubiera descubierto un tesoro acuden de las tiendas cercanas. Vuela allá el mismo Maestre de Campo Bobadilla... Llevanla pues como en procesión al templo entre las banderas la adoran pecho por tierra todos: y ruegan a la Madre de los Ejércitos que pues es la que solo podía hacerlo, quiera librar a sus soldados de aquella asechanzas de elementos y enemigos: que tenían por prenda de su libertad cercana su imagen entregada piadosamente cuando menos imaginaban y más necesidad tenían, que prosiguiese y llevase a cabo su beneficio".
"Pusieron la tabla en una pared de la iglesia, frontero de las banderas, y el Padre Fray García de Santisteban hizo luego que todos los soldados le dijesen una salve, y lo continuaban muy de ordinario. Este tesoro tan rico que descubrieron debajo de la tierra fue un divino nuncio del bien, que por intercesión de la Virgen Maria, esperaban en su bendito día".



Quedaron los sitiados muy consolados con el hallazgo, y Bobadilla consideró llegado el momento de tomar una resolución. Convocó junta de capitanes en su cueva y expuso su parecer, que era quemar las banderas y hundir la artillería para que no cayese en manos del enemigo. Al llegar la noche atacarían con las pleytas a las principales naves rebeldes. A esto repusieron algunos capitanes que era mejor acometerse unos a otros hasta morir todos para no dar ese triunfo al enemigo, pero el Maestre de Campo no quiso oírlo y los exhortó de nuevo a elevar plegarias a Dios.
En esto un tambor enemigo llamó a parlamentar y lo trajeron vendado a la cueva: Los rebeldes intimaban a la rendición e informaban de la muerte del capitán Melchor. Bobadilla rechazó la propuesta de rendición y despidió al tambor con recompensas para él y para quienes habían cuidado al español. Los rebeldes estaban tan ciertos de la rendición de los españoles que Holac "se preparó a trasladar sus futuros prisioneros de guerra" e hizo arreglos en Bommel y otras villas para alojar tan crecido número de prisioneros. Con muy buen criterio, en ningún momento había cedido a las provocaciones de los españoles que le desafiaban a que asaltara el dique.
Esa misma noche un mensaje de Mansfeld avisaba que al amanecer pondría cuatro piezas en el dique de Rosman, " frontero a las isletas que estaban a la izquierda de la ocupada junto al castillejo de los italianos ", a fin de alejar de allí la flota rebelde para que Bobadilla las ocupara. Mansfeld comunicaba asimismo que no se podía vadear lo anegado (cosa que ya sabía Bobadilla) pero que había mandado romper el dique de Hasdem para desaguar los campos. Sin embargo, esta nueva cortadura, hecha sin cesar de combatir, no sólo no daba salida a las aguas, sino que las había hecho subir dos codos (un metro), hasta tal punto que enrasaban con la parte más alta de las isletas ocupadas por los españoles. Como observa cortésmente Vázquez, el Conde Carlos de Mansfeld no era un jefe afortunado.
Desde que los vecinos de Bolduque habían sacado el Santísimo en la primera procesión de la mañana del sábado, el tiempo había cambiado. La temperatura había bajado bruscamente, soplaba "viento del nordeste y empezó a helar, algo que no había pasado en mucho tiempo y tampoco pasaría en los años siguientes". Las aguas se helaban muy deprisa, algo que en la comarca no ocurre normalmente hasta mediados de enero.

Al día siguiente, domingo 8 de diciembre de 1585, festividad de la Purísima Concepción, la artillería de Mansfeld comenzó a batir a la flota enemiga desde poco antes de amanecer con las piezas de Bolduque que los hombres de Juan del Aguila, sin dormir ni descansar, habían llevado a brazo con enorme esfuerzo, ya que no se trataba de piezas de campaña, relativamente ligeras, sino de cañones de plaza de gran calibre y peso. Sus "muchas y apresuradas descargas" hacían tanto daño a las naves rebeldes situadas junto a las isletas que se vieron obligadas a resguardarse tras ellas.
Entretanto, "la hermandad de María Inmaculada de Bolduque hizo una procesión solemne para suplicar ayuda de Dios para los católicos encerrados", y los vecinos de Bolduque continuaban sus rogativas y agasajaban a los españoles de Juan del Aguila en muestra de buena voluntad. Cuanto más prodigaban sus rezos más engrosaba el hielo, " pareciendo que llevaba helando más de veinte días, y en algunos lugares, el hielo tomó el espesor de dos picas". Algo extraordinario, tanto si la expresión "dos picas "se refiere a la unidad de medida de ese nombre (2 x 3,26 m.), como si Vázquez quiere indicar que el espesor equivalía a dos picas de piquero, una a continuación de otra (2 x 5,15 m).
Por su parte, Bobadilla, que había reconocido el mejor modo de llegar a las isletas y cuáles convenía ocupar, ordenó en consecuencia al Sargento Mayor Cristóbal Lechuga que tuviera listos doscientos hombres y tres piezas para embarcar en las pleytas a primera hora de la noche, en previsión de que hubiera enemigo en las isletas. Las pleytas partieron en silencio, aunque pocas veces lo suele tener la nación española en facciones de noche " en la clara y gélida noche invernal. Esa noche, bajo la luna, hizo " el frío más extraordinario que jamás se vio".
Los españoles llevaban cubiertas las mechas de los arcabuces, pero llegando a las isletas, a un soldado español se le incendió en un descuido un frasco de pólvora, y al fragor de la detonación el enemigo, que efectivamente ocupaba las isletas, corrió a refugiarse a los barcos, perseguido por los españoles que desembarcaban.
"Los españoles sufrían muchísimo, pero también la situación se hacía peligrosa para Holac. Temía que sus barcos quedaran bloqueados por el hielo"
Los españoles, como efectivamente tenían acordado, atacando sus barcos sobre el hielo los conquistaran o incendiasen. En consecuencia dio orden de abandonar la comarca anegada entre Empel y Bolduque para salir a las aguas libres del Mosa a través de la cortadura principal del dique a levante. Bobadilla, al darse cuenta de la retirada enemiga hizo ocupar las trincheras que había mandado hacer a lo largo del dique y sometió al fuego de todas sus armas el largo convoy naval que desfilaba lentamente por la cortadura, necesariamente estrecha, y a lo largo del dique, Mosa abajo. Más adelante se supo que en esta ocasión los rebeldes habían tenido trescientos muertos
" Cuando los rebeldes iban pasando con sus navíos por el río abajo les decían a los españoles en lengua castellana que no era posible sino que Dios fuera español pues había usado con ellos tan gran milagro, y que nadie en el mundo sino él por su divina misericordia fuera bastante a librarles del peligro y de sus manos "

El lunes 9 de diciembre, el grueso de la flota había abandonado las inmediaciones del dique y los campos anegados, pero los rebeldes ocupaban todavía sus fuertes de las isletas apoyados por seis navíos a sus inmediaciones. Bobadilla había encargado al Sargento Mayor que desde dos horas antes de amanecer estuvieran preparadas dos pleytas con capitanes y soldados escogidos en la zona del castillejo de los italianos, en espera de que desde enfrente los españoles de Juan del Aguila hicieran una salida con una galeota que tenían y una pieza que Mansfeld había hecho montar en un tablado sobre dos barcazas. Una hora después de amanecer todavía no habían salido los de Juan del Aguila, y el capitán Juan de Valencia se ofreció a conducir el ataque.
El hielo era grueso y sin fisuras y las pleytas avanzaban penosamente. Los capitanes de la primera pleyta iba rompiendo el hielo por la proa con los remos, y los soldados pidieron regresar considerando el riesgo y extrema dificultad del avance, a lo que Valencia respondió enérgicamente que "lo que se les ordenó y a lo que habían salido era a ganar los fuertes, y que por ningún caso podían dejar la empresa, aunque pereciesen todos en el camino. Valerosa respuesta y honrada determinación, pues deben Los que se precian de obedientes capitanes observar las órdenes sin mirar los inconvenientes, y rompiendo los que se ofrecen, aventurarse a cumplir lo que se les encomienda por muy dificultoso que sea".
Empezaba a deshelar y por las cortaduras adonde se dirigían comenzaban a entrar embarcaciones rebeldes y barquillas con tropas para guarnecer los fuertes. Pero Bobadilla había dado orden de allegar todas las demás pleytas, y los rebeldes, al verlas pasar entre las isletas, creyeron que los sitiados tenían muchas más, y supusieron un ataque en fuerza, de modo que cuando la primera pleyta llegó a tiro de mosquete del fuerte tuvieron por más acertado retirarse a sus barcos. Los españoles ocuparon los fuertes sin combate, y con ello aseguraron su salida y la libertad,
"Pues aunque volviera a deshelar y a hacer mucha blandura y el armada rebelde retornara, aunque fuera más poderosa, a ocupar los pasos y puestos que había tenido, no era bastante a defender la salida a tierra firme a los tres tercios españoles que había sitiado". "Del otro lado rápidamente acudió en su ayuda Mansfeld con seis pontones, asistido por Zambrana y Cavalla". Pues quería dar personalmente el parabién a Bobadilla. Con su galeota y las pleytas recogió a los trescientos heridos y enfermos que Bobadilla había concentrado en el castillejo, y aunque los hombres de Holac quisieron embestir contra ellas, no pudieron a causa del fuego de las piezas de la iglesia de Horte y de una culebrina que había adelantado Mansfeld, así como de los muchos y gruesos hielos que estorbaban la navegación.
Mientras tanto Bobadilla había convenido con su caballeroso adversario la restitución del cadáver del capitán Melchor, al que mandó hacer solemne entierro. Tras ello, los sitiados rompieron el hielo con vigas y remos para facilitar el pasaje a las pleytas y pontones que enviaban los vecinos de Bolduque. "Mientras tanto se nubló y empezó a llover y a deshelar". Bobadilla mandó que las banderas embarcasen primero, y designó un capitán de cada tercio para custodiarlas, y estando en ello llegó Mansfeld con
"mucha cantidad de pan, que no poca necesidad tenían de él por haber más de ocho días que no lo habían probado: y fue acompañando a las banderas hasta Bolduque".


