domingo, 3 de marzo de 2013

Domingo 3ra semana de Cuaresma


TERCER DOMINGO DE CUARESMA

LA CUARESMA TIEMPO DE REFLEXIÓN.- La Santa Iglesia, que, en el primer domingo de Cuaresma nos ha propuesto la tentación de Jesucristo en el desierto para tema de nuestra meditación, con el fin de instruirnos acerca de la naturaleza de nuestras propias tentaciones y del modo como debemos vencerlas, nos manda leer hoy un pasaje del evangelio de San Lucas, con cuya doctrina se propone completar nuestra instrucción, sobre el poder y artificios de nuestros enemigos invisibles. En el tiempo de Cuaresma el cristiano debe reparar el pasado y asegurar el porvenir; no podrá dar cuenta de lo primero, ni defender eficazmente lo segundo, sino tiene ideas claras sobre la naturaleza de los peligros en los que ha sucumbido y los que aún le amenazan. Los antiguos liturgistas han visto un rasgo de maternal sabiduría de la Iglesia, en la distinción con que propone hoy a sus hijos esta lectura, que centraliza las enseñanzas del día.

LA EXISTENCIA DEL DEMONIO.- Ciertamente seríamos los más ciegos y desgraciados de los hombres, si, rodeados como estamos de enemigos que trabajan furiosamente por perdernos y muy superiores a nosotros en fuerza y destreza, no hubiéramos pensado a menudo en su existencia, e incluso habérnoslo jamás imaginado. Sin embargo numerosos cristianos de nuestros días viven en este estado. "¡Cómo han disminuído las verdades entre los hijos de los hombres!" Este estado de indiferencia y olvido de un punto que las Sagradas Escrituras nos recuerdan en cada una de sus páginas es tan general que no es raro encontrar personas, para quienes la acción continua del demonio a nuestro rededor no es otra cosa sino una creencia gótica y popular que no tiene que ver nada con los dogmas de la religión. Todo lo que se cuenta en la historia de la Iglesia y vida de los Santos, para ellos es como si no existiera. Para ellos Satanás es una pura abstracción, en la que se ha personificado el mal.
¿Se trata de explicar el pecado en ellos o en los demás? Os hablan de la inclinación que tenemos al mal, del mal uso de nuestra libertad; y no quieren ver que la doctrina de la Iglesia nos revela que en nuestras prevaricaciones interviene un agente malvado, cuyo poderes igual al odio que nos tiene. No obstante eso saben que Satanás condujo a nuestros primeros padres al mal. Creen tuvo la osadía de tentar al Hijo de Dios encarnado, que le llevó por los aires hasta el pináculo del templo y desde allí a una encumbrada montaña. Leen también el Evangelio y creen que uno de los infelices posesos que libró el Señor estaba asediado por una legión entera de espíritus infernales como se vió al cumplir el permiso obtenido de posesionarse de una piara de puercos y la precipitaron al lago de Genesareth. Estos y otros mil hechos constituyen el objeto de su fe; y con todo lo que oyen decir acerca de su existencia, de sus artificios, su destreza en reducir las almas les parece cuento. ¿Son cristianos o han perdido el juicio? No es fácil responder, sobre todo porque se les ve entregarse hoy día a consultas sacrílegas del demonio, con la ayuda de los medios tomados de los siglos del paganismo, sin recapacitar, ni mucho menos saber que cometen un crimen que Dios, en la antigua ley, castigaba con la muerte y que la legislación de todos los pueblos cristianos durante muchos siglos castigó también con pena de muerte.

LA POSESIÓN DIABÓLICA.- Mas si hay algún tiempo del año en que los fieles deben meditar lo que la fe y experiencia nos enseñan acerca de la existencia y artificios de los espíritus infernales, es ciertamente este tiempo en que estamos, durante el cual debemos reflexionar tanto sobre las causas de vuestros pecados, los peligros de nuestra alma, los medios para prevenirnos contra nuevas caídas y nuevos ataques. Escuchemos pues el Santo Evangelio. Primero nos enseña que el demonio se había apoderado de un hombre, y, a consecuencias de esta posesión, había quedado mudo. Jesús libra a este desgraciado y el haber recobrado el uso de la palabra de muestra que el enemigo ha sido arrojado. Así la posesión del demonio no sólo es un monumento de la misteriosa justicia de Dios; mas también puede producir efectos físicos en aquellos que son sus víctimas. La expulsión del espíritu maligno devuelve el uso de la lengua a aquel que gemía bajo sus garras. No insistimos y a más en la malicia de los enemigos del Salvador que quieren atribuir su poder en los demonios a la intervención de cualquier príncipe de la malicia infernal; sólo queremos probar el poder de los espíritus de las tinieblas sobre los cuerpos y combatir con el sagrado texto el racionalismo de algunos cristianos. Que aprendan a conocer el poder de nuestros adversarios y eviten no sean su presa, cegados por el orgullo de la razón. Desde la promulgación del Evangelio, el poder de Satanás sobre los cuerpos ha sido, limitado mediante la virtud de la Cruz, en los países cristianos; pero recobra nueva extensión si la fe y las obras de piedad cristiana disminuyen. De ahí nacen todos esos odios diabólicos, que con diversos nombres más o menos científicos, se cometen primero a ocultas, después pasan en cierta medida a las personas honradas y llegan a trastornar a la sociedad si Dios y la Iglesia no interpusieran un dique. Cristianos de nuestros días, acordaos que habéis renunciado a Satanás y guardaos de que una ignorancia culpable os arrastre a la apostasía. No es a un ser de razón a quien habéis renunciado en las fuentes bautismales sino a un ser real, temible y de quien el mismo Jesucristo nos dice que fué homicida desde el principio

