Artículo 3: “LAS SIETE PETICIONES”
2º.- De la primera petición
290.- ¿Qué pedimos en la primera petición: SANTIFICADO SEA TU NOMBRE? - En la primera petición Santificado sea tu nombre, pedimos que Dios sea conocido, amado, honrado y servido de todo el mundo y de nosotros en particular.
291.- ¿Qué entendemos cuando pedimos que Dios sea conocido, amado y servido de todo el mundo? - Entendemos pedir que los infieles vengan al conocimiento del verdadero Dios, los herejes reconozcan sus errores, los cismáticos vuelven a la unidad de la Iglesia, los pecadores se conviertan y los justos perseveren en el bien.
292.- ¿Por qué pedimos ante todo que sea santificado el nombre de Dios? - Pedimos ante todo que sea santificado el nombre de Dios porque hemos de desear más la gloria de Dios que todos nuestros intereses y provechos.
293.- ¿De qué manera hemos de procurar la gloria de Dios? - Hemos de procurar la gloria de Dios con oraciones y buen ejemplo, y enderezando a El todos nuestros pensamientos, afectos y acciones.
Versión artística de Nuestro Señor Jesucristo dando el Sermon de la Montaña
3ª.- De la segunda petición
294.- ¿Qué entendemos por REINO DE DIOS? - Por reino de Dios entendemos un triple reino espiritual: el reino de Dios en nosotros, que es la gracia; el reino de Dios en la tierra, que es la Iglesia Católica, y el reino de Dios en el cielo, que es la bienaventuranza.
295.- ¿Qué pedimos en orden a la gracia con las palabras VENGA A NOSOTROS TU REINO? - En orden a la gracia, pedimos que Dios reine en nosotros con su gracia santificante, por la cual se complace de morar en nosotros como rey en su corte, y que nos conserve unidos a sí con las virtudes de la Fe, Esperanza y Caridad, por las cuales reina en nuestro entendimiento, en nuestro corazón y en nuestra voluntad.
296.- ¿Qué pedimos en orden a la Iglesia con las palabras venga a nosotros tu reino? - En orden a la Iglesia, pedimos que se dilate y propague por todo el mundo para la salvación de los hombres.
297.- ¿Qué pedimos en orden a la gloria con las palabras venga a nosotros tu reino? - En orden a la gloria, pedimos ser un día admitidos en la bienaventuranza, para que hemos sido creados, donde seremos cumplidamente felices.
4º.- De la tercera petición
298.- ¿Qué pedimos en la tercera petición: HÁGASE TU VOLUNTAD, ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO? - En la tercera petición: Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo, pedimos la gracia de hacer en todas las cosas la voluntad de Dios, obedeciendo sus santos mandamientos con la misma presteza con que los ángeles y santos le obedecen en el cielo. Pedimos además la gracia de corresponder a las divinas inspiraciones y de vivir resignados a la voluntad de Dios cuando nos enviare alguna tribulación.
299.- ¿Es necesario que cumplamos la voluntad de Dios? - Es tan necesario que cumplamos la voluntad de Dios como lo es alcanzar la salvación eterna, pues Jesucristo dijo que sólo entrará en el reino de los cielos el que hiciere la voluntad de su Padre.
300.- ¿De qué manera podemos conocer la voluntad de Dios? - Podemos conocer la voluntad de Dios especialmente por medio de la Iglesia y de nuestros superiores espirituales, puestos por Dios para guiarnos en el camino de la salvación. También podemos conocerla por las divinas inspiraciones y por las circunstancias en que el Señor nos ha colocado.
301.- ¿Debemos reconocer siempre la voluntad de Dios en las cosas así prósperas como adversas de esta vida? - En las cosas prósperas como adversas de esta vida hemos de reconocer siempre la voluntad de Dios, el cual todo lo dispone o permite para nuestro bien.
5º.- De la cuarta petición
302.- ¿Qué pedimos en la cuarta petición: EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA, DÁNOSLE HOY? - En la cuarta petición: El pan nuestro de cada día, dánosle hoy, pedimos a Dios lo que nos es necesario cada día para el alma y para el cuerpo.
303.- ¿Qué pedimos a Dios para nuestra alma? - Para nuestra alma pedimos a Dios el mantenimiento de la vida espiritual, es decir, rogamos al Señor nos dé su gracia, de la que continuamente tenemos necesidad.
304.- ¿Cómo se mantiene la vida de nuestra alma? - La vida de nuestra alma se mantiene sobre todo con la divina palabra y con el Santísimo Sacramento del altar.
305.- ¿Qué pedimos a Dios para nuestro cuerpo? - Para nuestro cuerpo pedimos lo necesario para el mantenimiento de la vida temporal.
306.- ¿Por qué decimos: EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA y no EL PAN DE CADA DÍA? - Decimos: El pan nuestro de cada día y no El pan de cada día, para excluir todo deseo de los bienes ajenos; por esto le pedimos al Señor nos ayude en las ganancias justas y lícitas con que nos procuremos el sustento mediante nuestro trabajo, sin echar mano de hurtos y malas mañas.
307.- ¿Por qué decimos DANOS y no DAME el pan? - Decimos danos y no dame para traernos a la memoria que, siendo Dios el dador de todos los bienes, al darlos en abundancia, lo hace para que distribuyamos lo superfluo a los pobres.
308.- ¿Por qué añadimos DE CADA DÍA? - Añadimos de cada día porque hemos de querer lo necesario para la vida, y no la abundancia de manjares y bienes de la tierra.