Mosqueteros, piquero y arcabucero

Al concluir este primer pasaje, los marineros de las pleytas huyeron espantados de las tribulaciones pasadas, lo que demoró el paso del resto hasta el día siguiente, martes, 10 de diciembre de 1585 en que embarcaron todos, y el último, el Maestre de Campo. Farnesio, que tuvo noticia de la liberación durante su marcha apresurada hacia Bolduque, escribió inmediatamente una elogiosa carta a Bobadilla,
"que estimó esta carta como era de razón, no menos los capitanes y soldados por las mercedes que hacía en ella: que no poco alivio es para ellos en semejantes acontecimientos razones y cartas regaladas de sus Generales y superiores, pues siempre mueven y son agradecidas; y costando tan poco como un pliego de papel, las encarecen algunos de manera que les parecen pierden el (sic) autoridad de Generales y de quien son si satisfacen a sus capitanes con razones o papeles que a veces suelen hacer tanto efecto como las obras".
"Los soldados de Bobadilla, ateridos y agotados, fueron acogidos y curados calurosamente por la población de Bolduque, lo que no impidió que muchos murieran por las penalidades sufridas. Otros perdieron pies y manos por congelación”.
La ciudad recibió más adelante el testimonio de agradecimiento de Farnesio, un cáliz de oro y ochenta vacas para limosna de pobres, y el del propio Felipe II. Los acontecimientos de esta angustiosa semana se divulgaron rápidamente.
Los católicos neerlandeses calificaron los sucesos de que habían dado lugar a la salvación de los españoles del ejército del Rey como "Het Wonder van Empel", "el milagro de Empel". El almirante Holac llegó a decir: "Tal parece que Dios es español al obrar, para mí, tan grande milagro"

Fuentes:
http://www.geocities.com/Pentagon/8745/infanteria/empel.htm
http://historiasconhistoria.es/2007/09/26/%c2%a1tal-parece-que-dios-es-espanol.php
http://www.militar.org.ua/foro/patrona-de-infanteria-t17847.html
es.wikipedia.org

miércoles, 25 de marzo de 2009

El Gran Asedio de Malta (1565)

En 1565 una gran flota enviada por el Imperio Otomano llegó al pequeño archipiélago de Malta con el objetivo de expulsar a los Caballeros de la Orden de Malta (anteriormente Orden de San Juan y Orden de Rodas) y conquistar la isla de Malta

La invasión de la isla de Malta fue el resultado de una escalada de hostilidades entre católicos y musulmanes por la supremacía en el Mar Mediterráneo. La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan había recibido el archipiélago de Malta y Trípoli (en el norte de Africa) en 1530 del Emperador Carlos V a cambio de un pago simbólico anual, consistente en un halcón, que se enviaría al Virrey de Sicilia y una misa a celebrar el Día de Todos Los Santos, esta estratégica posición fue utilizada como base de operaciones para continuar atacando a las naves turcas (en aquel tiempo el término “turco” se aplicaba no solo a los otomanos sino además a pueblos bereberes que eran vasallos del Imperio Otomano).


El archipiélago de Malta y las acciones del Asedio de 1565

En 1551 el corsario otomano Turgut Reis (llamado también Dragut o Darghouth) y el almirante Sinan invadieron la isla de Malta con unos 10.000 hombres, pero a los pocos días Turgut Reis ordenó embarcar las tropas y atacar a la cercana isla de Gozo (perteneciente al archipiélago de Malta) bombardeándola hasta que el Gobernador Galatian de Sesse capituló, casi toda la población fue llevada como rehenes, y luego atacó Trípoli de donde expulsó la guarnición de los Caballeros de Malta, proclamándose poco después Bey (titulo de origen turco que significa Jefe, Soberano o Gobernador) de la ciudad. Estos ataques convencieron al Gran Maestre de la Orden, Juan de Homedes (gobernó de 1536 – 1553) de que habría una nueva invasión ordenó reforzar el fuerte de San Angel y la construcción del fuerte de San Miguel y del fuerte de San Elmo (conocido también con fuerte de San Telmo) estos dos fuertes fueron construidos en apenas 6 meses, el Papa envió a su arquitecto Francesco Laparelli, quien realizó el diseño del fuerte de San Elmo, utilizando la forma hoy conocida como traza italiana (denominada entonces “alla moderna”) que era una adaptación a la artillería.


El Fuerte de San Elmo justo delante de la Ciudad de La Valeta

En 1557 Jean Parisot de la Valette fue elegido Gran Maestre de la Orden, alentando los ataques a las embarcaciones no cristianas. La derrota naval sufrida por una coalición católica en la batalla de Djerba (en mayo de 1560) y los éxitos de Mathurin d’Aux de Lescout, (llamado también Romegas o Mathurin Romegas) que a mediados de 1564 capturó importantes personajes (al menos 2 gobernadores, la ex tutora de la hermana del Emperador Soliman,) a su vez dieron razones para enviar un ataque más decidido con el objetivo de invadir el archipiélago de Malta. El 19 de enero de 1565, el Gran Maestre recibe el anuncio de sus espías en Constantinopla de que la expedición contra la isla está ya decidida.


La Cruz de Malta y el Gran Maestre Jean Parisot de la Valette

El Imperio Otomano logró reunir una de las mayores armadas que se había reunido desde la antigüedad, según el registro del historiador Giacomo Bosio la flota estaba formada por 193 naves, entre ellas habían:
131 galeras (barco impulsado por la fuerza de los remos, y en ocasiones por el viento, por lo que poseía una o más velas grandes)
7 galeotas (galeras pequeñas)
6 galeazas (grandes galeras, menos ágiles pero con más potencia de fuego),
8 mahonas (grandes galeras de transporte)
11 veleros con provisiones y 3 más para los caballos.
También eran transportados: Un gran tren de asedio de 64 piezas, con 4 cañones que disparaban balas de 130 libras y un pedrero que arrojaba proyectiles de 7 pies de circunferencia.
Según el diario de Francisco Balbi di Correggio las fuerzas enfrentadas fueron:

Fuerzas Cristianas:
3.000 soldados reclutados de la población maltesa
800 soldados italianos
500 caballeros hospitalarios
500 soldados de las galeras
500 esclavos de las galeras
400 soldados españoles
200 soldados griegos y sicilianos
100 soldados de la comandancia de San Elmo
100 sirvientes de los caballeros hospitalarios

En total 6.100 soldados

Fuerzas Otomanas
6.000 cipayos (conocidos como Spahi, eran tropas de Caballería de elite)
500 cipayos de Karamania
6.000 jenízaros (infantería de elite del Imperio Otomano)
400 aventureros de Mitilene
2.500 cipayos de Rouania
3.500 aventureros de Rouania
4.000 fanáticos religiosos
6.000 voluntarios varios
Además varios corsarios de Trípoli y Argel

En total unos 48.000 soldados

Sin embargo se cree que el número de atacantes pudo ser menor, el Capitán Vicenzo Anastagi que era enlace con Sicilia informó de unos 22.000 atacantes, según Bosio eran unos 30.000, a los que se sumarían unos 6.000 corsarios

La flota otomana viajó desde Constantinopla divisó la isla de Malta el 18 de Mayo de 1565 pero no desembarcaron enseguida sino que navego al sur, y luego rodeó la isla para finalmente anclar en el puerto de Marsaxlokk, a unos 10 kilómetros del gran puerto. En este punto se presenta el primer gran error de los otomanos, ya que el Emperador Soliman “El Magnifico” había dividido el mando entre el visir Lala Mustafá Pasha, y el almirante, Pialí Bajá (hasta que llegara Turgus Reis desde Trípoli), el primero quería atacar primero la desprotegida antigua capital de Mdina para luego atacar por tierra los fuertes de San Angel y San Miguel, mientras que el segundo quería en primer lugar tomar el fuerte de San Elmo con el fin de dominar el gran puerto y resguardar a las naves del siroco (es un viento que viene desde el Sahara llega a alcanzar los 100 kilómetros por hora causando daños, incluso se le atribuye que puede provocar dolencias y cambios de humor en las personas), este fue el plan que se ejecutó ya que los turcos se convencieron de que el fuerte de San Elmo apenas resistiría 3 o 4 días.