LA LUCHA CONTRA SATANÁS.- Pero si debemos temer mucho el poder terrible que puede ejercer en nuestros cuerpos y evitar todo contacto con él en las prácticas que preside, y que son el culto a que aspira, también debemos temer su influencia en nuestras almas. Considerad cuánto le ha costado a la gracia divina arrojarle de vuestra alma. En estos días la Iglesia nos ofrece todos los medios para salir vencedores: el ayuno acompañado de la oración y la limosna. Tendréis paz y vuestro corazón, vuestros sentidos purificados, se transformarán en templos de Dios: Pero no vayáis a creer que ya habéis aniquilado a vuestro enemigo. Está irritado, la penitencia le ha expulsado de su dominio y ha jurado tantear todos los medios para apoderarse. Temed, pues, en la recaída en el pecado mortal y para fortificar en vosotros este temor saludable, meditad el contenido de las palabras de nuestro Evangelio.
El Salvador nos enseña que este espíritu inmundo, arrojado de un alma, anda vagando por los lugares áridos y desiertos. Le devora el verse humillado y siente de antemano las torturas de este infierno que lleva con él por todas partes del que quisiera distraerse si pudiera, perdiendo a las almas que Jesucristo rescató. El Antiguo Testamento nos habla de los demonios reunidos y que andan vagando por lugares desiertos. Así el Arcángel San Rafael relegó a los desiertos del alto Egipto al espíritu infernal que había hecho perecer a los siete maridos de Sara. Mas no siempre el enemigo del hombre se resigna a vivir alejado de la presa que ambiciona. Le impulsa el odio como al principio del mundo y se dice: "ya es hora que vuelva a la casa de donde salí". Pero no vendrá solo; quiere salir victorioso y para conseguirlo traerá, si es necesario, con él otros siete demonios peores aun que él. ¡Qué ataque prepara al alma sino está de sobre aviso y fortificada, si la paz que Dios le ha vuelto no es una paz firme! El enemigo explora la situación del lugar; con su habitual perspicacia examina los cambios que se han obrado en su ausencia. ¿Qué observa en esta alma con quien ha poco tenía amistad y su morada? Nuestro Señor nos lo dice: el demonio la encuentra indefensa, pronto a recibirle de nuevo; nada de resistencia. Parece que el alma ansiaba esta nueva visita. Entonces el enemigo, para asegurar más su conquista va a buscar refuerzos. El asalto está dado nada, se opone; y pronto en lugar de un huésped infernal, el alma recibe un tropel;"  y añade el Salvador, el último estado de ese hombre es peor que el primero". Comprendamos el consejo que nos da la Santa Madre Iglesia al darnos a leer este pasaje del Evangelio. Por todas partes hay conversiones a Dios; muchas conciencias se van a reconciliar y el Señor los va a perdonar sin medida; pero, ¿perseverarán todos? Cuando el año próximo llegue de nuevo la Cuaresma y convoque a los cristianos a la penitencia, todos estos que en estos días se van a sentir arrancados del poder de Satanás mantendrán sus almas limpias y libres de su yugo? Una triste experiencia no permite a la Iglesia esperar tal consuelo. Muchos recaerán poco después de su rescate en los lazos del pecado. ¡Oh, si se apoderase de ellos la justicia de Dios en este estado! Sin embargo esta será la suerte de muchos, tal vez de un gran número. Temamos, pues las recaídas; y para asegurar nuestra perseverancia, sin la cual de nada nos sirvió el recuperar algunos días la gracia de Dios, vigilemos en adelante, oremos, defendamos la situación de nuestra alma, luchemos; y el enemigo desconcertado por la tenacidad irá a otra parte avergonzado y furioso.