309.- ¿Qué significa la palabra HOY en la cuarta petición? - La palabra hoy quiere decir que no hemos de andar demasiado solícitos de lo por venir, sino pedir lo que al presente necesitamos.
San Benito
San Ignacio de Antioquía
6º.- De la quinta petición
310.- ¿Qué pedimos en la quinta petición: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES? - En la quinta petición: Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, pedimos a Dios nos perdone nuestros pecados, como nosotros perdonamos a nuestros ofensores.
311.- ¿Por qué nuestros pecados se llaman deudas? - Nuestro pecados se llaman deudas porque hemos de satisfacer por ellos a la divina justicia en esta vida o en la otra.
312.- ¿Pueden esperar de Dios perdón los que no perdonan al prójimo? - Los que no perdonan al prójimo no tienen razón ninguna para esperar de Dios el perdón; tanto más que se condenan por sí mismos diciendo a Dios que les perdone como ellos perdonan a su prójimo.
Versión artística de Nuestro Señor Jesucristo dando el Sermon de la Montaña
7º.- De la sexta petición
313.- ¿Qué pedimos en la sexta petición: Y NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN? - En la sexta petición: Y no nos dejes caer en la tentación, pedimos a Dios que nos libre de las tentaciones, o no permitiendo que seamos tentados o dándonos gracia para no ser vencidos.
314.- ¿Qué son las tentaciones? - Las tentaciones son unas excitaciones al pecado que nos vienen del demonio, o de los malos, o de nuestras pasiones.
315.- ¿Es pecado tener tentaciones? - No, señor; no es pecado tener tentaciones; pero es pecado consentir en ellas o exponerse voluntariamente a peligro de consentir.
316.- ¿Por qué permite Dios que seamos tentados? - Dios permite que seamos tentados para probar nuestra fidelidad, para darnos ocasión de perfeccionar nuestras virtudes y para acrecentar nuestros merecimientos.
317.- ¿Qué hemos de hacer para evitar las tentaciones? - Para evitar las tentaciones hemos de huir de las ocasiones peligrosas, tener a raya nuestros sentidos, recibir a menudo los Santos Sacramentos y valernos de la oración.
8º.- De la séptima petición
318.- ¿Qué pedimos en la séptima petición: MAS LÍBRANOS DEL MAL? - En la séptima petición: Mas líbranos del mal, pedimos a Dios que nos libre de los males pasados, presentes y futuros, especialmente del sumo mal, que es el pecado, y de la pena de él, que es la condenación eterna.
319.- ¿Por qué decimos LÍBRANOS DEL MAL y no DE LOS MALES? - Decimos: Líbranos del mal y no de los males porque no hemos de desear estar exentos de todos los males de esta vida, sino solamente de los que no convienen a nuestra alma, y por esto pedimos nos libre Dios del mal en general; a saber, de todo lo que prevé que es mal para nosotros.
320.- ¿Es lícito pedir que nos libre Dios de algún mal particular, por ejemplo, de una enfermedad? - Si, señor; es lícito pedir a Dios nos libre de algún mal particular, pero siempre remitiéndonos a su voluntad, ya que puede ordenar aquella misma tribulación para provecho de nuestra alma.
321.- ¿De qué sirven las tribulaciones que Dios nos envía? - Las tribulaciones nos ayudan a hacer penitencia de nuestras culpas, a ejercitar las virtudes y, sobre todo, a imitar a Jesucristo, nuestra cabeza, a la cual es justo nos conformemos en los padecimientos si queremos tener parte en su gloria.
322.- ¿Qué quiere decir AMÉN al final del PADRENUESTRO? - Amén quiere decir: así sea, así lo deseo, así lo pido al Señor y así lo espero.
323.- ¿Basta rezar de cualquier manera el PADRENUESTRO para alcanzar las gracias que pedimos? - Para alcanzar las gracias que pedimos en el Padrenuestro hay que rezarlo sin atropellamiento, con atención y acompañarlo con el corazón.
324.- ¿Cuándo hemos de rezar el PADRENUESTRO? - Hemos de rezar el Padrenuestro todos los días, pues todos los días tenemos necesidad del socorro de Dios.
LA DOXOLOGÍA FINAL
2855 La doxología final "Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre Señor" vuelve a tomar, implícitamente, las tres primeras peticiones del Padrenuestro: la glorificación de su nombre, la venida de su Reino y el poder de su voluntad salvífica. Pero esta repetición se hace en forma de adoración y de acción de gracias, como en la Liturgia celestial (cf Ap 1, 6; 4, 11; 5, 13). El príncipe de este mundo se había atribuido con mentira estos tres títulos de realeza, poder y gloria (cf Lc 4, 5-6). Cristo, el Señor, los restituye a su Padre y nuestro Padre, hasta que le entregue el Reino, cuando sea consumado definitivamente el Misterio de la salvación y Dios sea todo en todos (cf 1 Co 15, 24-28).
2856 "Después, terminada la oración, dices: Amén, refrendando por medio de este Amén, que significa 'Así sea' (cf Lc 1, 38), lo que contiene la oración que Dios nos enseñó" (San Cirilo de Jerusalén, catech. myst. 5, 18)
Padre Nuestro en Latín el idioma oficial de la Iglesia Católica cantado por el Papa Pio XII
Fuentes:
Biblia versión traducida por el Monseñor Straubinger
Catecismo de San Pio X
http://www.vatican.va/archive/ESL0022/_INDEX.HTM
http://www.corazones.org/santos
http://es.catholic.net/celebraciones/120/301/articulo.php?id=3576
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