Pintura de Mateo Perez d’Aleccio representando el desembarco turco

El Fuerte de San Elmo estaba defendido por unos 600 hombres entre ellos unos 100 caballeros que tenían la orden de resistir los ataques hasta la llegada de los refuerzos prometidos por el Marqués de Villafranca, Virrey de Sicilia. El 24 de Mayo empieza el asedio, parece claro que los musulmanes confían en su devastadora artillería, durante veintiséis días bombardean el fuerte San Elmo, la aplastante lluvia de proyectiles es interrumpida, para realizar inútiles y sangrientas tentativas de escalada. El asalto general fijado para la mañana del 16 de junio, se pospone por siete horas. Miles de jenízaros intentan arrollar a un puñado de hombres, pero son rechazados. Al día siguiente el propio Turgut Reis (ya a cargo del mando), fue mortalmente herido según Bosio por un disparo afortunado desde el fuerte de San Angel al otro lado del Gran Puerto, aunque según Balbi fue debido a “fuego amigo” (es decir por disparos realizados por cañones turcos). Los heridos que no pueden combatir son trasladados en botes a través del puerto, y por el mismo medio se envían refuerzos, Caballeros quienes sabían que el viaje era solo de ida. El 23 de junio, vigilia de San Juan, Patrono de la Orden, empieza una nueva ofensiva. Los pocos Hospitalarios supervivientes se confiesan unos con otros y se dan la comunión. El último duelo tiene lugar en el umbral de la capilla, los defensores lucharon hasta la muerte. No se trata solo de una frase: ninguna de las armaduras que conserva la Real Armería de Malta presenta golpes en la espalda y casi todas muestran impactos de arcabuz o abolladuras producidas por tajos de alfanje en el peto, ya masacrados los últimos adversarios, los otomanos plantan sobre las ruinas, sus estandartes, pero solo después de casi un mes de combate, unos 18 mil disparos de cañón y la vida de 6000 mil de sus hombres incluyendo más de la mitad de sus jenízaros. Por su parte 107 Caballeros y 1500 soldados malteses han caído, tan solo 9 soldados lograron salvarse cruzando a nado el gran puerto


Pintura de Mateo Perez d’Aleccio representando la captura del fuerte de San Elmo

Ya que Piali estaba herido, el mando recayó en Lala Mustafá Pasha quien encolerizado por las perdidas sufridas, mando a decapitar a todos los caballeros de la Orden, cuyos cuerpos fueron crucificados y luego empujados con barcas ha¬cia el otro lado del gran puerto, para desmoralizar a los defensores. La res¬puesta del viejo gran maestro La Valletta fue igualmente cruel y elocuente, pues les envió por vía aérea (a cañonazos) las cabezas de los doscientos presos turcos que hasta el momento habla capturado

La perdida del fuerte de San Elmo hacía más difícil la situación de los asediados, y la ayuda prometida por el Virrey de Sicilia aún no estaba preparada, pero habían quienes se arriesgaban para unirse a las fuerzas de los Caballeros a pesar de la presencia de la enorme flota turca por ejemplo un grupo que llegó en un bote de remos el cual fue destruido de un cañonazo, sin embargo 3 sobrevivientes lograron llegar nadando a la costa, también una galera siciliana en la que iban 600 hombres comandados por Enrique de la Valette (sobrino del Gran Maestre) no pudo desembarcar, pero logró escapar de 7 galeras enemigas, recién el 28 de Junio pudieron desembarcar una buena cantidad de refuerzos, unos 600 hombres entre ellos 150 Caballeros y una compañía de elite española, el desembarco se logró gracias al soldado Juan Martínez de Luvenia que llegó primero a la costa y avisó por medio de fogatas la presencia o ausencia de las naves turcas, este “piccolo socorro” eleva la moral de los defensores

El siguiente paso de los atacantes fue contra el fuerte de San Miguel en la península de Senglea, el 15 de Julio realizaron un ataque, el cual consistió de 2 partes por un lado un ataque anfibio realizado por uas 100 barcas que habías sido remolcadas por tierra, mientras que al otro extremo se realizaba un ataque terrestre, sin embargo un desertor alertó al Gran Maestre quien ordenó construir una empalizada en el promontorio al final de la pequeña península que sirvió de mucho para detener el ataque anfibio, además una pieza de artillería emplazada en la playa por el comandante de Guiral logró hundir varias embarcaciones causando muchas bajas entre los turcos, al mismo tiempo llegaban refuerzos desde el fuerte de San Angel a través de un puente flotante los cuales lograron controlar el avance terrestre.


Pintura de Mateo Perez d’Aleccio representando el asedio de Sanglea

Este nuevo fracaso llevó a los turcos a emplear su tren de asedio sobre Birgu y Senglea produciéndose el bombardeo continúo más fuerte realizado hasta la fecha, según Balbi se dispararon unas 130.000 balas de cañón durante el asedio, para el 7 de Agosto y con uno de los baluartes reducido a escombros, se realizaron dos asaltos masivos uno contra Birgu y el otro contra el fuerte de San Miguel, dividir las fuerzas fue un grave error, sin embargo los turcos lograron entrar a la ciudad, con el Gran Maestre peleando en la primera línea, y la victoria al alcance de la mano, de pronto los invasores retrocedieron inesperadamente, esta retirada se debió que el Capitán de Caballería Vincenzo Anastagi quien estaba en la ciudad de Mdina (en el centro de la isla) y que diariamente salía con sus tropas, atacó los hospitales de campaña y la retaguardia turca que estaban indefensos, lo cual a su vez precipito el retorno de las tropas, creyendo erróneamente que este ataque lo realizaban refuerzos cristianos recién llegados a la isla. Fue un error grave del mando turco no encargarse de las demás fuerzas cristianas que se encontraban repartidas por el resto de la isla

Nuevamente los turcos continuaron con el bombardeo sobre Birgu y el fuerte de San Miguel, entre el 19 y 21 de Agosto se realizó otro asalto masivo esta vez contra la ciudad de Birgu, concentrándose en el Bastión de Castilla que estaba muy dañado, lo que sucedió en este asalto no es muy claro debido a las diversas fuentes, según Bradford los turcos utilizaron una mina para destruir las paredes y el Gran Maestre resueltamente corrió hacia ese lugar, según Balbi el Gran Maestre corrió hacia las paredes espada en mano cuando supo de la llegada de los turcos, sorprendiendo a los trabajadores que intentaban reparar las brechas, según Bosio, cundió el pánico al ver los estandartes otomanos tras las paredes pero que al llegar el Gran Maestre no encontró enemigos allí. Además el Consejo de Ancianos llegó a decidir el abandono de la ciudad y refugiarse en el fuerte de San Angel, pero el Gran Maestre lo impidió intuyendo que los turcos perdían el ímpetu en sus ataques como de hecho sucedió


Pintura de Mateo Perez d’Aleccio representando el asalto al bastión de Castilla

Bombardeos y asaltos menores continuaron, el 28 de Agosto la ayuda prometida desde Sicilia fue desviada en alta mar y debieron retornar a puerto para hacer reparaciones, el 30 de Agosto se realizó un nuevo ataque después de que las defensas cristianas quedaron disminuidas debido a las lluvias, los turcos utilizaron una pequeña maquina de asedio cubierta por escudos, y luego una torre de asedio, sin embargo defensores se las arreglaron para destruirlas los ingenieros malteses cavaron túneles bajo los escombros y dispararon salvas de balas encadenadas mientras los asaltantes eran repelidos. El cambio de estación también obliga a los turcos decidir donde pasar el invierno, se proyecta una marcha sobre la ciudad de Mdina, pero la ciudad esta llena de malteses, y las tropas no tienen la moral para realizar un nuevo ataque.