EVANGELIO

Continuación del santo Evangelio según S. Lucas.
En aquel tiempo estaba Jesús arrojando un demonio, y éste era mudo. Y, habiendo arrojado al demonio, habló el mudo, y se admiraron las turbas. Pero algunos de ellos dijeron: Por arte de Beelzebub, príncipe de los demonios, echa El los demonios. Y otros, tentándole, le pedían un milagro del cielo. Pero El, cuando vió sus pensamientos, les dijo: todo reino, que esté dividido entre sí, será desolado, y una casa caerá sobre otra casa. Pues, si Satanás está también dividido contra sí mismo, ¿cómo subsistirá su reino? Porque vosotros decís que yo arrojo los demonios por virtud de Beelzebub. Mas, si yo arrojo los demonios en virtud de  Beelzebub: ¿vuestros hijos por virtud de quién los expulsan? Por lo tanto, ellos mismos serán vuestros jueces. Ahora bien, si yo lanzo los demonios con el dedo de Dios, es que ha llegado ya a vosotros el reino de Dios. Cuando un fuerte armado guarda la puerta de su casa, está seguro todo cuanto posee. Pero, si viniere otro más fuerte que él, y le venciere, le quitará todas sus armas, en quienes confiaba, y repartirá sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí: y, el que no recoge conmigo, dispersa. Cuando el espíritu inmundo ha salido de un hombre, anda por lugares sin agua, buscando descanso: y, no encontrándolo, dice: Volveré a mi casa, de donde salí. Y, cuando torna, la encuentra barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y, entrando, habitan allí, Y el fin de aquel hombre es peor que su principio. Y sucedió que, cuando decía estas cosas, alzando la voz una mujer de la turba, le dijo: Bienaventurado el vientre que te llevó, y los pechos que mamaste. Pero El dijo: Bienaventurados más bien los que oyen la palabra de Dios, y la practican.

DEMONIOS MUDOS.- El demonio del que libró Jesús al poseso de nuestro Evangelio dejó mudo a este hombre, y la salida fulminante, del espíritu de las tinieblas desató la lengua del paciente que mal trataba. Este hecho es imagen del pecador cautivo de su temible vencedor y reducido por él al mutismo. Si habla este pecador para confesar sus culpas, para pedir gracia, se verá libre. ¡Cuántos demonios mudos, diseminados por todas partes, impiden a los hombres hacer esta confesión salutífera que los salvaría! A pesar de eso, la Cuaresma pasa; transcurren los días de gracia; aprovechémonos de este tiempo favorable; si somos amigos de Dios, oremos insistentemente por los pecadores, para que hablen, se acusen de sus faltas y sean perdonados.

PODER DE LOS DEMONIOS.- Escuchemos también lo que nos enseña el Salvador de nuestros enemigos invisibles. ¿Quién podría hacer frente a su poder, a su astucia, a sus medios nocivos, si Dios no nos ayudase, sino hubiese ángeles encargados de velar por nosotros y combatir también con nosotros? Sin embargo, por el pecado nos habíamos entregado al poder de esos espíritus inmundos y odiosos; habíamos preferido su imperio tiránico al yugo suave y ligero de nuestro compasivo Redentor. Ahora somos libres o lo vamos a ser pronto; agradezcámoselo a nuestro libertador; pero vigilemos para no recaer en las garras del poder de esos huéspedes infernales. Volverán y tratarán de violar la morada de nuestra alma santificada por el Cordero Pascual. Si estamos vigilantes y somos fieles, se retirarán avergonzados; mas si somos tibios y relajados, si perdemos de vista el valor de la gracia y las obligaciones que nos unen con el que nos salvó, nuestra pérdida será cierta y según la terrible palabra de Jesucristo: "la segunda situación será peor que la primera".
ESTAR CON CRISTO.- ¿Queremos evitar tan gran mal? Meditemos estas otras palabras del  Evangelio: "quien no está conmigo está contra mí". Esta es la situación del que recae en las garras del demonio, que olvida todo lo que debe a su divino libertador, que no acude con sinceridad a Jesucristo cuando se le presentan ocasiones en que el deber exige al cristiano portarse con entereza. Se lisonjea, se disimula, se contemporiza y poco a poco se va debilitando la energía del alma; Dios da ya las gracias medidas, en un principio tan abundantes y acaba en una caída inminente: Caminemos con paso firme y seguro y acordémonos que el soldado de Jesucristo debe sentirse orgulloso de su Caudillo divino. El Ofertorio celebra la dulzura de los consuelos que el alma rescatada del poder de Satanás gusta siguiendo los caminos del Pastor divino.