El 7 de Septiembre finalmente llega “El Grande Socorro” eran unos 9.600 hombres entre ellos los temidos tercios, bajo el mando del marqués de Villafranca Don García de Toledo, que desembarcaron en la Bahía de San Pablo en el Norte de la Isla. Al día siguiente los turcos ya habían embarcado su artillería y se preparaban para dejar la isla, habiendo perdido un tercio de sus fuerzas “El Grande Socorro” se posicionó en el borde de la bahía, esperando la retirada de los turcos. Tal parece que en algún momento los Caballeros que estaban más adelantados vieron a las tropas turcas en retirada y algunos pueblos quemados al amanecer ellos atacaron sin recibir órdenes de Asciano del Corna, quien no tuvo otra opción que ordenar un ataque general, el cual resultó en la masacre de las tropas turcas, hasta el día 11 de Septiembre en que se embarcaron teniendo tiempo de rodear la isla y recoger sobrevivientes. El asedio de Malta fue la derrota más importante que sufrió el imperio Otomano en un siglo y elevó la moral de los reinos e imperios cristianos en toda Europa


Pintura de Mateo Perez d’Aleccio representando la retirada turca


Pintura de Mateo Perez d’Aleccio resumiendo todo el asedio

Según Balbi el asedio de Malta le costo a los turcos unos 35000 muertos, según Bosio fueron unos 30.000 otras fuentes se decantan por cifras menores en torno a los 25.000. Malta perdió alrededor de un tercio de su población y un tercio de los Caballeros, los pueblos de Birgu y Senglea estaban en ruinas, considerando la idea de un nuevo asedio, el Gran Maestre pensó en arrasar la isla y evacuarla. Sin embargo las muestras de apoyo que llegaron de toda Europa, se manifestaron también en la llegada de ingentes recursos que fueron utilizados para reconstruir las ciudades “heroicas” Birgu, Senglea y Kalkara, que fueron llamadas Invicta, Vittoriosa y Cospicua, y la construcción de una ciudad fortificada cuyo bastión principal era el fuerte de San Elmo, para que los turcos no pudieran conquistar la posición nuevamente, la ciudad fue bautizada como “Ciudad de la Vallette”. Al año siguiente el Rey Felipe II de España envió una espada y una daga de acero toledano con fornituras de oro y pedrería grabadas con la leyenda latina “PLVS QVAM VALOR VALETTA VALET” (Más que el mismo Valor vale Vallette) El Gran Maestre La Vallette murió en 1568.

Fuentes

http://es.wikipedia.org
http://clickmagazine.es/es/2007/08/01/malta/
http://www.orderofmalta.org/site/pdf/storia_4.pdf
http://www.amigosdemalta.org/indexarmas.htm
http://cilialacorte.com/grandmasters/greatsiege1565.html

miércoles, 25 de febrero de 2009

San Maximiliano Kolbe

San Maximiliano Maria Kolbe (Sw. Maksymilian Maria Kolbe) nació el 8 de Enero de 1894 en Zdúnska Wola (actualmente en Polonia, en aquel tiempo perteneciente al Zarato de Polonia, estado títere controlado por el Imperio Ruso) sus padres fueron Julius Kolbe y Maria Dabrowska quienes lo bautizaron con el nombre de Rajmund en la Iglesia de la parroquia de Pabianice, tuvo también 4 hermanos Francis, Joseph, Walenty y Andrew los dos últimos murieron aún siendo niños.


San Maximiliano Kolbe a los 7 años de edad

Alrededor de 1906 (a los 12 años de edad) San Maximiliano Kolbe tuvo una visión de la Santísima Virgen María, esta visión que compartió con su Mamá fue recordada por ella después de la muerte de San Maximiliano Kolbe, esta es parte de la conversación: "Mamá, cuando me reprochaste, pedí mucho a la Virgen me dijera lo que seria de mi. Lo mismo en la iglesia, le volví a rogar. Entonces se me apareció la Virgen, teniendo en las manos dos coronas: una blanca y otra roja. Me miró con cariño y me pregunto si quería esas dos coronas. La blanca significaba que perseveraría en la pureza y la roja que seria mártir. Conteste que las aceptaba. Entonces la Virgen me miró con dulzura y desapareció"

Cerca de la Pascua de 1907 se realizó en Pabianice una Misión predicada por los Franciscanos Conventuales, el Padre Pellegrino Haczela, anunció que se había abierto en Leopolis un seminario que recibiría a todos los jóvenes que deseasen consagrarse al Señor en la Orden Franciscana. San Maximiliano junto con su hermano Francis hablaron en la sacristía con los Misioneros, pidiéndoles que los recibieran en la Orden, sus padres dieron su consentimiento aunque sabían que seria un gran sacrificio para toda la familia. Ingresaron a los Frailes Menores Conventuales el mes de octubre de 1907 en Lwow (actualmente en Polonia, en aquel tiempo parte del Imperio Austro-Húngaro) Rajmund tomó el nombre de Maximiliano María, sobresaliendo en Matemáticas y Física, pero su interés en artefactos militares, junto con su patriotismo lo hicieron interesarse en dejar la idea de convertirse en sacerdote, y seguir la carrera militar para defender a Polonia como soldado. Pero antes de hablar con sus superiores les visita su mamá y les cuenta que el hermano menor entrará en la orden, así como ella y su esposo también tienen vocación religiosa de manera que será toda la familia Franciscana. El 4 de septiembre de 1910 vistió el sayal franciscano, ciño a su cintura el cordón de San Francisco, y comenzó su año de noviciado En el otoño de 1912, el P. Provincial envió a Fray Maximiliano a Roma. Este tiempo será muy fecundo y decisivo. La Virgen lo espera para inspirarle la fundación de La Milicia de la Inmaculada, la cual realiza el 16 de Octubre de 1917. De 1912 a 1915, estudió en Filosofía en la Universidad Gregoriana y de 1915 a 1919 estudió Teología en el Colegio Seráfico Internacional. Fue ordenado en Roma el 28 de Abril de 1918. Mientras realizaba sus estudios en Roma su papá se unió a las “Legiones Polacas” fue capturado y muerto en 1914


San Maximiliano Kolbe junto con otros compañeros durante sus estudios en 1917

En 1919 San Maximiliano Kolbe regresa a Polonia (que había obtenido su independencia después de la guerra), su salud estaba muy afectada, sufriendo de severas lesiones en los pulmones, pero enseña Historia de la Iglesia en Cracovia y sigue organizando la Milicia de la Inmaculada, salvando muchos problemas se da la sesión inaugural el 12 de Enero de 1920 incluyendo a estudiantes, obreros, soldados, amas de casa. La necesidad de llevar el mensaje de salvación dio surgimiento al periódico “El Caballero de la Inmaculada”. En noviembre de 1922 la Milicia de la Inmaculada se traslada a Grodno (actualmente parte de Bielorrusia, en aquel tiempo parte de Polonia) para seguir trabajando en la evangelización, el periódico es publicado no con la consigna de ganar suscriptores sino de salvar almas además San Maximiliano Kolbe dice a sus hermanos colaboradores "Es muy importante que se imprima ‘El caballero’ en millones de ejemplares; pero es más importante que con él se envié una oración, porque cada número ha de ser preparado con la oración, con el postrarnos de rodillas"

El diario se publica según estas ideas:
1-formato pequeño
2-el mas bajo costo para hacerlo accesible a todos
3-noticias frescas, breves y abundantes.
Todo para llevar el conocimiento de la Inmaculada entre las clases más humildes. Además a los periodistas les sugiere:
1-Escribir la verdad objetiva aportando documentos.
2-Escribir no toda la verdad, sino sólo la que sirve al bien público.
3-No condenar a los que se equivocan.
4-No apresurarse a la afirmación de una mala voluntad.
5-Respetar siempre la autoridad espiritual y civil

El 21 de Noviembre de 1927 se trasladaron a Teresin (a unos 40 kilómetros al Oeste de Varsovia), el 8 de Diciembre (para conmemorar el día de la Inmaculada Concepción) el convento fue consagrado y se le dio el nombre de Niepokalanow “La Ciudad de la Inmaculada”, que fue creciendo por la gran cantidad de personas con vocación que llegaban y continuó su expansión con la incorporación de un nuevo periódico católico “El pequeño diario” de buena aceptación. El 26 de Febrero de 1930 como respuesta al llamado del Santo Padre a los religiosos a favor de las necesidades misioneras de la Iglesia San Maximiliano Kolbe junto con 4 frailes más, viaja a Oriente para fundar otra ciudad de la Inmaculada en Nagasaki, Japón, para el 24 de Mayo ya había empezado la publicación de la versión japonesa de “El Caballero de la Inmaculada” y un año más tarde era inaugurada la “Niepokalanow” en Japón con el nombre de Mugenzai no Sono (El Jardín de la Inmaculada) construida en la ladera del Monte Kikosan al otro lado de la ciudad (debido a su ubicación fue poco afectada por el bombardeo nuclear del 9 de Agosto de 1945) además dialogó con los monjes budistas y sintoístas haciendo algunos amigos entre ellos, en 1931 fue fundado un noviciado y en 1936 un pequeño seminario. A pesar del empeoramiento de su salud siguió viajando buscando lugares donde evangelizar fue a Malaban (Sur de la India), Siberia, llegando hasta Moscú, en 1936 fue llamado nuevamente a Polonia para supervisar Niepokalanow, bajo su dirección el número de frailes sigue creciendo, el 8 de Diciembre de 1938 se inauguró una estación de radio cuya primera emisión fue el himno de Lourdes interpretado por los hermanos, y poco después contó con su brigada de bomberos, a mediados de 1939 contaba con 13 sacerdotes, 18 novicios, 527 hermanos, 122 jóvenes en el seminario menor 82 candidatos para el sacerdocio.