OFERTORIO
Las justicias del Señor son rectas, y alegran los corazones, y sus juicios son más dulces que la miel y el panal: por eso tu siervo los practica.

sábado, 2 de marzo de 2013

Sábado 2da semana de Cuaresma



Sábado de la segunda semana de Cuaresma

EVANGELIO 

Continuación del santo Evangelio según S. Lucas.
En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos y a los escribas esta parábola: Cierto hombre tuvo dos hijos, y dijo al padre el más joven de ellos: Padre, dame la parte de la herencia que me pertenece. Y les repartió la herencia. Y, pocos días después, habiéndolo reunido todo, el hijo más joven partió lejos, a un país muy distante, y allí disipó su herencia, viviendo lujuriosamente. Y, después de malgastarlo todo, sobrevino una gran hambre en aquella región, y él empezó a verse necesitado. Y fué, y se arrimó a uno de los habitantes de aquella región. Y le envió a su granja, para que pastase los puercos. Y deseaba llenar su vientre de las bellotas que comían los puercos: y nadie se las daba. Y, vuelto en sí, dijo: ¡Cuántos criados en la casa de mi padre tienen pan en abundancia, y yo perezco aquí de hambre !Me levantaré, e iré a mi padre, y le diré: Padre, pequé contra el cielo y contra ti: ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo: hazme como uno de tus criados. Y, levantándose, se fué a su padre. Y, cuando estaba todavía lejos, le vió su padre, y, movido a compasión, le salió al encuentro, se abrazó a su cuello, y le besó. Y dijóle el hijo: Padre, pequé contra el cielo y contra ti: ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus siervos: Traed pronto el primer vestido, y ponédselo, y dadle un anillo para su mano, y calzado para sus pies: y traed un becerro cebado, y matadlo, y comamos y bebamos, porque este hijo mío había muerto, y ha revivido; había perecido, y ha sido encontrado. Y comenzaron a banquetear. Pero el hijo mayor estaba en el campo: y, cuando vino, y se acercó a casa, oyó la sinfonía y el coro: y llamó a uno de los siervos, y le preguntó qué eran aquellas cosas. Y él le dijo: Ha venido tu hermano, y tu padre ha matado un becerro cebado, porque lo ha encontrado sano. Y él se indignó, y no quería entrar. Pero, saliendo su padre, comenzó a rogarle. Mas él, respondiendo, dijo a su padre: Mira, te he servido tantos años, y nunca he quebrantado tus mandatos, y nunca me has dado un cabrito, para comerlo con mis amigos: en cambio, después que este tu hijo, que devoró su hacienda con las meretrices, ha vuelto, has matado un ternero cebado. Y él le dijo: Hijo, tu siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: pero convenía comer y alegrarse, porque este tu hermano había muerto, y ha revivido; había perecido, y ha sido encontrado.

REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO.- Aquí también se encierra el misterio que hace poco acabamos de ver en el relato del Génesis, Se hallan presentes dos hermanos y el mayor se queja de la gran misericordia que el padre ha tenido con el hijo menor. Este se fué a una región lejana ; huyó de la casa paterna, con el fin de entregarse más libremente a sus placeres; mas cuando se vió reducido a la más extrema indulgencia , se acordó de su padre y vino a pedir humildemente el último lugar en esta casa que un día debía haber sido la suya. El padre recibió al pródigo con la más viva ternura; no sólo le perdonó, sino que le restituyó todos sus derechos de hijo: Hizo aún mucho más dió un banquete para celebrar este regreso feliz; y esta buena conducta del padre, suscita la envidia del hijo mayor. También es inútil que Israel se indigne contra la conducta del Señor; ha llegado la hora de convocar a todas las naciones y formar el gremio de la Iglesia. Si es verdad que sus errores y pasiones han alejado a los Gentiles, también es verdad que escucharán la voz de los apóstoles. Griegos y Romanos, Escitas y Bárbaros, todos, arrepentidos de sus extravíos, acudirán a pedir se les admita a participar de los favores de Israel. Y no se les dará sólo las migajas que cayeren de la mesa, como las pedía la Cananea; se les admitirá como hijos legítimos y honrados. No se tendrán en cuenta las quejas envidiosas de Israel. Si rehúsa tomar parte en el banquete, no por eso se dejará de celebrar la fiesta. Ahora bien, esta fiesta es la Pascua; estos hijos admitidos pobres y extenuados en la casa paterna, son los Catecúmenos, sobre quienes se apresura el Señor a derramar la gracia adoptiva.