Niepokalanow en sus inicios


El Jardín de la Inmaculada en Nagasaki, Japón


San Maximiliano Kolbe junto con Frailes Franciscanos japoneses



Niepokalanow en la actualidad

Por desgracia en Europa ya estaba al borde de la guerra, en Marzo de 1938 casi al mismo tiempo que la Alemania Nazi ejecutaba la Anschluss (la incorporación de Austria al Reich) San Maximiliano Kolbe prácticamente profetizaba "Hijos míos, sepan que un atroz conflicto se avecina. No sabemos cuáles serán las etapas. Pero, para nosotros en Polonia, hay que esperar lo peor. En los primeros tres siglos de historia, la Iglesia fue perseguida. La sangre de los mártires hacía germinar el cristianismo. Cuando más tarde la persecución terminó, un Padre de la Iglesia comenzó a deplorar la mediocridad de los fieles y no vio con malos ojos la vuelta de las persecuciones. Debemos alegrarnos de lo que va a suceder, porque en las pruebas nuestro celo se hará más ardiente, ¿Y que? ¿No estamos acaso en las manos de la Virgen?... Nuestro ideal, ¿no es también dar la vida por Ella?... se vive una sola vez. Se muere una sola vez. Vida y muerte, pero como gustan a ella"
Tres días antes de estallar la guerra prepara los corazones:
"Trabajar, sufrir y morir caballerescamente, y no como un burgués en la propia cama. He ahí: recibir una bala en la cabeza, para sellar el propio amor a la Inmaculada. Derramar valientemente la sangre hasta la última gota, para acelerar la conquista de todo el mundo para Ella. Esto les deseo a Uds. Y me deseo a mi mismo.”
"Nada mas sublime puedo augurarme y augurarles.”
"Jesús mismo lo dijo: ‘No hay amor mas grande que dar la vida por el propio amigo’" (haciendo referencia al Evangelio según San Juan 15.13)

El 1 de Septiembre de 1939 sin mediar declaración de guerra las tropas alemanas atacaron por tierra, aire y mar a Polonia dando “oficialmente” el inicio de la segunda guerra mundial, el día 13 del mismo mes Niepokalanow fue ocupada los frailes fueron acorralados en el patio y cargados en camiones rumbo al occidente. En varios campos de concentración Lamsdorf (Silesia), Amtitz (actualmente Gebice) y Ostrzeszow (en Polonia Central) ubicados en territorios anexados al tercer Reich, sin embargo el 8 de diciembre del mismo año (nuevamente la fiesta de la Inmaculada Concepción) fueron liberados sin explicaciones, regresaron de inmediato a Niepokalanow pero los bombardeos y los saqueos habían destrozado la mística ciudad, la cual se hallaba ocupada por los deportados y desbandados. Lejos de rendirse, en seguida se organizo la vida religiosa con tandas continuas de Adoración ante el Santísimo, bajo la dirección de San Maximiliano se organizó la asistencia para contrarrestar la grave necesidad de comida, ropa, medicinas abriendo talleres de herrería, carpintería, mecánica, servicios automovilísticos, y una lechería. Niepokalanow brindo su asistencia y acogió a varios miles de pobres desheredados, entre los cuales estaban más de 1000 judíos.

San Maximiliano Kolbe impartió a sus frailes estas pautas de conducta: La caridad ha de estar abierta a todos sin discriminación; sus únicos límites han de ser los de las posibilidades, el día de Navidad se logra organizar una pequeña fiesta infantil para los niños refugiados en Niepokalanow. Después de engorrosas y burocráticas gestiones ante las autoridades nazis se obtienen los permisos para publicar el que sería el último número de “El Caballero de la Inmaculada” en cuya publicación intervino San Maximiliano Kolbe, en Diciembre de 1940, él escribió “Nadie en el mundo puede cambiar la Verdad” “Lo que podemos y debemos hacer es buscar la verdad y servirla cuando la encontremos. El conflicto real es el conflicto interno. Más allá de los ejércitos de ocupación y las hecatombes de la los campos de exterminio, hay dos irreconciliables enemigos en la profundidad de cada alma: bien y mal, amor y pecado. ¿Y que uso pueden tener las victorias en el campo de batalla si nosotros mismos somos derrotados en nuestro yo personal más interno?”

En Febrero de 1941 oficiales de la Gestapo (Geheime Staatspolizei: "policía secreta del estado" cuya misión era investigar y combatir todas las tendencias peligrosas para el Estado) llegan a Niepokalanow, Reúnen a todos los frailes en el patio, mientras tanto ellos inspeccionan todo el convento. Hacia mediodía, el Padre Maximiliano y otros cinco padres son puestos en “custodia preventiva”, el 17 del mismo mes es enviado a la infame prisión de Pawiak en Varsovia, donde fue ingresado directamente a la enfermería al empeorar su quebrantada salud, en Marzo un guardia de las SS (Schutzstaffel “escuadrón de defensa”) viendo a San Maximiliano Kolbe con su hábito y su rosario, le preguntó si creía en Cristo, cuando San Maximiliano Kolbe respondió tranquilamente “Si”, el guardia lo golpeó, el guardia de las SS repitió la pregunta varias veces, recibiendo siempre la misma respuesta, San Maximiliano Kolbe fue despiadadamente golpeado. Poco después le quitaron el hábito Franciscano siendo obligado a llevar ropas de prisionero.

El 28 de Mayo de 1941 San Maximiliano Kolbe junto con unos 320 prisioneros más fueron llevados al campo de concentración de Auswitch – Birkenau ( a unos 60 kilómetros al oeste de Cracovia, Polonia). La mañana siguiente los prisioneros fueron torturados con un deshumanizante programa, desnudos, fueron sometidos a una ducha colectiva de violentos chorros de agua fría, después golpeados y escarnecidos obscenamente, fueron revestidos de uniformes raídos, muchos aun manchados de sangre, cada uno lleva un numero, en adelante, cada preso no será mas que un numero, el de San Maximiliano María Kolbe era el 16670. Después fue ocupado como peón en el acarreo de cantos rodados y arena para la construcción de un muro alrededor del horno crematorio bajo la dirección del capo Krott un criminal conocido como “sangriento” que los obligaba a trabajar todo el día sin descanso y a llevar las piedras corriendo. A pesar de sus problemas pulmonares, San Maximiliano Kolbe aceptaba el trabajo y los golpes con calma sorprendente, por esta razón Krott lo odiaba y le imponía los trabajos más pesados, hasta que un día Krott buscó una de las piedras más pesadas y personalmente la puso sobre la espalda de San Maximiliano Kolbe, ordenándole correr, hasta que cayó, Krott lo pateó en el estómago y en la cara, y luego hizo que sus subordinados le dieran 50 latigazos, lo que hizo que San Maximiliano Kolbe perdiera la conciencia, Krott, lo lanzó hacia el lodo y lo dejó allí pensando que estaba muerto, pero sus compañeros lo llevaron al “Revier” la enfermería del campo, atacado de neumonía, con fiebre y el rostro estriado de moretones, sin embargo su conducta ante el sufrimiento, era asombrosa, soportaba el dolor virilmente y con completa resignación a la voluntad de Dios, solía repetir:
"Por Jesús soy capaz de padecer aun mas. La Inmaculada esta conmigo y me ayuda"
A pesar de su sufrimiento y dolor, continuó escuchando confesiones y hablaba a los demás internos del amor de Dios, al salir del Revier incluso logró celebrar Misa




Extractos de documento de Auschwitz – Birkenau donde consta San Maximiliano Kolbe como prisionero



Vitral en la iglesia franciscana de Szombathely en Hungría, mostrando a San Maximiliano Kolbe como prisionero

Hacia finales de Julio las autoridades del campo notaron la falta de 3 prisioneros, uno de ellos del Bloque donde también estaba San Maximiliano Kolbe, era protocolo del campo que por cada recluso fugado, 10 reclusos debían ser condenados a morir de hambre en el “bunker de la muerte”. El 29 de Julio de 1941 el infame SS-Hauptsturmführer (Capitán de las SS) Karl Fritzsch escogió a los prisioneros señalando sus números en la fila al azar, entre los escogidos estaba el sargento del ejército polaco Franciszek Gajowniczek (entonces de 41 años de edad), quien desesperado se lamentó diciendo: “Dios mío, tengo esposa e hijos. ¿Quién los va a cuidar?” al escuchar estas palabras San Maximiliano Kolbe se dirigió a Fritzch y señalando a Gajowniczek dijo "Soy sacerdote católico polaco; soy anciano; quiero tomar su lugar, porque el tiene esposa e hijos..." (en realidad solo era 6 años mayor) es impresionante que Fritzch no lo haya asesinado allí mismo por la osadía, y más sorprendente, que por el contrario, le haya obedecido.