LA INFINITA MISERICORDIA DEL PADRE.- Estos hijos pródigos que vienen a ponerse bajo el amparo de su padre ofendido, son también los penitentes públicos a quienes en estos días preparaba la Iglesia la reconciliación. La Iglesia, que ha mitigado su severa disciplina, propone hoy esta parábola a todos los pecadores que se disponen a reconciliarse con Dios. No conocen aún la infinita misericordia del Señor que han abandonado; que aprendan hoy cómo la misericordia prevalece sobre la justicia en el corazón de Aquel" que ha amado al mundo hasta darle su propio "El hijo único". Por más distanciado que pueda haber sido su huida, y profunda que haya sido su ingratitud, en la casa paterna, todo está dispuesto para celebrar su retorno. En la puerta les aguarda el padre que han abandonado, dispuesto a adelantarse a su encuentro para abrazarles; les va a devolver su primer vestido, el vestido de la inocencia; el anillo que llevan sólo los hijos de la casa adornará de nuevo la casa purificada. Se les ha preparado  la mesa del festín y los Ángeles pronto dejarán oír sus celestes melodías. Cantan desde lo más íntimo de su corazón: "Padre, he pecado contra el cielo y contra Ti; no merezco ya me llamen hijo tuyo; trátame como a uno de tus criados." La vuelta sincera de sus extravíos pasados, la confesión sencilla, firme propósito de ser en adelante fieles, son las únicas y fáciles condiciones que exige el Padre de sus pródigos para hacerlos hijos de su predilección.

viernes, 1 de marzo de 2013

Viernes 2da semana de Cuaresma


VIERNES DE LA SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA

Continuación del santo Evangelio según S. Mateo.

En aquel tiempo dijo Jesús a las turbas de los judíos, y a los príncipes de los sacerdotes, esta parábola: Hubo un hombre, padre de familias, que plantó una viña, y la cercó, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a unos obreros, y se marchó lejos.  Mas, cuando se acercó el tiempo de la vendimia, envió sus siervos a los obreros, para recoger los frutos. Y los trabajadores, prendiendo a los siervos, a uno le hirieron, a otro lo mataron, y a otro lo apedrearon. Otra vez envió nuevos siervos, más numerosos que los primeros, e hicieron lo mismo con ellos. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: Respetarán a mi hijo. Mas los trabajadores, al ver al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero, venid, matémosle, y tendremos su herencia. Y, habiéndole prendido, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos trabajadores? Dijéronle: A los  malos los hará matar miserablemente: y arrendará su viña a otros obreros, que le paguen la renta a su debido tiempo. Díjoles Jesús: ¿No leísteis nunca en las Escrituras: La piedra, que desecharon los constructores, se convirtió en clave del ángulo? Por el Señor fué hecho esto, y es maravilloso a nuestros ojos. Por eso os digo, que se os quitará a vosotros el reino de Dios, y será dado a la gente que rinda sus frutos. Y, el que cayere sobre esta piedra, se estrellará: y ella hará añicos a aquel sobre quien cayere. Y, cuando oyeron sus parábolas los príncipes de los sacerdotes y los fariseos, conocieron que lo decía por ellos. Y, queriendo prenderle, temieron a las turbas: porque le tenían por un  profeta.

LA SINAGOGA REPROBADA.- Ya no son los hombres y figuras de la antigua alianza, que nos mostraban a nuestro Redentor de lejos y con rasgos indefinidos; estamos frente a la misma realidad. Un poco más de tiempo y la víctima tres veces santa sucumbirá bajo los golpes de sus émulos. ¡Qué terrible y solemne es la palabra de Jesús en estos últimos momentos! Sus enemigos sienten toda la gravedad de su peso; más, obcecados por el orgullo, quieren luchar hasta el fin con aquel que es la sabiduría del Padre, obstinándose en no reconocer en él esta Piedra terrible que hace añicos a aquel que la resiste y aplasta a aquel sobre quien cae. Esta Viña es la Verdad revelada, la norma de fe y costumbres, la esperanza del Mesías Redentor, el compendio de los medios de salvación; es también la familia de los hijos de Dios, su herencia, su Iglesia. Dios había escogido a la Sinagoga para que fuera la depositaría de tal tesoro; quería que su Viña fuese guardada fielmente, que fructificase en las manos de los viñadores, que la reconociesen siempre como su bien, fin de sus complacencias. Mas la Sinagoga de corazón sediento y avaro quiso apropiarse la Viña del Señor. Inútilmente envió en diversas ocasiones a sus Profetas para reivindicar sus derechos: los viñadores infieles los mataron. El mismo Hijo de Dios, el heredero viene en persona. ¿Le recibirán al menos con honor y deferencia? ¿Honrarán siquiera su carácter divino? No; han pensado matarle y después de haberle arrojado como un extranjero sacrilego, lo matarán.