Los 10 sentenciados fueron obligados a desnudarse y entrar al bunker mientras se burlan de ellos, desde ese día ellos no reciben ni agua ni comida, todos los días eran inspeccionadas las celdas de castigo para retirar a aquellos que ya habían muerto, pero San Maximiliano Kolbe no pierde su fe ni desmaya, desde el exterior se escuchan las fervorosas oraciones, el rosario y los cantos religiosos, con los que anima a los demás prisioneros, y que ellos también responden, su actitud sorprende incluso a los guardias que llegan decir que nunca habían visto a alguien semejante. Pasan 3 semanas de la cruel tortura pero todavía quedan 4 prisioneros vivos, entre ellos San Maximiliano Kolbe, para las autoridades nazis sin embargo consideran que tardan demasiado para morir ya que requerían la celda para castigar a otros, así que uno de los capos de apellido Boch es llevado para aplicarles a los sobrevivientes sendas inyecciones de fenol (ácido fénico), San Maximiliano Kolbe fue el último en recibir la inyección letal, se convirtió en mártir por Dios, la Virgen y por un padre de familia, venció al mal con el poder del amor, murió tranquilo, rezando hasta el último momento. Según el certificado de defunción del campo falleció a las 12:50 del 14 de agosto de 1941, en la víspera de la celebración de la Asunción de la Santísima Virgen María, luego de la terrible ejecución su cadáver al igual que el de los demás asesinados fue llevado al horno crematorio. La historia de su vida en Auschwitz-Birkenau se difundió no solamente allí sino que además en otros campos.



San Maximiliano Kolbe caracterizado con algunas características de su vida: su devoción por la Inmaculada, su hábito de Fraile Franciscano incluyendo su Rosario y al fondo un campo alambrado tal como Auschwitz-Birkenau

El 30 de Enero de 1969 fue declarado Venerable por el Papa Pablo VI y el mismo lo declaró Beato el 17 de Octubre de 1971, después de ser verificadas las milagrosas curas de Angela Testoni en Julio de 1948 de una tuberculosis intestinal y de Francis Ranier en Agosto de 1950 de una arteriosclerosis, las cuales fueron obtenidas por su intercesión. El 10 de Octubre de 1982 fue Canonizado, siendo declarado Mártir de Caridad por el Papa Juan Pablo II, no deja de ser notorio que se levantaran voces en contra del proceso de beatificación y canonización de San Maximiliano Kolbe acusándolo de ser responsable de publicaciones antisemitas, sin embargo no consideran los miles de refugiados judíos que fueron acogidos en Niepokalanow, bajo la dirección de San Maximiliano Kolbe, quien dio instrucciones de atender a todos los refugiados sin discriminaciones, y con la única limitación de los recursos con los que contaban.


El Condado de Zduńska Wola (Polonia) creado en 1999 escogió como escudo una representación de San Maximiliano Kolbe con su hábito de Fraile Franciscano, añadiéndole el número de prisionero en Auschwitz-Birkenau, el triangulo rojo con la letra P destinado para los prisioneros polacos, y llevando en sus manos las coronas que le ofreció la Santísima Virgen María

http://www.wikipedia.com
http://www.cin.org/saints/maxkolbe.html
http://www.corazones.org/santos/maximiliano.htm
http://www.corazones.org/santos/maximiliano2.htm
http://www.catholic-pages.com/saints/st_maximilian.asp
http://gizycko-wilanow.kuria.elk.pl/inne/zyciorys/index.htm
http://www.mi-international.org/lastdays_flash_sp.htm

sábado, 7 de febrero de 2009

La Sabana Santa

LA SABANA SANTA

En primer lugar se debe enfatizar y dejar bien en claro lo siguiente:
Que nuestra fe como católicos no se fundamenta en la Sábana Santa.
Que la Sabana Santa NO es esencial para nuestra fe en Cristo y en su Resurrección, pero que si nos ayuda a profundizar nuestro amor y devoción en aquel que por nosotros sufrió la Pasión.
Por otro lado, los NO creyentes, proclamándose a si mismos como gente de ciencia y de razón se encuentran a la defensiva ante una reliquia, en la cual los mismos científicos están descubriendo contundentes pruebas de autenticidad
Nunca se ha pedido a los católicos que piensen de una determinada manera en este tema, que no es dogma de fe, ahora tampoco. Sin embargo, para opinar es necesario conocer lo que la ciencia ha venido diciéndonos en los últimos tiempos sobre la Síndone de Turín. Todo ello sigue siendo verdad.

La Sabana Santa conocida también como Santo Sudario, Manto de Turín, o Sindone de Turin entre otros nombres es una fina pieza de lino que mide 3 pies y 7 pulgadas de ancho (poco más de 1 metro con 9 centímetros) y 14 pies y 3 pulgadas de largo (poco más de 4 metros y 35 centímetros) estas dimensiones corresponden exactamente con 8 por 2 cubits, la cual era una antigua medida utilizada en Israel.

Evangelio según San Mateo
Capítulo 27

57 Llegada la tarde, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también era discípulo de Jesús.
58 Se presentó delante de Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mando que se le entregase.
59 José tomó, pues, el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia
60 y lo puso en el sepulcro suyo,  nuevo, que había hecho tallar en la roca. Después rodó una gran piedra sobre a la entrada del sepulcro y se fue.

Evangelio según San Marcos
Capítulo 15

43 vino José, el de Arimatea, noble consejero, el cual también estaba esperando el Reino de Dios. Este se atrevió a ir a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.
44 Pilato se extraño de que estuviera muerto; hizo venir al centurión, y le preguntó si había muerto ya.
45 Informado por el centurión, dio el cuerpo a José,
46 el cual habiendo comprado una sábana, lo bajó, lo envolvió en el sudario y lo depósito en un sepulcro tallado en la roca; y arrimó una loza a la puerta del sepulcro.

Evangelio según San Lucas
Capítulo 23

50 Y había un varón llamado José, que era miembro del Sanhedrin, hombre bueno y justo,
51 que no había dado su asentimiento ni a la resolución de ellos ni al procedimiento que usaron, Oriundo de Arimatea, ciudad de los judíos, el cual estaba a la espera del Reino de Dios.
52 Este fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús
53 y, habiéndolo bajado, lo envolvió en una mortaja y lo depositó en un sepulcro tallado en la roca donde ninguno había sido puesto.

Evangelio según San Juan
Capítulo 19

38 Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero ocultamente, por miedo a los judíos, pidió a Pilato llevarse el cuerpo de Jesús y Pilato se lo permitió. Vino, pues, y se llevó el cuerpo.
39 Vino también Nicodemo, el que antes había ido a encontrarlo de noche; este trajo una mixtura de mirra y áloe, como cien libras.
40 Tomaron, pues,  el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en fajas con los especies aromáticas, según la manera de sepultar de los judíos.




Pedazo de la tela de lino tejido con la técnica “espina de pescado”

Sobre un lado de la tela se encuentran impresas las huellas frontales y dorsales del cuerpo de un hombre que murió crucificado, además hay diversas manchas de diferentes tonalidades desde el rojo hasta el marrón que han sido identificadas como manchas de sangre específicamente del tipo AB, las tonalidades diferentes son debido a la diferencia que hay entre la sangre que brota de una herida superficial que se coagula rápido, con la sangre que brota de heridas profundas debido a la forma de muerte traumática. Esta gran cantidad de manchas de sangre se corresponden con la pasión descrita en los evangelios

En la sabana se encuentra una gran cantidad de heridas “pequeñas” (aproximadamente 100) que fueron provocadas por golpes realizados con un “Flagellum taxillatum” el cual era un mango de madera con cuerdas o nervios delgados y duros a manera de látigos que estaban rematados por bolitas de metal con puntas o pequeños huesecillos, utilizado por los romanos como castigo solamente contra los esclavos, los bárbaros o los extranjeros (Nuestro Señor Jesucristo no era ciudadano romano)

Evangelio según San Mateo
Capítulo 27
26 Entonces, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado

Evangelio según San Marcos
Capítulo 15
15 Entonces Pilato, queriendo satisfacer a la turba, les dejó en libertad a Barrabás y después de haber hecho flagelar a Jesús, lo entregó para que fuera crucificado.

Evangelio según San Juan
Capítulo 19
Entonces, pues, Pilato tomó a Jesús y lo hizo azotar.

Las manchas de sangre que provienen de heridas en la zona del cráneo fueron causadas por la corona de espinas, cabe destacar que en realidad fue algo parecido a un casco de espinas parecido a las coronas que utilizaban los reyes orientales y no una especie de tiara o diadema como se la representa comúnmente, la corona fue puesta sobre el cráneo y las puntas causaban heridas en diferentes partes del cráneo e incluso en la nuca


Representación de Nuestro Señor Jesucristo con la “corona de espinas” y las muchas heridas que le provocaban

Evangelio según San Mateo
Capítulo 27
29 Trenzaron también una corona de espinas, y se la pusieron sobre la cabeza, y una caña en su derecha; y doblando la rodilla delante de El, lo escarnecían diciendo: “¡Salve, Rey de los judíos!”;

Evangelio según San Marcos
Capítulo 15
17 Lo vistieron de púrpura y, habiendo trenzando una corona de espinas, se la ciñeron.

Evangelio según San Juan
Capítulo 19
2 Luego los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza y le vistieron con un manto de púrpura;
Entonces Jesús salió fuera, con la corona de espinas y el manto de púrpura. (Pilato) les dijo: “He aquí  al hombre.”

Además de las manchas de sangre proveniente de las heridas provocadas por las espinas también se han identificado otras provocadas por golpes en el rostro y el resto del cráneo


El rostro en el Santo Sudario, destacan además las manchas de sangre especialmente la que tiene forma de la letra Epsilon griega (ε), que en las primeras representaciones de Nuestro Señor Jesucristo parece haber sido confundida con la huella de un mechón de cabello

Evangelio según San Mateo
Capítulo 27
30 y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza.

Evangelio según San Marcos
Capítulo 14
65 Y comenzaron algunos a escupir sobre El, y velándole el rostro y lo abofeteaban, diciéndole: “Adivina”, y los criados le daban bofetadas.
Capítulo 15
19 Y le golpeaban en la cabeza con una caña, y lo escupían, y le hacían reverencia doblando la rodilla.

Evangelio según San Juan
Capítulo 18
22 A estas palabras, uno de los satélites que se encontraba junto a Jesús le dio una bofetada, diciendo: “¿Así respondes tu al Sumo Sacerdote?
Capítulo 19
3 y, acercándose a El, le decían: «Salve, Rey de los judíos.» y le daban bofetadas.

La sabana incluso presenta señales del martirio durante el camino hasta el lugar de crucifixión. Demostrando que Nuestro Señor Jesucristo cargó la cruz que era sujetada horizontalmente sobre los hombros de quienes eran condenados y que debían cargar. Además de señales muchas heridas en diferentes partes del cuerpo destacando una más traumática en la rodilla, la cual parece haber sido causada por las caídas que sufrió Nuestro Señor Jesucristo, las cuales no podía detener con las manos (por tenerlas fijadas a la cruz”) y muy probablemente golpeaba su rodilla como apoyo e incluso su rostro, sufriendo heridas más graves debido a las espinas en su cráneo

Evangelio según San Juan
Capítulo 19
16 Entonces se lo entregó para que fuesea crucificado. Tomaron, pues, a Jesús,
17 y El llevándose con su cruz, salió hacia para el lugar llamado "el craneo", en hebreo Gólgotha,

En la Sabana Santa también se encuentran evidencias claras de la crucifixión a la que fue sometido Nuestro Señor Jesucristo, la herida más notoria es la provocada por clavo a la altura de la muñeca derecha más específicamente a la altura de los huesos del carpo y el ligamento anular anterior, la herida de la muñeca izquierda no dejó marcas en la pieza de lino debido a que fue cubierta por el brazo derecho, también se reconoce las marcas hechas por todo el brazo y la mano izquierda, la cual sufrió severos traumatismos durante la crucifixión. Además ambos pies fueron clavados en la cruz utilizando un solo clavo, el pie derecho ha marcado su huella completa del pie izquierdo sólo se ve el talón y la parte central, no hay marcas de los dedos. el cual, está como encorvado sobre sí mismo, acentuando la concavidad de su planta lo cual indica que el pie izquierdo estuvo clavado sobre el derecho y cruzado sobre él

Evangelio según San Mateo
Capítulo 27
26 Entonces, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado
31 Después de haberse burlado de El, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos y le llevaron para crucificarlo.

Evangelio según San Marcos
Capítulo 15
15 Entonces Pilato, queriendo satisfacer a la turba, les dejó en libertad a Barrabás y después de haber hecho flagelar a Jesús, lo entregó para que fuera crucificado.
24 Y lo crucificaron y se reparten sus vestidos, sorteando entre ellos la parte de cada cual.
25 Era la hora de tercia cuando lo crucificaron

Evangelio según San Lucas
Capítulo 23
33 Cuando hubieron llegado al lugar llamado del Cráneo, allí crucificaron a El y a los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda.

Evangelio según San Juan
Capítulo 19
16 Entonces se lo entregó para que fuese crucificado. Tomaron, pues, a Jesús,
18 y donde lo crucificaron y con El a otros dos, uno de cada lado, quedando Jesús en el medio.

Normalmente la crucifixión tenía como objetivo ser una tortura muy lenta, que en ocasiones duraba varios días. Pero en el caso de Nuestro Señor Jesucristo la crucifixión fue más corta que lo acostumbrado después de la flagelación extremadamente dura agravada por el camino cargando la cruz durante el cual sufrió terribles caídas en las cuales sufría repetidas heridas cada vez más graves, con gran perdida de sangre, Nuestro Señor Jesucristo llegó al lugar de la crucifixión con su cuerpo extremadamente torturado y debilitado. Para acelerar la muerte era común que los soldados rompieran los huesos de las piernas, esto para evitar que se apoyaran lo cual les permitía respirar mejor, es así que la causa de muerte solía ser asfixia, esto se aplicó a los dos condenados que fueron crucificados junto con Nuestro Señor Jesucristo pero no a él, debido a que ya había fallecido, Sin embargo para asegurarse de su muerte uno de los soldados atravesó su costado con una lanza (según algunos evangelios apócrifos y revelaciones privadas fue San Longinos quien luego se convirtió y murió martirizado por la fe) la cual atravesó el corazón de Nuestro Señor Jesucristo. En la sabana es muy obvia la señal de una herida sobre el costado derecho la cual es de forma oval de 4'4 cm de larga por 1'4 cm de ancha. Esta herida ha sido causada por un instrumento de punta con dos aletas laterales cortantes, es decir, por una lanza. De ahí la forma elíptica de la herida. La sangre ha fluido hacia abajo y hacia la espalda, indicando con este segundo reguero cuándo el cuerpo fue colocado en posición horizontal. Es probable que la lanza atravesara primero un pulmón antes de llegar al corazón. Es más las huellas en la Sabana Santa demuestran que la herida fue realizada “post mortem” juzgando la escasa cantidad de sangre emitida, la separación entre el coágulo y el líquido seroso, la carencia de hinchazón y el color y viscosidad de la sangre la cual fue densa y oscura, y se deslizó por su propio peso, por que ya habían cesado los latidos del corazón. El “agua” que sale de la herida es liquido seroso de color transparente que podría ser fluido pericardial o fluido de la cavidad pleural

Evangelio según San Juan
Capítulo 19
33 Más llegando a Jesús, y viendo que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas,
34 pero uno de los soldados le abrió el costado con la lanza y al instante salió sangre y agua.
35 Y el que vio ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice la verdad, a fin de que vosotros también creáis.
36 Porque esto sucedió para que se cumpliese la Escritura: “Ningún hueso le quebraréis”.
37 Y también otra Escritura dice: “Volverán los ojos hacia Aquel a quien traspasaron”.

En 1988 un fragmento de 1 por 7 centímetros cortado de la Sabana Santa fue examinado por medio de la datación por Carbono 14, una técnica utilizada para determinar la antigüedad. El resultado avalado por las Universidades de Arizona y Oxford y por el Politécnico de Zurich, aproximaron que la Sabana Santa provenía de finales del siglo XII o del siglo XIV. Este resultado parece restar importancia e incluso eliminar la posibilidad de que el Santo Sudario sea en efecto aquel que sirvió de mortaja para Nuestro Señor Jesucristo, pero hay varios hechos que deben ser considerados


Detalle del fragmento de la Sabana Santa utilizada en la prueba y el faltante que dejó

La Sabana Santa fue rescatada de al menos 3 incendios el carbono que se desprendió en el ambiente en estas ocasiones pudieron influir en los resultados en especial en el incendio del 4 de diciembre de 1532 en ese tiempo la Sabana Santa se guardaba doblada en una urna de plata, el fuego llegó tan cerca que una gota de plata (la plata se funde a los 962º C) atravesó la tela en una esquina pero al estar doblada creo varios agujeros

Justamente a causa del incendio de 1532 la Sabana Santa fue reparada, cosiéndole una “tela de Holanda” en la parte posterior y remendando varios parches. Cuando en 1988 la muestra fue tomada para la prueba de Carbono 14, parte de estos parches “contaminarían” la muestra y alterarían el resultado

Para poder hacer un examen preciso se requiere eliminar todas las adherencias pero sin afectar a la celulosa de la tela, es sin embargo muy conocido que la tela ha estado durante siglos expuesta a muchas fuentes de contaminación, especialmente al ser mostrada al público, en muchas ocasiones tomada directamente con las manos y al aire libre.