EL NUEVO PUEBLO ELEGIDO.- ¡Daos prisa, Gentiles!, venid a cumplir el castigo del Padre; no dejéis piedra sobre piedra en esta ciudad deicida que un día gritó:" ¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos" !Pero no sólo seréis ministros de la justicia celestial sino los predilectos del Señor. La reprobación de este pueblo ingrato os abre las puertas de la salvación. Se den adelante los custodios de la Viña hasta el fin de los siglos; alimentaos de  sus frutos pues son vuestros. Gentes de Oriente al Occidente, del Mediodía al Aquilón venid a la Pascua, para todos hay lugar .Arrójate a la piscina salvífica, pueblo nuevo formado de todos los pueblos que existen bajo el cielo. Sé la alegría de la Iglesia tu Madre, que no cesa de alimentar hasta que se complete el número de los elegidos; su esposo viene como un juez para condenar "a los que no conocieron el ¡tiempo de la visita!"

ORACION
Humillad vuestras cabezas a Dios. Suplicámoste, Señor, des a tu pueblo la Salud del alma y del cuerpo: para que, practicando las buenas obras, merezca ser protegido siempre con el amparo  de tu poder. Por el Señor.

Novena para la elección del Soberano Pontífice

La Fraternidad Sacerdotal San Pio X ha propuesto una novena, desde el 1 de Marzo (hoy) hasta el 9 de Marzo por la Elección del Supremo Pontífice.

Veni Creator Spiritus / Ven Espíritu Creador

Latín Español
Veni Creator Spiritus,
Mentes tuorum visita,
Imple superna gratia,
Quæ tu creasti pectora.

Qui diceris Paraclitus,
Altissimi domum Dei,
Fons vivus, ignis, caritas,
Et spiritalis unctio.

Tu septiformis munere,
Digitus Paternæ dexteræ,
Tu rite promissum Patris,
Sermone ditans guttura.

Accende lumen sensibus,
Infunde amorem cordibus,
Infirma nostri corporis,
Virtute firmans perpeti.

Hostem repellas longius,
Pacemque dones protinus:
Ductore sic te prævio
Vitemus omne noxium.

Per te sciamus da Patrem,
Noscamus atque Filium,
Teque utriusque Spiritum
Credamus omni tempore.

Deo Patri sit gloria,
Et Filio, qui a mortuis
Surrexit, ac Paraclito,
In sæculorum sæcula. Amen.

V/ Emítte Spíritum tuum, et creabúntur:
R/ Et renovabis fáciem terræ.
Ven Espíritu creador;
visita las almas de tus fieles,
llena de la divina gracia los corazones
que Tu mismo has creado.

Tu eres nuestro consuelo,
don de Dios altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.

Tu derramas sobre nosotros los siete dones;
Tu el dedo de la mano de Dios,
Tu el prometido del Padre,
pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.

Enciende con tu luz nuestros sentidos,
infunde tu amor en nuestros corazones
y con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra frágil carne.

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto tu paz,
siendo Tu mismo nuestro guía
evitaremos todo lo que es nocivo.

Por Ti conozcamos al Padre y
también al Hijo y que en Ti, que
eres el Espíritu de ambos, creamos
en todo tiempo.

Gloria a Dios Padre y al Hijo que
resucitó de entre los muertos, y al
Espíritu Consolador, por los siglos
de los siglos. Amén.

V/ Envía tu Espíritu y se hará una creación nueva:
R/ Y renovarás la faz de la tierra.

Colecta de la Misa para la elección del Soberano Pontífice

Latín Español
Oremus. Súpplici, Dómine, humilitáte depóscimus: ut sacrosánctæ Románæ Ecclésiæ concédat Pontíficem illum tua imménsa pietas ; qui et pio in nos studio semper tibi plácitus, et tuo pópulo pro salúbri regímine sit assídue ad glóriam tui nóminis reveréndus.
Per Dóminum.

V/ Cor Mariæ dolorosum et immaculatum.
R/ Ora pro nobis.

V/ Sancte Pie V
R/ Ora pro nobis

V/ Sancte Pie X
R/ Ora pro nobis.
Oremos. Te suplicamos humildemente, oh Señor,
que por tu inmensa piedad concedas a la sacrosanta Iglesia Romana un Pontífice que te sea siempre agradable por su santo celo para con nosotros y sea siempre digno de la reverencia de tu pueblo por su saludable gobierno para la gloria de tu nombre. Por nuestro Señor.

V/ Corazón doloroso e Inmaculado de María
R/ Ruega por nosotros

V/ San Pío V
R/ Ruega por nosotros

V/ San Pío X
R/ Ruega por nosotros.