Además existen varias evidencias científicas que hacen del Santo Sudario un objeto realmente misterioso

Las primeras fotografías tomadas el 28 de mayo de 1898 por Secondo Pia revelaron algo inesperado, la imagen del hombre crucificado (no así el resto de marcas como las manchas de sangre) es en realidad un negativo, es así que las placas del negativo de la imagen muestra con mucha más claridad la figura humana en el Santo Sudario

El 21 de Abril de 1902 el anatomista Yves Delage quien era agnóstico declaró ante la Academia Francesa de las Ciencias que la Síndone es médicamente convincente y que ha envuelto un auténtico cuerpo crucificado

Desde 1973 diversos estudios han identificado a la Sabana Santa como fabricada con la técnica “tejido a espina pescado” encontrando también restos microscópicos de polen de flores del área de Palestina, así como de Anatolia (la actual Turquía), Constantinopla (actualmente Estambul), Chipre, Francia e Italia, lo cual sugiere el camino por el que fue llevada la Sabana Santa durante casi 2.000 años hasta su ubicación actual en la Catedral de San Juan Bautista en Turín

En 1976 se realiza un estudio con el recientemente inventado “analizador de imágenes VP8” el cual demostró que la imagen en la Santa Sabana contiene información en 3 dimensiones, es decir que a partir de la imagen se puede hacer un modelo como si fuera una escultura, debido a que posee tridimensionalidad, es decir, que la intensidad del colorido de las imágenes es inversamente proporcional a la distancia que separaba, en cada punto, la tela del cuerpo que ha dejado sus huellas, es como un registro de los relieves volumétricos del cuerpo


Imagen tridimensional proveniente de la información en el Santo Sudario
Los iconos bizantinos realizados desde el siglo VI son muy afines con el rostro de la Sabana Santa, lo cual indica que la imagen fue inspiración para las miles de representaciones de Nuestro Señor Jesucristo, que se difundieron desde Oriente (donde se encontraba el Santo Sudario)

El Codex Pray que es el escrito más antiguo en lenguaje húngaro o magyar y datado entre 1192 y 1195, tiene 5 ilustraciones que representan la crucifixión, el descenso de la Cruz, la unción apresurada del cuerpo antes del sábado, la mañana de Pascua y a Nuestro Señor Jesucristo en majestad. En las ilustraciones de la unción y de la mañana de Pascua el artista ha reflejado una tela que sirve de mortaja, la ilustración muestra algunas características propias del Santo Sudario, su tamaño, el cuerpo desnudo, las manos ubicadas sobre la región púbica (la derecha sobre la izquierda), las manos parecen alargadas y no se muestran los pulgares, algunas pequeños agujeros en la tela (posiblemente pequeñas quemaduras del primer incendio o debido a descuidos) todo esto indica que el artista había visto el Santo Sudario o estaba muy bien informado




Ilustraciones del Codex Pray: La unción apresurada y la mañana de Pascua

La mayor incógnita en la Sabana Santa radica en las imágenes del cuerpo, incluso en la actualidad las aplicaciones científicas NO logran explicar como es que se formó la imagen sobre la tela, la cual esta solamente superficialmente sobre la tela apenas unos micrómetros, la tela no muestra restos de pigmentos, de hecho esta tendería a impregnarse en la tela, destaca el hecho de que la imagen no sufrió daños por el calor del incendio de 1532 ni por el agua (la Sabana Santa quedo empapada) utilizada para enfriar la urna de plata. Una de las explicaciones es la acción de microbios que habrían marcado el sudario, sin embargo nunca se ha encontrado algo parecido en otra tela que haya guardado un cuerpo, tampoco explica la falta de huellas encima de las manchas de sangre. Se ha teorizado que alguna especie de radiación que duró apenas una fracción de segundo emanó del cuerpo y creó la imagen, pero no existe registro de que algo parecido haya sucedido, si hubiese sucedido así, lo único que podría explicar el origen de esta misteriosa radiación sería el momento de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo (además también sería otro factor a tomar en cuenta que podría haber alterado la datación por Carbono 14) sin embargo esta solamente es una teoría y de hecho resulta imposible de comprobarla, haciendo más grande el misterio del Santo Sudario.





Santo Sudario visto desde la parte frontal y dorsal del cuerpo con sus respectivos negativos

Acerca del Santo Sudario se ha dicho y escrito mucho.
Papa Pio XI: “Proviene de aquel objeto aún misterioso, pero ciertamente no de hechura humana, como puede decirse ya demostrado, que es la Santa Síndone de Turín. Decíamos que es misterioso, porque todavía es mucho el misterio que envuelve a este Lienzo sagrado, objeto sagrado cual quizá ningún otro en la tierra; mas, según todo lo que hoy día consta del modo más positivo, dejando a un lado toda idea preconcebida de fe y piedad cristiana, seguramente que no es en modo alguno obra del hombre”

Papa Pio XII: mientras se celebraba el Congreso Internacional de Sindonología de 1950, dirigió a los participantes un mensaje de bendición en el que denominaba a la Santa Síndone “extraordinario vestigio de la Pasión del Divino Redentor” y encomendaba “que se procurase una veneración universal de tan importante reliquia”

Papa Juan XXIII: “Digitus Dei est hic!” (“¡El dedo de Dios está aquí!”)

Papa Pablo VI: “¡Fortuna inmensa la nuestra, si esta verdadera y superviviente efigie de la Santa Síndone nos permite contemplar el diseño auténtico de la adorable figura física de Nuestro Señor Jesucristo, que en verdad viene a calmar nuestra avidez (hoy tan ardorosa) de poder conocerle también visiblemente! ¿Estamos acaso también nosotros, como los viajeros del camino de Emaús, con los ojos tan nublados que no reconocieron a Jesús resucitado en el peregrino que les acompañaba?”

Papa Juan Pablo II: “La Sábana Santa es un reto a la inteligencia. Ante todo, exige de cada hombre, en particular del investigador, un esfuerzo para captar con humildad el mensaje profundo que transmite a su razón y a su vida. La fascinación misteriosa que ejerce la Sábana Santa impulsa a formular preguntas sobre la relación entre ese lienzo sagrado y los hechos de la historia de Jesús. Dado que no se trata de una materia de fe, la Iglesia no tiene competencia específica para pronunciarse sobre esas cuestiones.”

Papa Benedicto XVI: “La Sábana Santa de Turín nos permite hacernos una idea de la increíble crueldad de este procedimiento (la crucifixión). Jesús no bebió el calmante que le ofrecieron: asume conscientemente todo el dolor de la crucifixión. Su cuerpo está martirizado; se han cumplido las palabras del Salmo: “Yo soy un gusano, no un hombre, vergüenza de la gente, desprecio del pueblo” (Sal 21, 27). “Como uno ante quien se oculta el rostro, era despreciado... Y con todo eran nuestros sufrimientos los que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba” (Is 53, 3 ss)”

Nuestro Señor Jesucristo nos conoce perfectamente y sabe que se nos hace muy difícil creer y confiar, así que tal vez nos dejo esta simple tela de lino como prueba de su Martirio y Resurrección, como se lo demostró a Santo Tomás Apostol

Evangelio según San Juan
Capítulo 20
24 Ahora bien Tomás, llamado Didimo, uno de los Doce, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
25 Por tanto le dijeron los otros: “Hemos visto al Señor. El les dijo: “Si yo no veo en sus manos las marcas de los clavos y no meto mi dedo en el lugar de los clavos y no pongo mi mano en su costado, de ninguna manera creeré.”
26 Ocho días después, estaban nuevamente adentro sus discípulos, y Tomás con ellos. Vino Jesús, cerradas las puertas, y de pie dijo: “¡Paz a vosotros!.”
27 Luego dijo a Tomás: “Trae acá tu dedo, mira mis manos; alarga tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.”
28 Tomás respondió: “¡Señor mío y Dios mío.!”
29 Jesús le dijo: “Porque me has visto has creído; dichosos los que han creído sin haber visto.”


Fuentes:
Biblia versión traducida por el Monseñor Straubinger
http://www.sabanasanta.org/
http://www.aciprensa.com/sudario/index.html
http://www.corazones.org/jesus/turin_sudario/a_turin.htm
http://www.corazones.org/jesus/turin_sudario/turin_sudario2p.htm
http://www.linteum.com
http://www.sindone.org/es
http://html.rincondelvago.com/analisis-bioquimicos.html