Fuentes:
(Inglés) http://rorate-caeli.blogspot.com/2013/03/novena-for-election-of-pope.html
(Español) http://statveritasblog.blogspot.com/2013/02/novena-para-la-eleccion-del-soberano.html

jueves, 28 de febrero de 2013

Jueves de la 2da semana de Cuaresma


Jueves de la segunda semana de Cuaresma

EVANGELIO 

Continuación del santo Evangelio según S. Lucas.
En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos: Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y lino: y comía todos los días espléndidamente. Y había también un mendigo, llamado Lázaro, que yacía a su puerta, lleno de úlceras, deseoso de comer las migas que caían de la mesa del rico, y nadie se las daba: pero venían los perros, y lamían sus úlceras. Y sucedió que murió el mendigo, y fué llevado por los Angeles al seno de Abraham. Y murió también el rico, y fué sepultado en el infierno. Y, alzando sus ojos, cuando estaba en los tormentos, vió de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno: y, gritando, dijo: Padre Abraham, ten piedad de mí, y envía a Lázaro, para que moje la punta de su dedo en agua, y refrigere mi lengua, porque sufro en esta llama. Y le dijo Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste bienes en tu vida, y Lázaro igualmente males: pero ahora, éste es consolado aquí, tú, en cambio, eres atormentado. Y, a todo esto, entre nosotros y vosotros hay un gran vacío: de modo, que, los que quieren pasar de aquí a vosotros, no pueden hacerlo, ni los de ahí pueden venir aquí. Y dijo: Ruégote, oh Padre, que le envíes a la casa de mi padre. Porque tengo cinco hermanos, para que les avise, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormentos. Y le dijo Abraham: Tienen a Moisés y a los Profetas: óiganlos. Pero él dijo: No, Padre Abraham: pero si un muerto fuere a ellos, harán penitencia. Y díjole: Si no oyen a Moisés, ni a los Profetas, tampoco creerán aunque resucite un muerto.

EL INFIERNO CASTIGO DEL PECADO.- Vemos en este relato la sanción de las leyes divinas, el castigo del pecado; ¡cuán temible se nos muestra aquí el Señor!" ¡ Y qué terrible es caer en las manos de Dios vivo!" Hoy vive un hombre con holgura, entregado a los placeres, despreocupado; le sobreviene la muerte inevitable, y miradle sepultado vivo en el infierno. Jadeante en medio de llamas eternas, pide una gota de agua que le es rehusada. Otros hombres sus semejantes, a quiénes ha visto hace poco con sus propios ojos, se encuentran en otra morada, en la morada de una felicidad eterna y un profundo abismo les separa para siempre de ellos. ¡Destino horroroso! ¡Desesperación sin fin!¡ Y hay hombres en la tierra que viven y mueren sin haber meditado un solo día sobre este abismo, ni han tenido siquiera un sencillo pensamiento!

TEMOR DEL INFIERNO.- ¡Bienaventurados los que temen! porque este temor les puede ayudar a sobrellevar el peso que les arrastraría al abismo sin fondo! ¡Qué densas tinieblas ha extendido el pecado en el alma del hombre! Personas sabias, prudentes que jamás cometerán una falta en la administración de sus negocios en este mundo, son insensatos y necios cuando se trata de la eternidad. ¡Qué horroroso despertar! ¡y la desgracia no tiene remedio! Para hacernos la lección más eficaz, el Salvador nos ha recordado la reprobación de uno de estos malvados cuyos crímenes horroriza el oírlos y que los mismos mundanos consideran como la presa del infierno. Nos presenta a uno de estos hombres despreocupados, de buen trato sociable, gozando fastuosamente de su posición. No se trata aquí de un hombre criminal o cruel. El Salvador nos dice sencillamente que vestía con lujo y celebraba todos los días un gran banquete. Mas a su puerta había también un pobre; no le maltrataba, si bien, en su poder estaba el haberle arrojado; le toleraba sin insultar su miseria. ¿Porqué, pues, este rico será devorado eternamente por los ardores de este fuego que Dios encendió airado?

NECESIDAD DE LA MORTIFICACIÓN.- El hombre que dispone de bienes terrenos, sino reflexiona al pensar en la eternidad, sino comprende que debe "disfrutar de este mundo como sino disfrutase", si huye de la cruz de Jesucristo, está ya vencido por la triple concupiscencia. El orgullo, la avaricia, la lujuria se disputan su corazón, y acaban finalmente por dominarle, tanto más que ni él piensa hacer nada por combatirlos. Este hombre no lucha, pero más tarde se acordará que el pobre es más que él y que debía honrarle y aliviarle. Sus perros fueron más humanos que él; ved ahí la razón del porqué Dios le dejó dormir hasta el borde del abismo en que debía precipitarse. ¿Dirá tal vez que nadie se lo advirtió? Tenían a Moisés y a los Profetas; aún más, tenía a Jesús y a su Iglesia. Actualmente existe el tiempo de la Sagrada Cuaresma que él mismo anunció; más, ¿se toma la molestia de conocer lo que significa este tiempo de gracia y de perdón? Pasará sin haber dudado siquiera; pero a su vez habría dado un paso más hacia su eterna dicha.

ORACIÓN
Humillad vuestras cabezas a Dios. Asiste, Señor, a tus siervos: y concede tu perpetua benignidad a los que la piden: para que, en los que se glorían de ti, su Criador y Gobernador, renueves lo adquirido y conserves lo renovado. Por el Señor.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Miércoles de la 2da semana de Cuaresma

Miércoles de la segunda semana de Cuaresma


EVANGELIO 

Continuación del santo Evangelio según S.Mateo.
En aquel tiempo, al subir Jesús a Jerusalén, tomó aparte a los doce discípulos, y les dijo: He aquí que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes, y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles, para que le escarnezcan, y le azoten, y le crucifiquen, y al tercer día resucitará. Entonces se acercó a El la madre de los hijos del Zebedeo, con sus hijos,adorándole y pidiéndole algo. El le dijo: ¿Qué quieres? Díjole: Di que se sienten estos dos hijos míos, uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu reino. Y, respondiendo Jesús, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz, que he de beber yo? Dijéronle: Podemos. Dijoles: Mi cáliz sí lo beberéis; pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es mío el dároslo, sino que será para aquellos a quienes lo ha destinado mi Padre. Y ,oyendo esto los diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús les llamó así, y dijo: Sabéis que los príncipes de las naciones dominan sobre sus súbditos  y, los que son mayores, ejercen sobre ellos su potestad. No ha de ser así entre vosotros: sino que, quien aspirare a ser el mayor entre vosotros, debe ser vuestro servidor. Como tampoco el Hijo del hombre vino a ser servido, sino a servir, y a dar su vida por la redención de muchos.

ANUNCIO DE LA PASIÓN.- Ante nosotros se presenta hoy Aquel que se ofrece generoso a apaciguar la cólera del Rey de reyes y a salvar a su pueblo de la muerte. Es el hijo de la verdadera Ester y a la vez Hijo de Dios que viene a quebrantar el orgullo de Amán en el instante mismo en que ese pérfido cree triunfar y salirse con la suya. Se dirige a Jerusalén, porque allí ha de entablarse el gran combate. Anuncia a sus discípulos todo lo que va a suceder. Será
entregado a los príncipes de los sacerdotes que le juzgarán digno de muerte; éstos le pondrán a disposición del gobernador y de los soldados romanos. Será colmado de oprobios, azotado y crucificado, pero al tercer día resucitará glorioso. Oyeron todos los Apóstoles esta profecía que Jesús les manifestó llamándoles aparte; porque el Evangelio nos atestigua que habló a los doce. Judas estaba presente y también Pedro, Santiago y Juan a quienes la Transfiguración de su Maestro en el Tabor había aleccionado mejor que a los otros acerca de la dignidad que campeaba en él. Y, sin embargo,todos le abandonaron. Judas le vendió, Pedro le negó y el terror dispersó todo el rebaño cuando el Pastor se vió a merced de la brutalidad de sus
enemigos. Ninguno recordó que había anunciado su resurrección al tercer día, a no ser Judas a quien esa idea calmó cuando su innoble codicia le indujo a perpetrar la traición. Los demás sólo vieron el escándalo de la Cruz y eso bastó para que abandonasen a su Maestro. ¡Qué ejemplo para los cristianos de todos los siglos! ¡Cuán rara es la estima de la Cruz que hace la consideremos para nosotros y para los
demás como el sello de la predilección divina!
Nosotros, hombres de poca fe, nos escandalizamos de las pruebas de nuestros hermanos, y nos inclinamos a creer que Dios les ha abandonado porque los aflije; hombres de menguado amor, la tribulación de este mundo nos parece un mal y miramos como rigidez de Dios lo que es para nosotros generosidad de su misericordia. Nos parecemos a la madre de los hijos de Zebedeo: necesitamos un lugar glorioso, llamativo junto al trono del Hijo de Dios y nos olvidamos de que para merecerle tenemos que beber el cáliz que Él mismo bebió, el cáliz de la Pasión. Tampoco olvidemos la palabra del Apóstol: "Para gozar de la gloria de Jesús debemos participar antes en sus sufrimientos'". El Justo no logró su descanso por medio de honores y placeres, el pecador no seguirá sus huellas sino por el camino de la expiación.

ORACIÓN
Mira, Señor, propicio estas hostias que te ofrecemos: y, por estos santos comercios, rompe los vínculos de nuestros pecados. Por el Señor.

Fuente: Año Liturgico, Dom Prospero Guéranger Abad de Solesmes (1856). Traducido y Adaptado por los Monjes de Santo Domingo de Silos (1953)